Aumenta la oferta de viviendas en el centro de Cartagena, pero las ventas se estancan por los altos precios

Comercializar una vivienda en el casco antiguo de Cartagena conlleva hacer frente también al sobrecoste que supone la excavación arqueológica. Los trabajos de prospección y catalogación de un solar de 600 metros cuadrados pueden llegar a alcanzar los 100.000 euros, lo que hace que la construcción de cada una de ellas se encarezca hasta 5.000 euros de media. Como compensación por los hallazgos subterráneos los promotores reciben la autorización de Urbanismo para edificar una planta más de la proyectada. Y también existe una medida puesta en marcha por el Consistorio que reduce en un 90% el impuesto de construcciones, instalaciones y obras. La intención del Gobierno local es subirlo al 92% el próximo año. Aun así, les compensa muy poco, lamentan, ya que les impide tener plazas de garaje a disposición de sus clientes.

A todo ello también hay que sumar las dificultades con las que se encuentran los compradores, como la subida de los tipos de interés y los amplios requisitos que piden ahora los bancos para conceder hipotecas. Entre ellas obliga a tener disponible, al menos, el 30% de valor de la vivienda, ya que el préstamo solo llega, en la mayoría de los casos, a cubrir el 70%.

Todo ello es lo que ha hecho que pese al aumento del número de viviendas –ahora hay en promoción 180–, la venta de éstas se «haya ralentizado», según la presidenta de los promotores. Los empresarios del sector valoran que entre permisos, suelo, excavación y la subida de los materiales los costes se hayan visto reflejados en los precios finales, aunque no en su totalidad, algo que hace que los márgenes de beneficio «sean apretados y dejen de ser atractivos», explicó González Pardo.

La mano de obra es otro de los inconvenientes con los que se encuentran, ya que hallar albañiles, fontaneros, electricistas y pintores se hace muchas veces complicado. Esto provoca retrasos en la entrega de las viviendas y que su precio aumente.

«Prácticamente nos los quitamos los unos a los otros. La escasez de profesionales está lastrando al sector», explicó a LA VERDAD el director general de la promotora Urbincasa, Francisco Cervantes. En su caso, lleva adelante dos construcciones, una en la calle Carlos III y otra en el paseo de Alfonso XIII. Esta última obra aún no ha empezado por problemas con el agua del nivel freático. La intención es comenzar en enero y entregarlas a finales de 2025.

En el primero de esos casos, son diez viviendas, de las cuales solo quedan tres. En el segundo, la promoción es de 58 pisos. «Me quedan 16, pero las dificultades bancarias para muchas parejas ahora ha frenado la venta», indicó. Las más baratas, en ambos casos rondan los 265.000 euros y las más caras 300.000.

Como el resto de empresarios, «no hemos repercutido en su totalidad la subida de los materiales y de la mano de obra, porque de lo contrario nos quedaríamos fuera del mercado. Ya de por sí los precios son altos para el tipo de cliente que tenemos en Cartagena», reconoció Cervantes.

En el solar situado en la calle Ángel Bruna número 14 que, hasta finales de 2009, albergaba la sede de la ONCE, la empresa Agrourbana levanta un inmueble con 30 viviendas, trasteros y locales comerciales. Las obras, que comenzaron hace ahora casi dos años, están a punto de finalizar. Del inmueble cuelga un gran cartel en el que se puede leer: «Últimas viviendas».

En la plaza San Agustín, Maruniso Inmobiliaria, ligada al grupo Marnys, ha comenzado estos días a levantar un edificio con 12 viviendas de lujo de 3 y 4 dormitorios, además de 2 áticos con amplia terraza y 2 dúplex áticos. La constructora da la posibilidad de tener plaza de garaje y trasteros, según uno de los gerentes, Roberto Martínez. Tendrá zonas comunes con solarium con vistas al puerto y al casco antiguo.

El arquitecto Bernardino García promueve otro inmueble frente al mercado de Santa Florentina. En este caso, las obras están casi acabadas. Se trata de 70 pisos. Los primeros 25 ya fueron entregados, otros 28 los dará a sus propietarios en enero o febrero, y el resto, en una año, detalló. En breve también tiene previsto arreglar un bajo en Carlos III para hacer una veintena de aparcamientos y un número similar de trasteros, para sus clientes. «Aunque la promoción ya tiene estos servicios, me lo están demandando», añadió García.

Arquitectos, constructores y arqueólogos consultados por este periódico van más allá del sobrecoste que supone levantar un edificio. Ponen el foco en la burocracia administrativa que hay que afrontar para tener el visto bueno para construir. Indican que el trámite se alarga un año, por lo que demandan que desde el propio Ayuntamiento se cree un departamento específico que agilice la tramitación de expedientes en el casco histórico. Además de que se tenga en consideración la necesidad de que todo fluya de una manera más rápida cuando interviene el departamento de Patrimonio y también el de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, donde siguen atascados diversos proyectos.

La promotora Urbincasa planifica a medio o largo plazo su gran proyecto de construir 1.300 viviendas en unos terrenos que posee de forma mayoritaria, y de los que también son partícipes otros constructores locales, entre Los Dolores y el polígono residencial de Santa Ana. Del total de 1.300 casas, Urbincasa calcula que edificará 700 viviendas; el resto será obra de otros promotores.

La constructora presentó un plan en el Ayuntamiento para urbanizar 368.000 metros cuadrados. La culminación de esta actuación supondrá unir Los Dolores y Santa Ana. La idea de Urbincasa es construir viviendas para todo tipo de bolsillos: desde bloques de pisos de cuatro alturas para parejas que están iniciando su proyecto de vida hasta viviendas unifamiliares tipo chalé con parcela aptas para bolsillos más solventes y casas tipo dúplex más asequibles. La nueva urbanización es una continuidad del modelo residencial del polígono de Santa Ana. El área se denomina plan parcial del sector norte de Los Dolores, LD1N. Atraviesa la vía verde y por su extensión conectará también la carretera de La Aljorra con la de Los Dolores.