La ocupación ilegal de tres edificios acelera la degradación del Barrio Universitario de Cartagena
El mal estado de varias calles y del bulevar, la basura en solares y la falta de iluminación y de seguridad preocupa a los residentes
La casi nula inversión municipal, la escasa vigilancia policial, la falta de servicios, y el exiguo atractivo vecinal provocado por, entre otras cosas, la presencia ... de 'sin techo' durmiendo en portales de varios pisos, son algunas de las causas de la cada vez mayor degradación del Barrio Universitario de Cartagena, nacido hace tan solo una década y media. Ahora, la puntilla se la ha dado la presencia de, al menos, una veintena de ocupas en tres edificios, uno de ellos abandonado y en mal estado de conservación y otros dos vacíos tras no ser vendidos en su día por la empresa promotora de la urbanización, la firma Puerta Nueva. Ahora, ambos inmuebles están en manos del Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria.
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Pese a las advertencias realizadas en varias ocasiones por los agentes de la Policía Local, los moradores hacen caso omiso cada vez que se les insta a abandonar las viviendas. A ellas, entraron tras forzar las cerraduras, utilizando una sierra o simplemente un mazo para derribar el muro de ladrillo construido en los accesos, precisamente, para evitar la ocupación.
Dos de los bloques de viviendas afectados están en una calle sin nombre que une la del Ángel y Montanaro, la que da a la parte trasera del edificio de la ONCE. En el que hace esquina con la última de esas calles, un indigente duerme en el portal desde hace varias semanas. La puerta está tapiada con ladrillos, pero eso no ha impedido que los ocupas hayan entrado a vivir en él. Acceden por la terraza superior del piso contiguo, cuya puerta principal estaba hace poco también enladrillada.
Viviendas desmanteladas
Ambos inmuebles se encuentran en un estado de conservación «deplorable». El aspecto exterior evidencia ya su estado interior, donde faltan ventanas, cristaleras, puertas y lo poco de valor que tenían las viviendas. Robaron las calderas y hasta los enchufes, según pudo comprobar un redactor de LA VERDAD. En su interior vive una veintena de jóvenes, algunos de ellos parejas, con quien este diario intentó hablar sin éxito, tras declinar la oferta.
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La ONCE solicita una acera para acceder a su sede local
El director de la Dirección Administrativa de la ONCE, Miguel Paraíso, ha exigido ya en varias ocasiones al Ayuntamiento la construcción de una acera en la calle Ángel, una de las que flanquean el Bulevar José Hierro. Se trata de una zona donde solo pueden acceder los vehículos que van hacia los aparcamientos privados de los edificios y al público del Barrio Universitario, pero muchos son los conductores que, saltándose las normas de circulación, acceden por esa calle para estacionar en el parking de la UPCT, frente a la plaza de toros. Quiere una acera adaptada a las necesidades de los invidentes, para evitar tener que pasar por el centro de la calzada, con el peligro de atropello que ello conlleva. «A nuestra sede van muchos vendedores también con problemas físicos, pero en muchas ocasiones lo evitan por los problemas de acceso», explicó Paraíso.
En su interior, la basura y montones de ropa pueblan habitaciones, cuartos de baño salones y cocinas. Hay cristales rotos, puertas con las manetas arrancadas y con agujeros y mamparas destrozadas, al igual que los sanitarios y las barandillas de las escaleras principales.
Una veintena de okupas desmantelan dos edificios, ahora destrozados y llenos de escombros, restos de comida y ropa
Los vecinos evitan pasar por esa calle, aunque confiesan que los moradores no provocan jaleos ni peleas. «Se les oye muy poco, pero, eso sí, el edificio está hecho ya una ruina. Le faltan ventanas y persianas y no quiero saber cómo estará por dentro», indicó un vecino, que prefirió mantener el anonimato para evitar represalias.
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Otro residente, Juan Antonio Conesa, cree necesario una actuación policial en la zona para echar a los okupas, aunque también propone ayudarles a través de Servicios Sociales. «En ese estado no pueden continuar. Esta situación está degradando aún más el barrio», indicó.
A la mayoría de los ocupantes de las viviendas se les puede ver durante el día en el Bulevar José Hierro. Algunos comen y cenan allí lo que recogen de colectivos sociales. Su rastro se ve en la basura que cada día campa a sus anchas en la zona baja del paseo y que los operarios de limpieza hacen desaparecer cada mañana.
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Ayuda de Servicios Sociales
Desde la Asociación de Vecinos de San Diego Centro Histórico, donde está incluido el Barrio Universitario, proponen reunir a todos los ocupas, estudiar cuáles son sus propósitos y ver si están dispuestos a pagar un alquiler social.
Su intención es «hablar con Servicios Sociales para ver de qué forma se les puede ayudar», comentó el presidente del colectivo vecinal, Tomás Sánchez. Fuentes del Gobierno local indicaron que la ocupación de viviendas es competencia exclusiva de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, dependiendo de su localización si es casco urbano o diputaciones. Desde la Concejalía de Seguridad, dependiente del edil Juan Pedro Torralba, han dado órdenes, en varias ocasiones, a los agentes municipales de realizar inspecciones para determinar en qué situación viven los ocupas. Tras ello, han pasado un informe a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado antes mencionadas.
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Solicitan la apertura del destacamento de la Policía todo el día
La Asociación de Vecinos San Diego Centro Histórica ha solicitado al Ayuntamiento la apertura del destacamento de la Policía Local, ubicado en la Plaza de la Merced, las 24 horas del días, para «incrementar su presencia por las tardes, las noches y los fines de semana», pidió el presidente del colectivo, Tomás Sánchez. Criticó que, ahora, tan solo está abierto por las mañanas de lunes a viernes, pero indicó que cuando «verdaderamente se necesita a los agentes es cuando no están».
El tercer edificio que está ocupado de manera alegal está en la calle Duque. Está junto al bar Ideal y su fachada tiene una red y una marquesina provisional, cuyos soportes están oxidados y anclados en la acera. En este caso es tan solo una persona la que vive en él. Pese a haber sido precintada la entrada al bloque por la Policía Local, dado el estado de semi ruina que presenta, el morador lo ha quitado, roto el candado y colocado otro.
Jardineras y arbolado
El aspecto del resto del barrio también deja mucho que desear. El bulevar central acusa falta de inversión. Las jardineras están descuidadas, algunas de ellas con las plantas secas y sin cuidar. Los árboles no han sido podados desde hace meses y hay baldosas hundidas, levantadas y llenas de hierbas y matorrales.
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En la parte alta del barrio, en la calle Grumete hay un solar de poco más de diez metros cuadrados, vallado, lleno de basura y con los matorrales que superan el metro y medio de altura. En la calle Alto, los vecinos denuncian que hay 'pisos patera', viviendas cuyas habitaciones son alquiladas a inmigrantes. Son habitados por más personas de las que se establece en función de su superficie. La falta de iluminación es otro de sus problemas. Por las noches, las calles están semi oscuras, por la escasez de farolas. En el bulevar, esta situación se acentúa, porque los árboles tapan los pocos puntos de luz que hay. Los vecinos también claman contra los coches mal aparcados y que circulan por zonas prohibidas. Por último, piden que las calles sean baldeadas más a menudo, para limpiar las manchas adheridas a los adoquines.
Los vecinos exigen inversiones urgentes para revitalizar la zona
Olvidados y desanimados. Así es cómo se sienten los vecinos del casco antiguo de Cartagena, ante el estado de semi abandono de muchas de sus calles. Culpan de la degradación de la zona a la falta de inversión. Además, critican que las que se han hecho y se están haciendo no son del todo de su agrado. Exigen llegar a más áreas ahora deterioradas, como Serreta, Caridad y Plaza de la Merced, dotar a la zona de más servicios y acelerar las mejoras planeadas por el ejecutivo liderado por Ana Belén Castejón a principios de su legislatura.
Especial queja tienen con los solares vacíos, a los que quieren dar uso. Su intención, según han transmitido al Ayuntamiento en un escrito es convertirlos en huertos urbanos o en zonas verdes con elementos reciclados. También propusieron usar el molino de Monte Sacro como un centro de interpretación, «que sirva para dar a conocer la zona», explicó el presidente de la Asociación vecinal, Tomás Sánchez.
Los residentes quieren que la alcaldesa acelere todos los proyectos prometidos hace dos años y que incluya otros en su agenda, como el arreglo integral de las calles Serreta y Caridad. «Son dos de las arterias principales de la ciudad y una referencia para muchos ciudadanos, pero su imagen es lamentable», denunció Sánchez.
Restauración de fachadas
Entre sus reivindicaciones también está la puesta en marcha de un verdadero plan para «restaurar las fachadas de los edificios del centro» y, sobre todo, «idear un proyecto para remodelar la Plaza del Lago». Se trata de una iniciativa que está en los planes municipales desde hace varios años, pero que ninguno de los últimos gobiernos ha sacado adelante.
Una de las pocas buenas noticias que han recibido durante los últimos años es que el Ayuntamiento ya les ha dado la autorización para buscar un bajo y convertirlo en local social, una de sus principales reivindicaciones.
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