Chorizo a rodajas en la 'celebración'

«Esperamos de la nueva alcaldesa que actúe, que haga algo, que no nos deje inundar de placas solares y de pesticidas». Ataviada con una túnica de tela azul y un pañuelo a juego anudado a la cabeza, la activista por el Mar Menor Marina Marín pasó todo el pleno de investidura en la puerta del Palacio Consistorial con las palmas de sus manos abiertas a la altura de los hombros, como el que eleva una plegaria a un cielo donde el astro rey no terminaba de despuntar avanzada la mañana.

No hubo sorpresas en el Salón de Plenos ni tampoco en la calle. Las llamadas del PP y de MC a sus simpatizantes para arropar a sus ediles no tuvieron las masivas respuestas de anteriores ocasiones. Si hubo militantes populares entre el centenar de concentrados en la plaza del Ayuntamiento, pasaron desapercibidos. También los del partido localista, más visibles cuando José López y sus ediles bajaron a la calle sin esperar a que terminara la sesión para saludar a la cúpula nacional del PP al grito de «sinvergüenzas» y «chorizos».

El enfrentamiento político quedó eclipsado en un primer momento por las múltiples causas que reducidas representaciones sociales reivindicaron al aire libre durante el pleno. Además de los activistas del Mar Menor, también protestaron representantes de la Coordinadora del Molinete contrarios a la venta de parcelas en la calle Morería, vecinos de barrios contaminados por la industria, defensores del monasterio de San Ginés, despedidos de las brigadas de limpieza de playas y sindicalistas municipales enojados por la suspensión hace 18 meses del último acuerdo de condiciones de trabajo, los más numerosos y ruidosos con sus bocinas.

«No esperamos nada de la nueva alcaldesa, teniendo en cuenta que ella ha formado parte de la aplicación de la política de rodillo con los empleados municipales. Arreglar este asunto es una cuestión de voluntades y no las hay. Pero le recuerdo que tenemos recurrida la anulación en el TSJ», destacó José Juan González, delegado de la Federación de Servicios Públicos de UGT en el Ayuntamiento.

Tampoco confían en Noelia Arroyo los dieciséis trabajadores despedidos por FCC tras la finalización del contrato municipal de limpieza de playas y que esperaban una recolocación. «Cincuenta días después, hemos perdido toda esperanza. Nos han ofrecido unas condiciones denigrantes para trabajar, no las podemos aceptar», decía Santiago Castejón rodeado de compañeros y familiares que acudieron a arroparlos en su enésima protesta ante el Palacio Consistorial.

Policías locales y nacionales se encargaron de la vigilancia en los accesos al edificio. Las complicaciones vinieron tras la sesión, cuando simpatizantes de MC -con López al frente y, otra vez más, totalmente fuera de sí-, los extrabajadores de FCC y varios funcionarios increparon e insultaron a Noelia Arroyo y a los concejales del PP a la salida del Palacio Consistorial camino del antiguo CIM, donde los populares celebraron una cumbre nacional de alcaldes. El suelo quedó sembrado de lonchas de chorizo que les echaron a su paso los manifestantes como 'celebración' por el relevo en la alcaldía.