El Ministerio prevé mantener el campamento del Naval de Cartagena mientras persista la crisis migratoria
Las instalaciones junto al hospital militar también reciben a usuarios del CATE del Espalmador pasadas las 72 horas legales ante la falta de sitio
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, no tiene expectativas de cerrar el centro de atención, emergencia y derivación (CAED) instalado en la dependencias ... exteriores del antiguo Hospital Naval de Cartagena, mientras persista este drama migratorio que afecta a España y que se deja ver en varias provincias españolas, según fuentes vinculadas al centro de acogida, dependiente del Ministerio de Defensa. La última fecha de cierre que dio este departamento estatal fue julio.
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La ONG Accem, encargada de la gestión del campamento, defiende también la necesidad de estas instalaciones ante la emergencia nacional, pese a que Cartagena ya es una ciudad de llegada de 'sin papeles', y reivindica la distinción de conceptos. Hasta la fecha, solo hay Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en Ceuta y Melilla, cuya diferencia con el CAED del antiguo hospital militar es la temporalidad, dado que la estancia media de los usuarios es de un mes, y el tipo de residencia, que se centra en traslados.
Asistencia
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2.000 inmigrantes han pasado por el campamento del Naval desde su apertura en noviembre. La mayoría de ellos se han marchado de la Región con sus redes de apoyo y «no hay nadie en situación de calle, tampoco usuarios del centro mendigando», aclara Mohammed Kebaili.
Las instalaciones del Naval también están absorbiendo a los usuarios del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) cuando pasadas las 72 horas legales deben abandonarlo y no tienen acceso a ninguna plaza de acogida en asociaciones por el volumen de llegadas. Además del CATE ubicado aún en El Espalmador, hay otros tres en las ciudades andaluzas de San Roque (Cádiz), Almería y Motril (Granada).
El Ministerio dirigido por Elma Saiz habilitará dos plantas del hospital militar, cerrado desde 2012, para convertirlo en espacio de intervención y entrevistas con las personas acogidas. No obstante, según este departamento ministerial, «no se van a ampliar las plazas respecto a la capacidad disponible en la actualidad», que está en 750 personas.
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Desde su apertura en noviembre del pasado año, han pasado por el campamento ubicado en Tentegorra 2.000 inmigrantes, de los que la mayoría se han desplazado fuera de la Región con sus allegados. Las instalaciones de Accem emplean a 194 personas en cinco turnos de trabajo todos los días, y 81 profesionales más en el resto de dispositivos y programas de ayuda que desarrollan en el municipio de Cartagena. Los usuarios se levantan a las siete de la mañana y desayunan de 8 a 10 horas. A partir de ahí, comienzan sus citas con los especialistas y talleres, de los cuales el castellano es el más demandado. El centro está abierto de 10 a 22 horas.
Incertidumbre
La respuesta vecinal y política ha conocido diferentes estados, desde la incertidumbre inicial a la calma, hasta las actuales quejas por ruido, suciedad y seguridad. «No hemos tenido ningún conflicto en el interior del centro, ni tampoco vecinal», asegura el responsable territorial de Accem, Mohammed Kebaili.
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Sobre las formaciones políticas que cuestionan a las ONG se pregunta: «¿Quién iba a atender a estas personas si no existiéramos?». Pide que esos partidos aporten soluciones. «Es necesario contar con inversiones y planes de integración social a nivel local, regional, estatal y europeo, donde cada entidad asuma su responsabilidad. Tenemos que dejarnos de reproches y centrarnos en las personas», concluye.
Accem ofrece 1.135 plazas en sus diferentes dispositivos de acogida
Accem inició su andadura en Cartagena hace dieciocho años con un dispositivo de emergencia en el barrio de San Antón. En 2008, con la incorporación de Mohammed Kebaili, abrió una nueva línea de trabajo: los centros de emergencia social en asentamientos para la población inmigrante llegada a las costas cartageneras, que queda en situación de calle y desprotegida por sus redes sociales y familiares. La ONG se instaló en Las Seiscientas en el año 2010, donde trabaja con los vecinos del barrio y los cartageneros más vulnerables que se han quedado descolgados por la crisis económica. Activa dispositivos de acogida para personas sin hogar, reparto de comida y actividades. En colaboración con el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) desarrolla proyectos de mejora de la empleabilidad de personas en situación de exclusión social y de lucha contra la pobreza, como sufragar los gastos de alquiler, que mantiene hasta la fecha junto a Fomento.
La crisis de desplazados de Siria acontecida en 2015 obligó a la ONG a crecer con alojamientos de media estancia y de emergencia para adaptarse a las nuevas necesidades. Dos años después llegaron los refugiados afganos y también Accem fue la primera en arrimar el hombro cuando en 2022 la invasión rusa hizo que los ucranianos buscarán asilo en Cartagena. Accem tiene un total de 1.135 plazas en sus diferentes dispositivos, –incluido el campamento del Naval–, dirigidos a protección internacional, refugiados y solicitantes de asilo. También proporciona plazas de atención humanitaria para vulnerables en pisos, hostales y residencias. Sus programas atienden a mujeres víctimas de trata y otras violencias, así como a jóvenes. El modelo de Accem es normalizar la vida de las personas en los núcleos urbanos, donde la ONG considera que se construye la integración.
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