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Condecoración a la funcionaria civil María Victoria Almira, en la recepción de ayer en Capitanía. antonio gil / agm

El pueblo entra en Capitanía

Unas 500 personas desafiaron al frío en el acto conmemorativo y el desfile de la Pascua Militar celebrado en la Plaza de San Sebastián

Eduardo Ribelles

Cartagena

Martes, 7 de enero 2020, 09:39

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«Conozco a los dos almirante, el de Acción Marítima, Don Juan Luis Sobrino, y el del Arsenal Militar, Don Aniceto Rosique, y estoy muy orgulloso de que hayan recuperado la tradición de invitar a ciudadanos de a pie a la recepción en Capitanía», subrayó ayer Juan Roca, tras recibir el saludo de ambos mandos a la conclusión del desfile de la Pascua Militar. Él no estuvo en el grupito que entró en el acto restringido del Salón del Trono, pero sí asistió con devoción, junto con medio millar de personas más, a la parada militar en la Plaza de San Sebastián.

Bajo un cielo azul y con temperaturas de entre 10 y 12 grados, Sobrino pasó revista a cuatro secciones de tropa. En ellas estuvieron representadas la Academia General del Aire, el Regimiento de Artillería Antiaérea número 73 y la Infantería de Marina con base en el Tercio de Levante, con su banda de música. Destacó la presencia de una brigada de la Guardia Civil. «No es por ningún motivo especial. La Armada cursa invitación cada año a todos, incluida la Benemérita», indicó un portavoz.

El mando recupera la costumbre de invitar a ciudadanos anónimos a la recepción oficial a la que van las autoridades

En el acto hubo mandos representativos de todos los estamentos del Ejército. También de la Administración de Justicia, con la presencia del Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Región, José Luis Díaz Manzanera, y del Ayuntamiento, en la persona de la vicealcaldesa, Noelia Arroyo. El delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, y la consejera de Turismo, Cristina Sánchez, acudieron en nombre de los Ejecutivos del Estado y de la Comunidad, respectivamente.

La estrecha vigilancia en la calle no limitó la capacidad del público para ver su desarrollo

Sentimientos bajo control

El acto estuvo sometido a una intensa vigilancia por parte de miembros de la Policía Militar, en el espacio acotado para las tropas y las autoridades, y de la Policía Nacional, en el perímetro exterior. Hubo también una unidad canina que inspeccionó los alrededores. Sin embargo, esto no limitó la capacidad del público para ver la ceremonia desde la llegada de las autoridades militares, hasta el desfile final por la Puerta de Murcia y la calle Mayor, incluido el homenaje a la bandera.

Durante los honores a la enseña nacional, dos soldados sufrieron desvanecimientos. Uno de ellos cayó redondo al suelo y tuvo que ser atendido por los ser vicios médicos, mientras que otro pudo ser retirado antes de venirse abajo. Fueron dos bajas momentáneas en una tropa que mantuvo perfectamente la formación y el protocolo.

Al finalizar la ceremonia, Juan Luis Sobrino se acercó a saludar al público y a agradecer su asistencia antes de presidir la recepción en la Capitanía General de la Armada. Allí fueron impuestas las condecoraciones a militares que destacaron en servicios prestados durante el año pasado y también a algunos civiles.

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