Hallan 3.000 kilos de hachís tras evitar el naufragio de un barco con dos tripulantes en Cabo de Palos

Una amplia y rocambolesca operación de rescate de dos tripulantes de una embarcación de recreo a unas 4 millas al norte de Cabo de Palos, quienes lanzaron un SOS porque la nave se iba a pique, derivó este viernes en el descubrimiento de un alijo de ochenta fardos de hachís, con un peso cercano a las tres toneladas. Agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) descubrieron la droga en el interior del barco, después de que este fuera remolcado hasta Torrevieja para evitar el naufragio. Mientras, la Benemérita mantiene activa la búsqueda de los dos narcotraficantes, que el jueves por la noche huyeron tras ser trasladados a Cartagena por Salvamento Marítimo (Sasemar).

Se da la circunstancia de que, ante el riesgo de ahogamiento de estos dos hombres, el buque 'Mimosa', de Sasemar, y un helicóptero de la Armada interrumpieron las tareas de localización de los restos del comandante de la Patrulla Águila Eduardo Fermín Garvalena, en La Manga. Para entonces, ya había datos del accidente aéreo que permitían confirmar la muerte del piloto, quien se estrelló en el Mediterráneo con un avión de la Academia General del Aire (AGA).

Fuentes conocedoras del alijo explicaron a LA VERDAD que los tripulantes del barco, de unos siete metros de eslora y cuyo punto de atraque está en un puerto deportivo de la localidad alicantina de Torrevieja, pidieron ayuda hacia las siete y media de la tarde del jueves. Una vez rescatadas, estas dos personas, de nacionalidad española y unos treinta años de edad, fueron identificadas en Cartagena.

El relato ofrecido por los tripulantes y la situación del barco, que había quedado semihundido, ofreció a las autoridades indicios de que el accidente podía estar relacionado con el tráfico de drogas. Una vez trasladada la embarcación hasta Torrevieja, cuyo traslado tuvo la escolta del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Alicante, el equipo de GEAS halló los fardos. También detectó aparentes signos de que los narcotraficantes intentaron hundirlo para hacer desaparecer la carga ilegal.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que los tripulantes tuvieron problemas con el motor y, al temer quedarse en mitad del mar y ser sorprendidos con casi tres mil kilos de 'chocolate', decidieron mandar a pique el barco. Según las fuentes consultadas, uno de los fugitivos tiene antecedentes por tráficos de sustancias estupefacientes.