Los 'sintecho' ocupan los quioscos del parque Los Juncos de Cartagena

«Es una pena el estado en que se encuentra», comentaba Elisa, que habitualmente saca al perro mediada la mañana por la manzana que ocupa el jardín, entre las calles Reina Victoria, Juan Fernández, Alfonso X y Wssel de Guimbarda. «Hay papeleras rotas, que quienes mantienen en condiciones las instalaciones intentan sustituir como pueden con bolsas anudadas a árboles, bancos sin barnizar y una sensación general de abandono», añadía.

Destaca la cantidad de espacios donde debería haber hierba y están pelados. «Eso es en parte por los árboles que plantaron y que se han desarrollado allí. Algunos son eucaliptos que no dejan crecer nada por debajo. En otros casos, ha faltado una supervisión directa de alguien que revise cómo crecen e incluso decida si hay que eliminar alguno para evitar que se apelotonen», subrayaba Samuel, un anciano que acude a sentarse en el mismo banco desde hace una década. Hasta hace cinco o seis años había dos personas encargadas casi de manera permanente de todo. «Ahora, hay una brigada que pasa una vez cada jornada y arregla lo que puede. Y hasta el día siguiente no vuelve a aparecer», según este habitual del parque.

En la explanada central del jardín hay una fuente que no funciona desde hace años. Enfrente hay un graderío con escalones rotos, aparte de estar salpicado cada día de bolsas y envases de plástico. Allí se concentran al atardecer grupos de chicos que no se preocupan de recoger los residuos que generan. Las fuentes son utilizadas por transeúntes para asearse a diario y rellenan botellas para su consumo.

De los dos bares con terraza del parque solo uno está en activo. Dentro del otro, junto a los juegos infantiles, hay un colchón arrumbado y un montón de residuos. Quienes pasan por allí han visto cobijarse a los sin techo que pululan por el parque. Vecinos de la zona no dan crédito al deterioro de Los Juncos.