El 'Hespérides' zarpa hacia la Antártida en 'modo burbuja'

El buque insignia de la ciencia española ya navega rumbo al Polo Sur. El buque de investigación oceanográfica 'Hespérides', de la Armada Española, zarpó a mediodía de este jueves desde el Arsenal de Cartagena para afrontar su vigesimosexta campaña antártica, más dura que las anteriores porque la restricciones anti Covid impedirán a su dotación bajar a tierra durante los próximos 156 días y por el recuerdo del año pasado, cuando, de camino, suspendió la misión por un contagio masivo a bordo que se cobró la vida del sargento primero Francisco Rodríguez.

A la memoria del suboficial va dedicada la Campaña 2021-2022, según el comandante del barco, el capitán de fragata Tomás Cordón Scharfhausen. «No pisaremos tierra cuando lleguemos a un puerto. Hay que mantener la burbuja contra la Covid-19 al menos los cuatro primeros meses. Va a ser un reto y un esfuerzo mayor para una dotación que ya está acostumbrada a hacer sacrificios», dijo, antes de despedirse del almirante de Acción Marítima, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, y embarcar.

En esta ocasión no hubo sentidos abrazos ni besos en el Muelle Juan de Borbón. Apenas una veintena de familiares y representantes de unidades navales tuvieron que despedirse de seres queridos y compañeros desde la distancia. Y no fue por la fina lluvia que caía en ese momento sobre Cartagena, cuya única consecuencia sobre lo organizado por la Armada fue acortar el repertorio de marchas militares que interpretaba la banda de música del Tercio de Levante, levantando el ánimo en el adiós. La Covid-19 sigue condicionándolo todo. Los 59 miembros de la dotación cumplieron el protocolo de prevención que marca la Armada para embarcar, que incluye un autoconfinamiento en casa y la reducción al máximo de la interacción social. Recientemente recibieron la tercera dosis de la vacuna y el uso de la mascarilla se mantendrá a bordo hasta que haya certidumbre de que el coronavirus no viaja desde España.

La misión principal del buque en aguas antárticas es servir de plataforma para 18 proyectos científicos, así como proporcionar asistencia logística a las dos bases españolas en aquella zona: la Gabriel de Castilla y la Juan Carlos I. Uno doscientos científicos, en su mayor parte nacionales, rotarán a bordo hasta que acabe el último de esos trabajos, muchos de ellos relacionados con el estudio del cambio climático y su afectación al continente helado. Su llegada a Cartagena está prevista para el día 22 de mayo de 2022, tras haber navegado más de 26.000 millas náuticas, el equivalente a más de una vuelta al mundo.

A bordo se desarrollarán los proyectos 'Dracc' y 'Antom-2'. El primero pretende identificar las edades de los principales eventos y procesos tectónicos, oceanográficos y climáticos que conducen a la separación de la Antártida y América del Sur, así como a determinar su relación con la evolución climática global, entre otros aspectos. El segundo se centra en cuantificar las entradas atmosféricas de contaminantes orgánicos emergentes y de materia orgánica antropogénica en el océano Austral, y analizar su relevancia biogeoquímica. Este proyecto podría llevar al 'Hespérides' a los 71º Sur, la máxima latitud alcanzada por el barco en el hemisferio sur.

Los marinos y marineros del 'Hespérides' fueron despedidos en el Muelle Juan de Borbón del Arsenal por apenas una treintena de familiares, debido a las restricciones por el coronavirus, y representantes de unidades navales de Cartagena. A diferencia de anteriores expediciones antárticas, no habrá escala en las Islas Canarias antes de adentrarse en el Atlántico. Tras el cruce del océano, tras las fiestas navideñas y de Año Nuevo, el buque recalará en los puertos argentinos de Mar del Plata y Ushuaia por motivos logísticos y de aprovisionamiento. Desde la población más austral del planeta, zarpará en demanda de las islas Shetland del Sur, donde se ubican las bases españolas, para realizar todas las tareas de apoyo a la ciencia que tiene encomendadas. De regreso, tras el cierre de ambos destacamentos coincidiendo con el final del verano austral, volverá a Ushuaia para dejar material y la última rotación de científicos.

Su llegada a Cartagena está prevista para el día 22 de mayo de 2022. Habrá dejado atrás 26.000 millas náuticas, el equivalente a más de una vuelta al mundo, y un necesario encierro de cinco meses en beneficio de la ciencia.

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