Detenidos otros dos 'pateristas' argelinos en la Región de Murcia, uno de ellos menor
La Policía les acusa de llevar hasta aguas de Cabo de Palos a trece personas en una barca de 5 metros de eslora; cada ocupante pagó unos 6.000 euros
Nuevo golpe a las mafias de las pateras. Agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Cartagena detuvieron esta semana a otros dos pilotos al servicio de las organizaciones criminales radicadas en Argelia. Son dos hombres de nacionalidad argelina, uno de ellos menor de edad, acusados de sendos delitos de tráfico de seres humanos por trasladar en una embarcación hasta aguas españolas a trece personas. Tres son mujeres.
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La mayoría de los ocupantes eran jóvenes argelinos, si bien también había sirios y marroquíes. El juez de guardia acordó el ingreso provisional en prisión del adulto y la Fiscalía de Menores, el internamiento del otro arrestado «en un centro de reforma, en régimen cerrado», indicó la Policía.
Estos arrestos se suman a los de otros veinte individuos acusados de pilotar varias de las 40 embarcaciones detectadas en julio, durante el intento de entrar de forma ilegal en España. Así lo desveló el domingo LA VERDAD.
La última patera fue interceptada el lunes frente a Cabo de Palos. Fue «la primera de las llegadas tras la importante oleada de julio», añadieron en la Comisaría. Uno de los pilotos «resultó ser un menor de edad». Los agentes lo acreditaron «tras las pruebas médicas realizadas y el posterior examen forense, que determinó que le podrían faltar escasos meses para alcanzar la mayoría de edad», es decir los 18 años.
Sin medios ni saber nadar
«Fruto de la reconstrucción de los hechos, se constató que los inmigrantes fueron captados en distintos lugares de Argelia. Tras pagar cada uno unos 6.000 euros, fueron trasladados en vehículos, previo paso por pisos clandestinos de una organización criminal, a la playa Sidi Lakhdar, en la provincia de Ain Defle. Allí, esperaron a ser recogidos por la patera y emprendieron el viaje. Evitaron ser detectados por la guardia costera argelina», añadieron en la Comisaría.
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En este caso, «los organizadores utilizaron una embarcación de fibra de vidrio, de unos cinco metros de eslora, en la que los inmigrantes viajaban hacinados y en condiciones de altísima vulnerabilidad, para un trayecto de casi 150 millas náuticas». Algunos no sabían nadar y no se cumplían las mínimas medidas de seguridad, como portar chalecos salvavidas, bengalas y radiobaliza. El peligro también derivó de que, para alimentar el motor, los 'pateristas' «utilizan bidones de gasolina conectados directamente a aquél». Ello supone un riesgo de deflagración, al no tratarse de un sistema estanco, y de reacciones químicas que causan quemaduras en la piel.
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