La plantilla de Sabic recela del anuncio de un ERTE y ve un «futuro incierto» a la empresa

Dos años y nueve meses después de que la multinacional fabricante de plásticos Sabic, ubicada en La Aljorra, presentara un ERE que afectó a un centenar de trabajadores de la planta de Ultem, paralizada desde octubre de 2020, ayer anunció un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) cuyas consecuencias están aún por ver. La medida fue anunciada por la empresa a los miembros del comité de empresa, liderado por Pascual Sánchez, de Comisiones Obreras (CC OO), en una reunión celebrada en la planta aljorreña por la mañana. La justificó «por la situación actual relacionada con la bajada progresiva del volumen de pedidos y los elevados costes de producción y una vez analizados los distintos escenarios de la situación volátil e incierta de los mercados», según indicaron los trabajadores en un comunicado.

La compañía no detalló el número de empleados que se verán afectados, porque dependerá de las negociaciones que abren ahora con el comité de empresa. Estas comenzarán la semana que viene, concretamente el jueves, con la constitución de la mesa negociadora. Lo que sí está claro es que en la lista estarán todos los que trabajan en Manufacturing Lexan, la planta de Lexan 2, aunque también a parte de los de Lexan 1 que también realizan trabajos en aquella. A ambas están asignados unas 500 personas.

La decisión, esperada por los trabajadores desde hace varios días, no pilló por sorpresa a nadie, pero sí que sembró la incertidumbre en la plantilla, compuesta por 640 trabajadores. El ERTE comunicado tendrá una duración de seis meses, según fuentes del comité de empresa. Comenzará el próximo 1 de enero y se extenderá hasta el 30 de junio de 2023.

Pasado ese tiempo «todo deberá volver a la normalidad», indicó Pascual Sánchez. Aunque no se fía por el estado en que se encuentra el mercado al que van dirigidos los productos que salen de La Aljorra. «A partir de esa fecha a ver qué pasa, pero hay temor de que esa medida se alargue o empeore», insistió. Y añadió: «La esperanza es que todo cambie para bien, pero los trabajadores están con mucha incertidumbre y preocupación por esta situación».

Se sienten así porque tras el ERE de 2020, el expediente temporal anunciado ayer y la paralización de gran parte de la producción de la fábrica -ahora tan solo está en funcionamiento la planta de Compounding, la primera que se construyó en el complejo industrial-, ven un «futuro incierto» a la empresa.

También hay desconfianza porque la compañía ha invertido en la construcción de una planta en Singapur, en el sur de Asia, similar a la que tiene en La Aljorra. Incluso, hace dos años, modernizó su fábrica de Indiana (Estados Unidos), con las mismas características a la de aquí.

Fuentes oficiales de la empresa aseguraron a LA VERDAD que Sabic «sigue comprometida con sus empleados», y que «estará en contacto con sus clientes, proveedores, empresas contratistas y otras partes interesadas para tratar cualquier cuestión relativa a la decisión». Y añadió: «El compromiso de multinacional con la seguridad y salud de sus empleados, la Comunidad Autónoma y el entorno en el que se opera sigue inamovible».

Los miembros del comité de empresa mantuvieron reuniones a lo largo de la mañana con sus compañeros, para informarles de la decisión tomada por la dirección. Aunque hoy mantendrán dos encuentros oficiales: a las 11 y a las 14.30 horas.

Esta decisión viene seguida del anuncio realizado por la empresa hace casi un mes y medio de suspender la producción en la planta Lexan 2, abierta en 2005 y que producía policarbonatos, un plástico que se utiliza principalmente en la fabricación de componentes de coches. Fue una decisión basada, según explicaron entonces, «en los precios ascendentes de la energía».

El ERE presentado en 2020, provocado por el cierre de unas de sus cuatro plantas de La Aljorra, la de Ultem, afectó a 92 trabajadores, pero entonces un plan basado en prejubilaciones, recolocaciones en puestos vacantes y la creación de un equipo encargado del mantenimiento de la fábrica que quedó parada, evitó despidos.

En la gemela de la que está parada y afectada por el ERTE, la Lexan 1, que es la segunda que fue construida en el complejo de La Aljorra, se llevan a cabo trabajos de mantenimiento y modernización desde mediados de octubre, por lo que también estará parada su producción hasta que no vuelva a estar a punto. La intención es que arranque en enero.

En esa línea de producción de policarbonatos invierten 22 millones de euros. Se trata de una revisión integral obligatoria que deben realizar las industrias cada cierto tiempo. Así, la multinacional saudí se ha quedado solo con la planta de Compounding, también de producción de resinas. Fue la primera que fue construida en el complejo industrial.

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