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Los 308 aspirantes a policía local luchan por 21 plazas en Cartagena
Las prejubilaciones del subinspector jefe y de varios mandos por el nuevo real decreto merman la dirección cualificada del cuerpo
El nuevo real decreto que permite a los policías locales retirarse con 59 años de edad, si llevan un mínimo de 37 cotizados, no solo va a generar un agujero en la escala básica de la Policía Local de Cartagena, que antes del verano perderá por jubilaciones y prejubilaciones a medio centenar de agentes de los 280 que la componen. También la descabezará, porque ante esa situación el subinspector jefe, Eusebio Serna Muñoz, ya ha anunciado a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, que también se acogerá a dicha medida. Algunos de sus mandos valoran seguir sus pasos. Salvo que una gestión del equipo de gobierno municipal lo remedie, la máxima autoridad será en abril un sargento de los tres que quedan en activo, forzado por la jubilación de oficiales y del subinspector que dirige el cuerpo desde que en diciembre de 2015 dimitió su último inspector jefe, Manuel Asensio.
La nueva normativa da a los agentes que cumplen los requisitos y quieren dejar de trabajar en 2019 un plazo hasta el día 31 de enero para comunicarlo al Ayuntamiento. Los sindicatos en el cuerpo municipal de seguridad han cuantificado que entre los funcionarios que cumplen 65 años y los que pueden acogerse a los beneficios del nuevo real decreto hay 47. Este año no habrá un relevo compensando en la plantilla, puesto que las oposiciones que comenzaron ayer solo permitirán reponer 25 agentes: cuatro trabajan en otros municipios y piden el traslado, por lo que su incorporación será inmediata; pero los 21 restantes serán de nuevo ingreso y hasta finales de este año no tomarán posesión como funcionarios.
Entre quienes han expresado -alguno incluso ya lo ha tramitado- su deseo de prejubilarse también hay cabos, sargentos, el único oficial que queda en la plantilla y el subinspector que la manda. El todavía jefe del cuerpo, que tiene 60 años, explicó a la alcaldesa que su intención era mantenerse en activo al menos hasta los 63 o los 64. Pero la falta de escala de mando le ha llevado a precipitar su marcha, porque dice «que la situación es inaguantable», indicaron a 'La Verdad' fuentes municipales de máxima solvencia.
La plantilla perderá este año medio centenar de efectivos y bajará de los 240 por el decreto para retirarse a los 59 años
Ante los responsables políticos, Serna recordó que hace una década, siendo inspector jefe Antonio García Ruiz, había una estructura de mando compuesta por dos subinspectores, cuatro oficiales y doce sargentos. Lideraban una plantilla de más de 300 agentes. Por encima de todos ellos hubo incluso un director general, cargo de designación política en el que se apoyó la alcaldesa Pilar Barreiro para la toma de decisiones en sus dos últimas legislaturas. Primero nombró al inspector jefe de la Policía Nacional Carlos Nieto y, después, al comisario del mismo cuerpo Juan Antonio Calabria, que ejerció hasta 2015.
Diez años sin refuerzos
La imposibilidad de convocar oposiciones durante los años más duros de la crisis, en la anterior legislatura, y los retrasos, cuando se autorizó en la actual la tasa de reposición, han llevado a la Policía Local a quedarse con un subinspector, un oficial y tres sargentos. En diez años no ha habido refuerzos de plantilla y los ascensos han sido contados. «Hacer el trabajo de siete mandos tiene un riesgo legal enorme», destacaron las mismas fuentes.
La marcha del jefe irá acompañada en marzo de su actual 'número dos'; tres sargentos tendrán el mayor rango
La marcha del subinpsector irá acompañada, previsiblemente, del único oficial de la plantilla tras la reciente prejubilación del segundo que quedaba en activo. Serna tiene previsto comenzar en los próximos días a disfrutar de los dos meses de vacaciones con los que obsequian a los prejubilados, así como los días libres que le corresponden. No tiene previsto volver a vestir el uniforme antes del 30 de mayo, fecha en que oficializará su salida. Desde finales de este mes hasta marzo, ejercerá como jefe accidental el oficial José Clares, que puede prejubilarse en primavera.
Fuentes policiales destacaron el «enorme agujero» que tanto las salidas de agentes como de mandos generará en el cuerpo en Semana Santa y en verano, que es cuando más efectivos se precisan para organizar, supervisar y cubrir los turnos especiales de trabajo.
El equipo de gobierno sopesa traer policías de otros municipios en comisión de servicios para organizar el cuerpo
El equipo de gobierno municipal no ofreció información al respecto. Pero en su entorno indicaron que se barajan varias opciones para afrontar las prejubilaciones de mandos. Una de ellas sería traer oficiales y sargentos en comisión de servicios de otras localidades. También gestionar la vuelta del inspector jefe Manuel Asensio, que ocupa una plaza en la Concejalía de Hacienda desde que en diciembre de 2015 dejó el cargo que había ocupado durante seis años, cuestionado por el equipo de gobierno de Pilar Barreiro y algunos sindicalistas de UGT. A la jefatura accedió desde un puesto de sargento, tras ganar una oposición convocada para relevar a Antonio García Ruiz, que pasó al frente de la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Cartagena y pronto se jubilará. Pero Asensio decidió volver a otra plaza municipal de su 'propiedad' cuando se sintió cuestionado por el equipo de Barreiro y grupos sindicales en disputa por la influencia entre los agentes.
El Ayuntamiento tiene pendiente este año la convocatoria de un concurso oposición para la incorporación de un subinspector, un oficial, tres sargentos y un cabo. Las pruebas para ocupar estos tres últimos empleos por promoción interna, en sustitución de mandos jubilados, arrastran un retraso de más de un año, debido al recurso que un sindicato presentó y ganó el pasado octubre en el Juzgado de lo Contencioso-Adminstrativo de la ciudad. Después, la alcaldesa se comprometió a negociar con los sindicatos para desbloquear esa situación. En los tres últimos meses no ha habido novedades.