El cartel de Semana Santa recibe las críticas más mordaces de las chirigotas de Cartagena

Cuplés, pasodobles y popurrís sonaron de nuevo anoche en el escenario del Auditorio El Batel, que acogió las semifinales del XXI Concurso de Chirigotas Ciudad de Cartagena.

La primera actuación comenzó a las siete de la tarde. Fue el turno de los locales los Robinsones de la Isla y las Chochonis, acompañados de los Sangochaos, que desde Torrevieja escenificaron la búsqueda de pareja de un cuarentón. Los Robinsones de la Isla optaron por caracterizarse como fans de su personal Rock Imperium, el A' Rock Calderium para lanzar sus mordaces críticas a políticos como Noelia Arroyo y Pedro Sánchez. Las Chochonis cambiaron su registro habitual para representar a unas millonarias con pamela y tacones a las que no les gusta el cartel de Semana Santa de este año.

A las diez de la noche fue la segunda semifinal, con la puesta en escena de los cartageneros Picoesquina (también críticos con el cartel de las procesiones), la Chirigota del Soto y Jallullo. Los Picoesquina prefirieron recrear una plaza de barrio, incluso con farolas y banderas de España, en la que disfrutan sus particulares bingueras. La chirigota de Soto, desde Albox, representaron su rebelión de las máquinas con 'el planeta de los litios'. Los de Jallullo, de Totana y Aledo, iban caracterizados de mimos porque «con tu sonrisa ya tengo bastante».

En ambos turnos actuó una antología de la chirigota gaditana de Fermín y Antoñito. No hubo lleno en el auditorio. Se espera que sí lo haya esta noche, en la gran final del concurso, con pases a las ocho y las once y media.

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