Hidrogea iniciará en Cartagena un plan de mejora de la red de agua con casi el doble de dinero que el anterior

Entre las renovaciones confirmadas están la de las tuberías subterráneas de la Plaza de la Merced, que conectarán la red del Barrio Universitario con la que ya fue modernizada en las calles Saura y Subida a San Diego. También está en cartera el recambio en la calle Sor Francisca Armendáriz. Asimismo, en el Ensanche hay prevista una revisión exhaustiva de todos los colectores entre la estación de bombeo que se construirá junto al estadio Cartagonova, para sustituir a la de la Plaza de España, y la que fue reparada en la de Severo Ochoa y que lleva las aguas residuales a Cabezo Beaza.

Los diez millones de euros casi multiplican por dos los seis del plan de mejoras realizado entre 2017 y 2020. «Es una prueba de la eficiencia de la gestión del ciclo del agua que lleva a cabo Hidrogea. Después de generar un primer superávit, entre 2011 y 2014, hubo una rebaja media de ocho euros por recibo y bimestre para cada hogar. Posteriormente los precios quedaron congelados y aun así, se ha generado ese dinero, que automáticamente va a ser empleado en nuevas obras de mejora», explicó a LA VERDAD un portavoz municipal.

En una sesión celebrada el pasado miércoles, la Junta de Gobierno Local dio su visto bueno a la nueva estructura tarifaria. «Se trata de la aprobación inicial. Tiene que pasar por Pleno en la sesión que tendrá lugar a finales de este mes y luego habrá un plazo de alegaciones», indicaron las fuentes consultadas. El calendario que maneja el equipo de gobierno que dirige la alcaldesa, Noelia Arroyo, establece que entrarán en vigor después del verano. Eso liberará los diez millones previstos.

Las necesidades son crecientes en una red que acusa un elevado grado de obsolescencia. Las tareas de mantenimiento que realiza el personal de Hidrogea ya no son suficientes y es necesario cambiar tramos enteros de tuberías, muchas de ellas de plomo, por otras de plástico, que son más resistentes.

Algunas de las obras que fueron consideradas más urgentes ya están hechas. En 2013 y 2014 se sustituyeron íntegramente las canalizaciones en Capitanes Ripoll y Alfonso X. También el eje formado por las calles Alfonso XIII y Marqués de Floridablanca, en Los Dolores, en 2017. En una segunda fase, entre 2017 y 2019 se mejoró la red en la calle Saura, se hizo un nuevo colector para impedir las inundaciones en la avenida principal de El Albujón y se conectó el alcantarillado con parte de Santa Ana, para dar servicio entre otras instalaciones a las que tiene allí la ong Ápices. Seis millones de inversión formaban ese primer programa de obras, incluidos los casi tres de la nueva depuradora que sustituirá a la de la Plaza de España.

La remodelación de la Plaza de la Merced inaugurará el nuevo plan de mejoras. Fue presentada por Arroyo y por la vicealcaldesa y concejal de Urbanismo, Ana Belén Castejón, el 25 de marzo. Entonces se anunció como una iniciativa de inicio «inminente». Cultura ha dado el visto bueno a la actuación. Arroyo considera prioritario tenerla terminada antes de la próxima Semana Santa. A la renovación de la red de aguas se une una remodelación funcional en superficie.

Toda la plaza quedará al mismo nivel. Se eliminará el aparcamiento de la ORA, se instalarán juegos infantiles y se renovará el mobiliario urbano. Las cuatro palmeras que ocupan la parte central será reubicadas y una valla retráctil delimitará la zona peatonal del yacimiento, que permitirá ver los trabajos arqueológicos. Además, las zonas verdes serán adecentadas y habrá una nueva plantación de especies vegetales. El proyecto incluye mantener la actual calzada solo en el flanco de la calle San Diego. Para llevar a cabo estos trabajos se estima una inversión de 250.000 euros, con el dinero de Hidrogea

Hay prevista una segunda fase, que será ejecutada de manera paralela a la primera. Consistirá en la excavación total de la plaza para comprobar los restos que hay bajo tierra aún y ver de qué forma se pueden poner en valor. Las prospecciones arqueológicas comenzarán en la zona que ya está al descubierto y en la que hay una vía romana de hace dos mil años a la vista. Posteriormente irán avanzando hacia la calle San Diego, donde los arqueólogos tienen acreditado que hay restos púnicos.

En este caso, se ha estimado un gasto de 400.000 euros, que será cubierto con fondos municipales. Tras ello, entre los arqueólogos y los técnicos municipales estudiarán de qué forma se puede musealizar la zona y su viabilidad, según explicó la vicealcaldesa, en la presentación del proyecto hace más de dos meses. El plazo de ejecución de la excavación será de siete meses, aproximadamente, a los que posteriormente se sumarán cuatro más para la redacción de la memoria arqueológica.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Asociación de Vecinos San Diego, que colaboró con un equipo de arquitectos de la Universidad Politécnica (UPCT) en un proceso de consulta que tuvo lugar el año pasado.