Castejón gana tiempo para impedir Novo Carthago y evitar el pago de 34 millones

El riesgo de que el Ayuntamiento tenga que indemnizar a la promotora de la urbanización Novo Carthago con 34 millones de euros es un poco menor desde hace unos días. El Juzgado de Lo Contencioso Administrativo número 1 de Cartagena desestimó el 26 de junio un recurso de Hansa Urbana por el que esta empresa pretendía la resolución del convenio para construir viviendas en San Ginés de la Jara, al borde del Mar Menor. La Urbanización Novo Carthago lleva sobre la mesa 17 años pero no se ha hecho ni una casa. El asunto está judicializado porque le empresa considera responsable de la demora a la Administración local.

La mercantil reclama alrededor de 34 millones de euros al Ayuntamiento por una supuesta dilación indebida de los trámites. Pero en la resolución, el juzgado considera justificada la negativa municipal a continuar con el procedimiento, al no contar con proyecto de urbanización con todos los informes necesarios favorables, que permitiera hacer otro de reparcelación.

El Gobierno municipal, que dirige Ana Belén Castejón, se opone a la construcción de entre 5.000 y 10.000 viviendas junto al Mar Menor desde hace años. Su postura en contra es aún más rotunda ahora que una sobrecarga urbanística de este tipo podría desestabilizar aún más la precaria situación ambiental de la albufera. Por eso, un portavoz de la alcaldía calificó de «buena noticia» la decisión judicial. La razón es que, por ahora, exime al Ayuntamiento de responsabilidad en la parálisis de los trámites.

El proyecto de Novo Carthago formaba parte del plan para convertir la ribera sur del Mar Menor en una 'Ciudad del Golf' durante el tercer mandato (2003-2007) de Pilar Barreiro en el Ayuntamiento. Sobrevivió a la suspensión que el Gobierno regional hizo del resto de planes urbanísticos en 2006. La propuesta era hacer hasta 10.000 viviendas, varios hoteles o alojamientos turísticos y dos campos de golf, con el compromiso de rehabilitar y ceder al Ayuntamiento el monasterio de San Ginés de la Jara.

La investigación de la 'trama Malaya' de Juan Antonio Roca salpicó Novo Carthago hace más de diez años. El motivo es que entre los socios que financiaban la operación había empresas a las que se investigaba por el caso marbellí de corrupción urbanística. Esto ralentizó el proyecto y llegó la crisis de 2010, que dejó a Hansa Urbana casi en bancarrota.

Desde 2015, año en el que Barreiro dejó la alcaldía, los directivos de la promotora han intentado que el Ayuntamiento acepte sus planes de urbanización. Una de las palancas para conseguirlo fue la inversión de la empresa en la restauración de San Ginés de la Jara. Con José López como alcalde no hubo avances en el trámite, pero la puerta se mantuvo abierta; pero Ana Belén Castejón manifestó desde el principio su posición contraria, pese a que eso supuso una reclamación de 34 millones de euros por daños y perjuicios.

La estrategia municipal de bloquear el proyecto sin vulnerar la ley corría peligro si la decisión conocida la semana pasada hubiera sido otra. A Hansa Urbana le toca decidir ahora si recurre a una instancia superior o si continúa por otras vías.