Colectivos de la movilidad cuestionan el carril bici proyectado en el Barrio de La Concepción de Cartagena

En concreto, el área de Ciudad Sostenible del Ayuntamiento ha proyectado un tramo de vía ciclable sobre la acera existente de 207 metros lineales y 1,40 metros de ancho con un presupuesto de 88.000 euros procedentes de fondos europeos.

Esta actuación se enmarca dentro del Espacio Algameca y su finalidad es mejorar la conexión entre el Barrio de La Concepción y el centro de la ciudad. También fomentar la movilidad sostenible entre los trabajadores de Navantia y otros profesionales, con recorridos rodados desde los aparcamientos disuasorios junto al centro comercial La Rambla, con 700 plazas de estacionamiento, y el ubicado en el solar frente al estadio Cartagonova.

La intención municipal es integrar también el tramo de la Rambla de Benipila en el ámbito urbano y recuperar su carácter natural en la medida de lo posible. Los licitadores pueden pujar por estas obras en el portal de contratación del sector público hasta el 12 de diciembre. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de tres meses y se concentrarán en la acera existente, con la demolición del área afectada por el carril, colocación de bordillos, formación de soleras de hormigón armado con tratamiento de fibras y revestimiento de pavimento continuo de doble componente.

Como medidas complementarias, el Ayuntamiento de Cartagena tiene previsto transformar los dos pasos de peatones tradicionales en inteligentes y la instalación de equipos de cámara para medidores permanentes de paso de vehículos.

Los colectivos de la movilidad critican que el planteamiento reduce un espacio de acera utilizado por un gran número de vecinos del Barrio de La Concepción, así como de ancianos alojados en la residencia de Las Hermanitas de los Pobres. «La reducida dimensión de tan solo 1,40 metros de la senda ciclable, restados a la acera no haría otra cosa que provocar conflictos entre ciclistas y viandantes», afirmó Fina Santacruz, de la asociación MoviliCT por tu Salud, que ha registrado un escrito en el Ayuntamiento para que los técnicos municipales replanteen la infraestructura.

Por su experiencia y las recomendaciones estatales a los ayuntamientos beneficiarios de ayudas europeas para desarrollar zonas de bajas emisiones y transformación del transporte urbano y metropolitano, esta asociación propone la elaboración de un nuevo proyecto que respete la anchura de la acera, así como el arbolado existente. Consideran que para fomentar la movilidad sostenible sería más eficaz ubicar el carril bici en la calzada, replanteando los tres carriles actuales y segregando el tráfico rodado. «De esta forma, se ganaría en seguridad para peatones y ciclistas y se alcanzaría el objetivo de mejorar el transporte en bicicleta tanto en los centros de trabajo como en el Barrio de La Concepción», añadió Santacruz.

Tampoco están conformes con esta actuación los vecinos. «Es ridículo que le quiten espacio a la acera, con la cantidad de gente que pasa por aquí a diario, con andaderas y sillas de ruedas, cuando por lo general los carriles bici de la ciudad apenas tienen tránsito», dijo María Dolores Écija, una vecina de la zona.

La asociación vecinal ha formulado una alegación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) donde plantean «cerrar el nudo que se crea en la intersección entre las calles Pío XII y Peroniño», uno de los puntos negros de tráfico de la zona en el que han ocurrido varios atropellos en los últimos años, algunos de ellos mortales.

Proponen dejar en dos los tres viales actuales y «crear una rotonda en la intersección, así como un nuevo vial que atraviese en paralelo el asilo hacia la carretera de La Algameca. Y desde ahí seguir el carril bici hacia esta zona», indicó su presidenta, María José Dato.

También hay críticas para la «elevada inversión» de esta infraestructura. «Nos parece un despilfarro que un tramo de tan solo 207 metros cueste 88.000 euros, independientemente de dónde proceda el dinero, porque al final pagamos los vecinos», reivindicó Eduardo Lucas, de la asociación Bicue.

Más allá de este proyecto, los colectivos no están satisfechos con las últimas obras que se están desarrollando en la red ciclista. Un ejemplo es el tramo ejecutado en la calle Grecia, que coincidiendo con la ubicación de una parada de autobús quita todo el espacio al peatón.