Yolanda Muñoz dimite como presidenta del Puerto de Cartagena

Rendida a la evidencia de la falta de apoyos, en especial de su hasta ahora máximo valedor, Fernando López Miras, Yolanda Muñoz cedió este viernes por la tarde y dimitió como presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena. Se rindió ante la presión política y sindical desatada por su participación en una presunta trama de corrupción en el Puerto de Cartagena. Ocho días después de conocerse la denuncia de la Fiscalía sobre irregularidades en la adjudicación de contratos y en la selección de altos cargos, y dos días después de que el Juzgado de Instrucción 1 de Cartagena abriera diligencias penales, Muñoz se apartó de la institución. Desde fuera de ella, se defenderá del proceso donde el fiscal la señala por los indicios de haber incurrido en los posibles delitos de prevaricación y tráfico de influencias.

Tras otra mañana aferrada al cargo, anunció su renuncia en un comunicado. Fue horas después de que, en una curiosa y simbólica coincidencia, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, asistió en Cartagena al nombramiento del nuevo fiscal de área, David Campayo. Allí coincidió en el acto con el fiscal superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera, quien explicó a los periodistas el previsible avance en la investigación judicial a corto plazo. El jefe del ejecutivo regional evitó pronunciarse sobre el caso ante los periodistas. Su silencio acabó siendo reemplazado por las palabras de Muñoz.

«En el día de hoy, y tras mantener una conversación con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, he tomado la decisión de solicitar mi relevo al frente de la Autoridad Portuaria de Cartagena», hizo público la ya expresidenta a través de un comunicado. Y explicó: «Lo hago convencida de que es la mejor decisión en este momento, y con la firme certeza de defender la imagen de la institución a la que he representado con orgullo y dignidad, así como de la Región de Murcia».

Agregó que da este paso para hacer frente a «aquellos que pretenden aprovechar políticamente» la situación «y sembrar confusión tras las denuncias presentadas». De igual forma, pretende «aclarar ante la Justicia aquellos hechos que se investiguen».

La hasta ahora máxima responsable del Puerto, encuadrado en el Ministerio de Transportes (a través de Puertos del Estado), aseguró que continuará «trabajando para esclarecer cualquier atisbo de dudas». Y sacó pecho por su gestión de «estos años», en los que se ha ocupado de «incrementar las oportunidades y vías de negocio para el Puerto, la ciudad de Cartagena y toda la Región de Murcia».

Una vez fuera de la institución, Muñoz confía en «la Justicia y los mecanismos puestos en marcha para demostrar mi integridad y la del personal que forma parte de la Autoridad Portuaria».

El jueves, las exigencias de renuncia llegaron desde el Partido Popular, al que pertenece Muñoz: el gobierno municipal de Cartagena, liderado por Noelia Arroyo, apoyó en el Pleno una moción de Podemos para reclamar el cese; y el consejero portavoz del Gobierno regional, Marcos Ortuño, mostró la puerta de salida a la presidenta portuaria, al afirmar: «Estará a la altura de las circunstancias y tomará la decisión más adecuada».

Muñoz se resistió a dejar el cargo, argumentando que no había tenido tiempo de dar «explicaciones» ante la Justicia para «aclarar» todas las sospechas. Mostró su confianza en que esa citación llegaría pronto, pero el tiempo político y el judicial avanzaron por separado. Y el primero, reflejado en el reloj del PP, impuso su ley.

Ahora, queda pendiente conocer a qué persona propondrá López Miras al Gobierno central como relevo en el Puerto. Una de las posibilidades es que opte por alguien de un perfil técnico, para evitar cualquier controversia en el plano político. También está por ver si Muñoz renunciará también a sus cargos orgánicos en el PP, donde es secretaria de Transportes del Comité Ejecutivo regional y presidenta del partido en Las Torres de Cotillas.

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