Ayuntamiento, CHS y vecinos buscan atajar un vertido ilegal

A escasa distancia del puente ferroviario de El Hondón, una tubería arroja sin cesar agua a la rambla que cruza El Hondón. «El agua corresponde a un vertido ilegal desde un edificio de la barriada San Ginés, donde el constructor no impermeabilizó el suelo del garaje. Pusieron un sistema de bombas que impulsa las aguas presuntamente contaminadas, porque proceden de las balsas de Zinsa y del acuífero Cuaternario, hasta la rambla. Y de aquí van al centro de Cartagena y al puerto», explicó el edafólogo José Matías Peñas.

Fuentes municipales confirmaron que, a raíz de la denuncia presentada por un vecino ante el Puerto, éste dio aviso al Ayuntamiento. El Consistorio contactó a su vez con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y la comunidad de propietarios del edificio y las tres partes buscan una solución.

«El vertido tiene su origen en el achique de aguas freáticas de los edificios situados en la Calle Estrella Altair y contiguas, unos cien metros al norte del punto de vertido, en la parcela que antiguamente estuvo ocupada por una fábrica de cerveza. El vertido presenta una elevada concentración de amonio y una alta conductividad, y no consta que haya sido autorizado por el Ayuntamiento», indicaron en la institución municipal.

Esta fuentes añadieron que «la CHS plantea el bombeo e inyección subterránea en un punto del acuífero que reúna las características fisicoquímicas e hidrogeológicas adecuadas para conseguir una adecuada dilución del amonio». Y apuntaron que dicho proyecto debería ser desarrollado por el Instituto Geológico Minero (IGM). No obstante, los costes no serían asumidos en su totalidad por estos organismos».

Por ello, técnicos de las concejalías de Medio Ambiente y Urbanismo han intentado mediar entre los vecinos y la empresa constructora del edificio «para proponer soluciones técnicas al problema». «El agua filtrada no puede verterse en la red municipal sin depurar, por lo que lo que los dos modelos de solución pasarían por una depuración in situ, un sistema costoso en inversión y mantenimiento, o por trabajos de impermeabilización», añadieron en el Consistorio. Y precisaron que éste ha buscado asesoramiento técnico externo a los afectados.

Según documentación municipal del año 2003, la propiedad comunicó al Ayuntamiento dos tipos de vertidos: domésticos al alcantarillado, para lo que obtuvo autorización; y freáticos a la rambla de el Hondón, «para lo que tenía que haber solicitado permiso al organismo de cuenca, autorización que al Ayuntamiento no le consta».