Manuel Arana: «Barlomar es preciso porque Santa Lucía está constreñido»

–¿A qué retos se enfrentan los puertos en los próximos años?

–Hay muchos, pero los principales son tres. El primero de ellos es la eficiencia en la gestión para ser más competitivos. Y luego hay dos más trasversales: el de sostenibilidad, muy marcado por la emergencia climática y las fuentes de suministro, y el de la innovación y digitalización. Esto marcará los próximos años los procesos productivos. A esto estamos dedicando el congreso.

–¿Y cómo se lograrán?

–Creo que la innovación va a ir más rápido de lo que vamos a ser capaces de imaginar. Creo que estará muy presente en los puertos dentro de cinco años.

–¿Quién más debe implicarse?

–Depende de todos los actores, no solo de las autoridades portuarias y las navieras, sino también de las pequeñas y medianas empresas, que son las que nos tienen que aportar sus grandes ideas. Esto ya lo están haciendo.

–¿Cómo?

–Tenemos un programa muy potente que se llama Puertos 4.0, destinado a fomentar la innovación abierta. A él se puede presentar cualquiera que tenga una idea que mejore nuestras instalaciones. Financiamos y apoyamos el desarrollo de esa propuesta. Es una iniciativa a la que se han dedicado ya 30 millones de euros con un impacto, creo, muy interesante.

–¿Todo esto se puede ver ya en los puertos?

–Todos los puertos están ya generando innovación en sus entornos y es algo que ya se puede palpar. Tenemos ejemplos aquí en Cartagena, pero también en Algeciras, Bilbao y Barcelona.

–¿Cómo ve a Cartagena en este sentido?

–Es un puerto modélico en muchos sentidos, sobre todo desde el punto de vista de la sostenibilidad y la digitalización, algo que ya está dando sus frutos.

–¿Ve factible e idóneo la ampliación que la Autoridad Portuaria de Cartagena prevé en Escombreras, con el proyecto Barlomar?

–Para el puerto de Cartagena es preciso, por sus características. Es un puerto muy competitivo, pero el sector de la mercancía general está un poco constreñido, por el diseño y la dimensión que tienen sus terminales actuales, como la de contenedores de Santa Lucía.

–¿Cómo ve el futuro de esa terminal, máxime teniendo en cuenta su carácter urbano?

–En el sistema portuario creo que cada caso debe ser tratado individualmente. Se puede copiar, pero no fotocopiar. Muchos puertos, como el de Bilbao, han buscado fuera nuevos espacios para desarrollarse, para acoger barcos más grandes y con más calado. Eso no quiere decir que debemos abandonar las dársenas urbanas para el tráfico portuario. Se pueden compatibilizar con tráfico de cruceros y con náutica deportiva. Se les puede dar un montón de usos e interacciones puerto-ciudad muy interesantes.

–Y el proyecto de El Gorguel, ¿le ve futuro, cree que saldrá adelante?

–Sé que está en evaluación de impacto ambiental, donde lleva bastantes años, y habrá que dejar a la parte del Ministerio de Medio Ambiente que vaya haciendo su trabajo y que en cuanto puedan lo resuelva.

–¿Lo ve necesario para el desarrollo de Cartagena?

–Como digo, el puerto de Cartagena tiene unas limitaciones de espacio a la mercancía general, que hay que resolver. A partir de ahí hay que esperar a ver qué dice el Ministerio.