Repsol paraliza la mitad de su planta de Cartagena para renovar equipos y mejorar en seguridad y eficiencia
A partir del próximo fin de semana, la petrolera empleará durante cinco semanas y cada día a 1.200 profesionales de 40 empresas auxiliares
Con el apagado total de la unidad de Hydrocraquer, de donde sale la mitad de la producción de carburantes de la refinería de Repsol en Escombreras, comenzará el próximo sábado la mayor parada de mantenimiento de los últimos años en las instalaciones que la petrolera tiene en Cartagena. Invertirá en esos trabajos 56 millones de euros, destinados a modernizar parte del complejo industrial, donde se produce gasoil, queroseno y naftas. De esa cantidad, 22 millones irán destinados a mejorar la seguridad de la fábrica y su eficiencia energética.
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Los trabajos supondrán la implicación de más de 300 empleados de Repsol y una media diaria de 1.200 obreros de empresas contratistas. Habrá puntas máximas de 1.500 trabajadores, según anunció ayer el director de la factoría, Antonio Mestre. Todos los empleados externos proceden de cuarenta empresas auxiliares, de las que el 57% son locales. Con ellas, la compañía ha firmado más de 120 contratos de obra y asistencia técnica.
Entre las mejoras más relevantes destaca la incorporación de una nueva caldera para la recuperación de calor, la aplicación de un recubrimiento en el horno de hidrógeno y el cambio de una turbina por otros equipos de mayor eficiencia energética en la unidad de destilación del petróleo. «Con este y otros proyectos, el complejo industrial optimizará el consumo de recursos, mejorando la eficiencia energética y evitando la emisión de 12.500 toneladas anuales de CO2», indicó Mestre, tras dar detallada cuenta de los trabajos que comenzarán en cuatro días.
Catalizadores y calderas
Además, entre otras muchas tareas, está previsto revisar 687 válvulas, 152 torres y depósitos, 254 intercambiadores, 9 hornos y calderas, así como sustituir más de 1.500 toneladas de catalizador. Para el director del complejo industrial, estas cifras son «un claro ejemplo de nuestra capacidad para generar empleo y acometer inversiones que nos permiten contar con industrias punteras e innovadoras».
Para tenerlo claro
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56 millones de euros tiene previsto invertir Repsol en su complejo de Escombreras durante la parada de mantenimiento de su área de Hydrocraquer.
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Plan de transformación Este proyecto forma parte del plan de transformación industrial que desarrolla la multienergética, para avanzar hacia el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050.
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1.500 obreros serán los que llegarán a trabajar en el pico máximo de empleo en estos trabajos, que se alargarán cinco semanas desde su comienzo, el próximo fin de semana.
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Reducción de las emisiones de CO2 Las mejoras realizadas por Repsol en los últimos tres años han evitado ya la emisión de 74.600 toneladas anuales de CO2, que equivalen a la absorción de un bosque con una extensión similar a 14.900 campos de fútbol.
La refinería planea esta parada de modernización desde hace dos años. Lo hace con un equipo específico que se dedica a la planificación de este tipo de proyectos. En colaboración con otras áreas de Repsol, también ha trabajado en la coordinación y adquisición de los equipos que serán renovados.
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El área de Hydrocracker forma parte de las unidades que se pusieron en marcha en 2012 tras el proyecto de ampliación de la refinería, que supuso la mayor inversión industrial realizada en España, por valor de 3.200 millones de euros. En las unidades de ese área producen gasoil, queroseno y naftas para las gasolinas de alta calidad.
La seguridad y la salud de las personas «son la prioridad de Repsol», insistió el director de la refinería. Para que sea máxima, los obreros han participado en diferentes cursos de formación. Eso les ha permitido conocer la singularidad de los equipos en los que se va a intervenir, las normas de seguridad del complejo industrial y las específicas de los trabajos que serán acometidos. En total, las 1.800 personas que participarán en la parada, entre personal de Repsol y empresas auxiliares, han recibido más de 10.000 horas de formación.
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Prevención de accidentes
Para organizar los cursos, la multinacional creó el Grupo de Coordinación de Seguridad y Medio Ambiente, formado por 23 personas que se dedican en exclusiva a labores de prevención y seguridad. Este grupo tendrá el apoyo de empresas especializadas en tareas específicas, como por ejemplo en trabajos en altura y en el control de maniobras. Se trata de personal altamente cualificado, dedicado exclusivamente a estas labores y con una dilatada experiencia.
«Estas labores nos permiten acometer nuevos proyectos e inversiones para mejorar la competitividad de las instalaciones, consiguiendo que sean un referente europeo en materia de seguridad, eficiencia energética y tecnológica», dijo Antonio Mestre. Y añadió que tanto las paradas, como los proyectos de transformación industrial en los que están inmersos, como la planta de biocombustibles avanzados, «suponen un hecho constatable de la apuesta de Repsol por el desarrollo industrial en Cartagena». Todo ello permite «la generación de empleo y el desarrollo social y económico del entorno», concluyó el directivo de Repsol.
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Llegará aceite usado de Asia para producir biocombustibles
La principal materia prima que usará la refinería de Repsol de Escombreras para fabricar sus biocombustibles, el aceite usado de cocina, llegará en gran medida de Asia. Así lo explicó ayer el director de la factoría, Antonio Mestre. Lo hará en barcos, al igual que desde otros puntos del mundo. Esto será posible ya a finales de este año, cuando la petrolera tiene previsto que funcione. Las labores de construcción han entrado «en su recta final», aseguró Mestre. Las primeras pruebas de las máquinas comenzarán a finales del mes de octubre o principios de noviembre, para ir arrancando poco a poco el resto de unidades de producción. Estas fabricarán 250.000 toneladas de combustibles bio al año.
Los hoteles de la ciudad llegarán casi al 80% de la ocupación con los obreros de fuera del municipio
La parada de mantenimiento que realizará hasta mediados de junio Repsol y que dará empleo a 1.500 personas también será un soplo de aire fresco para los hoteles de la ciudad. El 43% de las empresas auxiliares que participarán en los trabajos son de fuera y sus trabajadores se hospedarán en establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos. Esto provocará que si la ocupación media de estos negocios ronda ahora entre el 45% y el 50%, la semana que viene pueda alcanzar entre el 75% y el 80%, según los datos aportados por el presidente de la Agrupación de Hoteles de Cartagena (Agruphotel), Bartolomé Vera. «Son estancias largas y eso, por supuesto, nos va a hacer subir la ocupación media durante el mes de mayo y junio», detalló Vera a LA VERDAD. Por su parte, el presidente de la Asociación de Apartamentos y Viviendas Turísticas de la Región de Murcia, Gregorio Morales, ve muy positivas estas estancias, porque «son de dos y tres semanas, que nos sube mucho el nivel de ocupación».
Falta alojamiento
En este sentido, el director de Repsol, Antonio Mestre, dijo que las empresas auxiliares tiene verdaderos problemas a la hora de encontrar alojamiento para sus empleados cada vez que tienen que trabajar en Cartagena, porque faltan camas hoteleras.
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De la inversión de 56 millones de euros de la multinacional en la modernización de su unidad de Hydrocraquer no solo se benefician los obreros y la mayoría de hoteles de la ciudad, sino también muchos de La Unión y el camping Villas Caravaning, donde cada año también se alojan. También obtendrán beneficios bares, restaurantes y comercios de Alumbres, así como proveedores de toda la comarca e, incluso, el gremio de taxistas. Los beneficios indirectos que dejan estas obras también tienen un buen reflejo en los negocios de hostelería de la ciudad, sobre todo los fines de semana.
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