Borrar
Representantes políticos locales y regionales, durante el minuto de silencia celebrado ayer en la puerta del Palacio Consistorial José María Rodríguez / AGM

El criminal de Canteras se anticipó al plan de protección de la Guardia Civil para la víctima

El instituto armado no tuvo tiempo de aplicar el protocolo porque la agresión mortal fue en la hora posterior a la única denuncia

Antonio López

Cartagena

Miércoles, 27 de septiembre 2017, 03:18

Comenta

Cuando todo el mundo se pregunta qué falló para que Rosa María S. P. se convirtiera el lunes en la tercera víctima de la violencia machista en la Región este año, parece más claro que las circunstancias jugaron en contra de esta chica de Canteras la mañana en que su exnovio le arrancó de dos puñaladas toda la prometedora vida que puede tener por delante una persona con tan solo 20 años. A falta de lo que concluyan las auditorías internas de la Guardia Civil en este caso, la sorpresiva rapidez con la que actuó el presunto criminal, Adrián S.C., de 22 años y natural de Málaga, impidió al instituto armado poner en marcha el protocolo que tiene establecido en casos de denuncia por acoso y amenazas a mujeres por parte de sus exparejas. La chica fue asesinada en la hora siguiente a ir al cuartel de la calle Ángel Bruna, acompañada de su abuela, para poner la primera denuncia contra quien había sido su novio durante cerca de año y medio, según informaron fuentes vinculadas a la investigación.

La Guardia Civil actúa de manera específica cuando registra una denuncia de esa naturaleza. Su protocolo se activa automáticamente cuando los implicados son pareja sentimental, o lo han sido, sea cual sea el tiempo transcurrido desde la separación. Nada más recibir la denuncia, la Unidad Viogen analiza y valora el riesgo para la mujer, e inmediatamente moviliza a sus agentes para localizar al denunciado y tomarle declaración. Tras ello, y a la vista de sus manifestaciones, se procede a su detención y se remite el caso al juez de guardia para que adopte las primeras medidas. El crimen de Canteras fue cometido cuando los agentes procedían a la localización del denunciado.

Representantes políticos repudian el asesinato y participan en un minuto de silencio en el Ayuntamiento

El detenido continúa hospitalizado en el Santa Lucía con cortes y una perforación de pulmón

Investigan si hubo contacto

El mismo cuerpo armado confirmó a 'La Verdad' que, aparentemente, entre los jóvenes no hubo contacto físico ni se vieron de forma previa a la denuncia. Tratan de confirmar si el agresor se puso en contacto por teléfono durante los días previos al fatal suceso o si intentó quedar con ella, ya que vecinos de la zona aseguran que vieron al presunto agresor merodeando por la urbanización Los Tajos durante el fin de semana. Otras fuentes aseguraron que también fue visto la noche anterior al crimen por el campamento de las fiestas de Carthagineses y Romanos, donde Rosa María estuvo en compañía del chico con el que salía ahora y de otros amigos.

Según fuentes de la investigación, la chica, tras firmar la denuncia en el cuartel, se marchó acompañada por sus abuelos a su domicilio, en el número 1 de la calle Lucena. Allí subió al primer piso de la casa tipo dúplex, donde vive con su madre y su hermana menor, y dentro se encontró a Adrián, que pudo entrar a través de un balcón trasero. Para ello se ayudó de una escalera telescópica de cuatro metros de altura comprada minutos antes en una ferretería del barrio, por algo más de cien euros.

Tras una fuerte discusión, Adrián le habría asestado primero una cuchillada en el pecho, muy cerca del corazón, según la primera hipótesis de la Guardia Civil. La otra se la dio en el cuello, una vez que yacía en el suelo. No obstante, los encargados del caso esperan el informe de la autopsia.

Un vecino del barrio, Juan Núñez, subió al piso al escuchar los gritos de la joven y de su abuela. «Cuando llegué a la puerta de arriba la vi entreabierta. Pude observar al chico cómo sujetaba a la chica por el brazo y en la otra mano cómo sujetaba un cuchillo, que había cogido de la cocina. Entonces intenté abrir la puerta, pero el chaval me lo impidió. Puse el pie para evitar que la cerrara, pero apretó tanto que finalmente le puso el pestillo», contó a 'La Verdad'. Rápidamente bajó y acompañó al abuelo a casa de éste -situado en la misma calle- a por una llave del piso. Al regresar «me encontré a la abuela gritando y a mi vecina tendida en el suelo del salón, entre el sofá y una mesita. La imagen era dantesca. Nunca se me olvidará», añadió este testigo.

La huida tras el crimen

Para entonces, Adrián ya había salido de la casa. Lo hizo saltando por los balcones contiguos hasta terminar en el de la penúltima casa de la calle, situada en una zona residencial. Allí se agazapó intentando pasar desapercibido para los policías locales y guardias civiles que blindaron la manzana. La camiseta gris y los pantalones blancos que vestía iban empapados en sangre, relató el vecino que lo descubrió desde la terraza de su casa. Este hombre bajó a la calle sigiloso y avisó a los agentes que fueron a buscarlo.

Al verse sorprendido, Adrián S. C. salió de su escondite en el balcón de un primer piso y saltó a la calle. En la caída se fracturó una costilla, que le perforó un pulmón. Eso provocó su traslado al Hospital Santa Lucía y su intervención de urgencia. En el cuerpo también presentaba diversos cortes. La Guardia Civil investiga si se las hizo en un forcejeo con la víctima o si se autolesionó antes de ser detenido.

El presunto verdugo continuaba ayer ingresado en el Hospital Santa Lucía con pronóstico reservado, tras ser sometido a una operación, según informó la Consejería de Salud. La previsión es que continúe allí varios días más, custodiado por guardias civiles. La Benemérita tiene 72 horas para ponerlo a disposición de juez de guardia, aunque las circunstancias médicas puede retrasar este procedimiento o hacer que el juez se traslade al centro hospitalario, junto al fiscal, para tomarle declaración, antes de decidir su futuro más inmediato.

Pidió la escalera desde Málaga

En apariencia, los primeros datos del caso apuntan a que la premeditación está presente en cada uno de los actos del arrestado. Ha sorprendido a los investigadores, por ejemplo, que Adrián S. C. llamó desde Málaga a una ferretería de Canteras el jueves pasado para reservar la escalera que uso para acceder cuatro días más tarde a la vivienda de su exnovia.

Los actos de repulsa por este crimen machista continuaron ayer en Cartagena y otras localidades de la Región. Representantes políticos locales y autonómicos participaron en un minuto de silencio para mostrar su condena, en la puerta del Palacio Consistorial.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad El criminal de Canteras se anticipó al plan de protección de la Guardia Civil para la víctima