El Ejército reafirma en Cartagena su «espíritu de servicio» ante catástrofes y amenazas

Las Fuerzas Armadas celebraron este lunes la Pascua Militar en Cartagena con un convencimiento expresado en voz alta por el almirante de Acción Marítima (Almart), Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo. «Lo que rige en todo momento en nuestra actuación es el espíritu de servicio a la sociedad», y ejercer de «pilar fundamental de la seguridad» de España «contrarrestando las amenazas que se pueden presentar». Sobrino pronunció estas palabras durante el discurso de la Pascua Militar, ante un centenar de personas reunidas en el Salón del Trono de la Capitanía de la Armada y tras presidir la parada militar en la Plaza de San Sebastián ante 500 asistentes.

A ellas y al resto de la ciudadanía se debe el Ejército, según el almirante, que destacó que esa vocación de servir y proteger se hace cada vez más evidente en tareas que antaño no le eran encomendadas y que ahora necesitan de su participación. «Por eso recordó «la labor de ayuda realizada por miembros del Ejército de Tierra y del Aire, de la Armada y de la Guardia Civil, en apoyo de los damnificados por la trágicas consecuencias de la DANA, el pasado mes de septiembre». En aquellos días posteriores a las lluvias torrenciales del 13 de ese mes, la actuación de la Unidad Militar de Emergencia se vio secundada por otros operativos, que actuaron en colaboración con Bomberos, Protección Civil, Emergencias, Cruz Roja y otros cuerpos de asistencia municipal, regional y estatal para ayudar a los afectados.

Sobrino incluyó este episodio catastrófico en la nómina de servicios prestados por las Fuerzas Armadas durante todo el año, siempre de acuerdo a las necesidades de los ciudadanos, dentro y fuera de las fronteras nacionales. Recordó que parte importante de las tareas desarrolladas por los 3.000 efectivos que hay desplegados en operaciones en territorios de ultramar proceden de unidades con base en la Región de Murcia. «Submarinos y cazaminas han participado en operaciones y despliegues de la OTAN y miembros de la Fuerza a de Guerra Naval especial están en Irak en misiones de adiestramiento», explicó el alto cargo militar. Además, recordó que el Regimiento de Artillería Antiaérea número 73 «ha participado en la operación de apoyo a Turquía», al destacar allí una brigada para la defensa fronteriza ante eventuales agresiones del Estado Islámico (Isis). Por último, el Regimiento Paracaidista Zaragoza número 5, llevó a cabo actividades de seguridad en Mauritania (África).

Asimismo, recordó las labores en pro de la defensa nacional han supuesto «hacer aportaciones a la seguridad, que muchas veces pasan desapercibidas a los ciudadanos». España sigue en el nivel 4 de alerta antiterrorista contra posibles atentados inspirados por el islamismo radical y las oleadas de pateras organizadas por las mafias exigen de una constante vigilancia costera, entre otras cuestiones que hay que tener en cuenta. Por eso, Juan Luis Sobrino destacó la «actividad permanente» del Ejército para «garantizar el ejercicio de las actividades lícitas en los espacios aéreo, marítimo y terrestre, detectando y contrarrestando las amenazas que se pueden presentar». «Estas misiones muchas veces son poco conocidas pero constituyen el pilar fundamental de nuestra seguridad y permiten el normal desarrollo de nuestra sociedad en todos los campos», aseveró el almirante.

Además de glosar las aportaciones del Ejército, el almirante tuvo también palabras de reconocimiento para la «fraternal relación» que le une con la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Dirección General de la Marina Mercante, Salvamento Marítimo y Vigilancia Aduanera. Con todos ellos se mostró agradecido por su ayuda en el rescate de los cuerpos de los tres aviadores fallecidos en accidentes en La Manga y en el Mar Menor, durante el año pasado. También por su ayuda para reflotar y llevar a puerto el cazaminas Turia, que embarrancó durante las tareas de búsqueda de una de las aeronaves.

Al mirar al futuro, el almirante lo hizo con la seguridad de que este año es el de la puesta a flote del primer submarino de la clase S-80, en octubre, que da inicio a los dos ejercicios de pruebas hasta su entrada en servicio. El periodo de transición hasta entonces transcurrirá con solo dos sumergibles de la clase S-70 realmente aptos para el servicio, el Galerna y el Tramontana, dado que el Mistral no será sometido a la gran carena o reparación que necesita.

Este 2020 también será el de consolidación en la flota de los dos buques de acción marítima (BAM) que ya ejercen como patrulleros de altura en sustitución de las antiguas corbetas. En el horizonte están la futurible construcción de otros dos, uno de los cuales podría dedicarse a labores de contrainteligencia y la probable sustitución del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides por otro barco más moderno, durante la década que empieza.

La alocución del almirante de Acción Marítima concluyó con dos mensajes que siguen los principios que también fijó el Rey Felipe VI en su discurso de la Pascua Militar en Madrid. En primer lugar, Juan Luis Sobrino expresó su «certeza» de que «unidos y fieles nuestro juramento o promesa de servir a España somos más fuertes y capaces» de conseguirlo. En segundo término, insistió en la necesidad de continuar la labor «apoyados en los valores que emanan de nuestra Constitución, con el espíritu de compromiso y servicio permanente que nos une a la Patria».

A sus palabras le siguieron los llamamientos dar vivas a España y a Su Majestad, seguidos con entusiasmo por todos los presentes.