Los S-80 y las fragatas F-110 aseguran la carga de trabajo en Navantia Motores hasta 2027
El mantenimiento y revisión de los 311 propulsores de los buques de la Armada ya supone la mitad de las tareas en la planta
La carga de trabajo en la unidad de motores de Navantia ha alcanzado su punto álgido desde que acabó con la construcción de los propulsores ... de las corbetas saudíes, hace ya un año y medio. A la fabricación y montaje de los que llevará el tercer submarino de la clase S-80 y a los trabajos de mantenimiento de todos los buques de la Armada, se ha sumado ya la construcción de los que llevarán las cinco fragatas F-110, cuyo proyecto en los astilleros públicos dio comienzo en abril. Desde los que están en las naves de fundición, pasando por la zonas de perfilado, montaje y revisión, trabajan ya a pleno rendimiento casi trescientos obreros en las instalaciones. Alrededor de 140 son de plantilla propia y un número similar pertenecen a empresas auxiliares de Cartagena. Todos ellos hacen frente a un volumen de trabajo que asegura la viabilidad del departamento, al menos, hasta 2027, según el director de la fábrica de Motores, Ignacio del Pino.
Navantia y la empresa alemana MTU Friedrichshafen GmbH, del Grupo Rolls-Royce, firmaron un acuerdo para la fabricación de los veinte motores de la serie 4000, que serán integrados en las nuevas fragatas F-110, que son construidas para la Armada Española. Cada una de las embarcaciones estará propulsada por una turbina de gas GE LM2500 y cuatro motores diésel. Se trata de un sistema de propulsión que combina diésel, electricidad y gas, que le dará una capacidad para alcanzar una velocidad máxima de más de 25 nudos.
Protección de la flota
Los nuevos buques se utilizarán en aguas oceánicas y litorales para la protección de la flota española, para la seguridad marítima y para las misiones conjuntas. Las cinco sustituirán a las fragatas de la clase Santa María. El primer motor de los cuatro que llevará la primera unidad ya está casi finalizado. Está en una de las naves de la fábrica, junto a un propulsor del S-83 y los del cazaminas 'Turia'. Estos últimos fueron desmontados y reparados en su totalidad tras el accidente de la embarcación, el 27 de agosto de 2019 frente a La Manga, mientras buscaba restos del avión accidentado de la Academia General del Aire (AGA).
A ese trabajo hay que sumarle el de la construcción de los motores del submarino S-83 y S-84. Cada uno de ellos lleva dos y un generador diésel. Estos están dotados con el sistema DAR (Diesel Alternadores Rectificadores), que permiten la carga de sus baterías y pueden suministrar directamente energía al motor eléctrico principal.
Los equipos del cazaminas 'Turia', encallado frentea La Manga en 2019, ya están arreglados y listos para ser montados
La Fábrica de Motores de Navantia, donde trabajan Directora Corporativa de Sistemas y Servicios, María Antonia Gómez, y el Jefe de Producción de Motores, Pedro Zueco, hace el seguimiento, el control, la planificación y la ejecución del mantenimiento de los 311 motores instalados en los distintos tipos de buques de la Armada, un total de 77, lo que supone más de 90% de la totalidad de la flota. El resto son pequeñas lanchas. El personal da cobertura en cualquiera de los arsenales españoles: Ferrol, Cádiz, Las Palmas y Cartagena.
Además de las labores propias de mantenimiento en los arsenales, también da servicio en cualquier lugar del mundo, para asistir posibles incidencias en un plazo de tiempo inferior a 72 horas. Ello permite que los barcos que ya estén desplegados puedan seguir participando en misiones humanitarias, de vigilancia y defensa por el mundo
Realidad virtual para arreglar los barcos de las armadas
El mantenimiento de los buques, sobre todo los de la Armada, es uno de los principales negocios para Navantia. Sus directores saben que la reacción ante la avería de un propulsor debe ser rápida y eficaz y en menos de 72 horas, para evitar males mayores. Para ello, en un primer momento usan la realidad virtual, un sistema por el que en tan solo unos minutos después de que el capitán del barco avise al astillero del fallo en el motor, los técnicos ya pueden entrar a hacer un primer chequeo de la máquina. Lo hacen a través de unas gafas de realidad aumentada conectadas a internet que escenifican el lugar. Así pueden ir indicando a la tripulación cómo solucionar el problema de una forma rápida y sencilla, hasta la llegada de los técnicos.
Central nuclear de Trillo
A ello se le une el mantenimiento de los ocho motores diésel de salvaguardia y de los cuatro de emergencia de la central nuclear de Trillo, en Guadalajara. Estos trabajos tienen vigor hasta 2029, según el último contrato firmado entre ambos organismos. Navantia fue el fabricante original de estos motores bajo licencia de MTU Friedrinchhafen durante la década de los 80. Desde entonces, este departamento se encarga de realizar el mantenimiento a estas máquinas.
Los cerca de trescientos empleados que trabajan cada día en esta sección del astillero se unen a los que ya entran cada día para afrontar proyectos que la plantilla propia no puede desarrollar. Lo hacen, entre otras unidades, en la de reparaciones, donde actualmente hay varios barcos, y en la zona de construcción de los submarinos de la clase S-80.
La dirección de la empresa pública, participada en su mayor parte por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), continúa vendiendo las bondades de esta unidad de trabajo. Ya van detrás de conseguir nuevos contratos, como el del mantenimiento de 16 lanchas misileras de Kuwait (un país árabe del Golfo Pérsico). El trabajo que se llevará a cabo, según Del Pino será la remotorización. En ciernes también está la revisión de los motores del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, aunque más importante será la consecución del mantenimiento de los motores de los carros de combate del ejército.
De todo ello, casi el 50% del trabajo anual de estas instalaciones del astillero es el servicio de mantenimiento de los barcos de la Armada y de la central nuclear de Trillo. El resto llega de contratos con la propia Armada y externos.
Exposiciones, charlas y visitas para celebrar el 75 aniversario
La fábrica de motores de Navantia ha preparado un amplio programa de actividades para celebrar en este segundo semestre del año su 75 aniversario. Habrá una jornada de puertas abiertas, una exposición fotográfica, un ciclo de charlas y una serie de visitas institucionales hasta finales de este año.
Para conmemorar esta efeméride, se ultima un libro que recogerá de forma gráfica los acontecimientos y los principales hitos de la unidad durante sus 75 años de vida. También, explicó el director de la fábrica de Motores, Ignacio del Pino, «hemos solicitado y se encuentra en fase de valoración la impresión de un cupón con la efeméride del nacimiento de la fábrica».
El programa también incluye una jornada en la que «los jubilados que han salido del astillero en los últimos años realicen una visita guiada por las oficinas y talleres, con el objetivo de que vean los cambios y la transformación que ha tenido lugar», añadió Del Pino.
Conferencias
En una ubicación aún por determinar del puerto, Navantia montará una exposición fotográfica con imágenes antiguas y actuales de las instalaciones. También habrá charlas, que impartirán trabajadores del astillero. Las temáticas versarán sobre energías limpias, innovación y futuros proyectos, entre otras. La dirección organiza unas visitas para representantes de instituciones, colectivos y asociaciones.
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