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Miguel Manuel Pérez-Guillermo, en el centro, de oscuro, explica al consejero los pormenores de la obra, en una de las calle del complejo rural.

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Miguel Manuel Pérez-Guillermo, en el centro, de oscuro, explica al consejero los pormenores de la obra, en una de las calle del complejo rural. antonio gil / agm

La apertura de un complejo rural con 120 plazas impulsa el turismo en Cabo Tiñoso

Un empresario local restaura los antiguos barracones militares de Campillo de Adentro y les da uso vacacional

Jueves, 27 de diciembre 2018, 02:08

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A la amplia oferta de turismo de sol y playa de La Manga y de cultura y patrimonio de la ciudad se une ahora la rural de la zona oeste. Un complejo con 120 plazas ha abierto sus puertas en el corazón del espacio natural de la sierra de Cabo Tiñoso, junto al Campillo de Adentro y muy cerca de La Azohía. El proyecto está impulsado por el empresario Miguel Manuel Pérez-Guillermo sobre una superficie de 75.000 metros cuadrados. Su intención es mezclar la bioagricultura con la etnografía y «ofrecer a los turistas un lugar diferente, donde se viene a disfrutar de la naturaleza y de nuestras raíces, pero, sobre todo, a descansar», explicó a 'La Verdad' el promotor.

La puesta en marcha de este alojamiento vacacional, ubicado en unos antiguos barracones militares, será por fases. Ahora, el empresario ha abierto el restaurante, el mesón, el aparcamiento y el huerto, entre otros servicios. En Semana Santa prevé hacer lo propio con las primeras siete casas, de las treinta que está arreglando. Cada una de ellas, de unos 70 metros cuadrados, está distribuida en dos habitaciones para dos personas, un salón cocina y un cuarto de baño.

Al detalle

  • Superficie El complejo rural está enclavado en un terreno de 75.000 metros cuadrados.

  • Dónde está En el corazón del espacio natural de la sierra de Cabo Tiñoso, junto al Campillo de Adentro.

  • Qué tiene Tiene un mesón, un restaurante, un aparcamiento (50 plazas), un huerto ecológico, una granja, 30 casas para 120 personas, dos salones para reuniones y talleres, un palomar, una biblioteca, una piscina, un horno de leña y un centro de interpretación.

  • Inversión 362.000 euros y una subvención de 144.969 euros a través del Programa de Desarrollo Rural.

La decoración del interior de las viviendas estará realizada con enseres y útiles tradicionales antiguos restaurados, además de con las nuevas creaciones que se hagan en los talleres artesanales previstos. Además, están equipadas con un sistema de calefacción por chimenea y otro en el suelo, muy similar al que usaban los romanos para calentar sus casas.

El espacio de ocio tiene huertos y una granja de agricultura y ganadería tradicionales

También pondrá al servicio de los clientes dos salones, que servirán de zona de reuniones y para impartir talleres de pintura y cerámica. A uno de ellos, el promotor lo ha denominado Salón Juan Carrión, en memoria del célebre profesor de inglés fallecido el pasado año y que inspiró la película 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', ganadora de seis premios Goya. A ello se le unirá una granja con animales autóctonos.

Cocina mediterránea

En la cantina y el restaurante, los clientes podrán degustar platos típicos de la cocina mediterránea elaborados con productos bajo la denominación de origen del Consejo Regulador del Productos Ecológicos de la Región de Murcia. También organizará rutas y actividades por la zona, para promover el conocimiento de la naturaleza y dar a conocer el rico patrimonio.

El restaurante y el mesón ya están abiertos, y en tres meses lo harán siete de las treinta viviendas

«Mi idea siempre ha sido recuperar una zona de la que estoy enamorado desde chico. Proyectos como este ayudan a crear un destino turístico diferente e innovador», contó el promotor, momentos antes de la visita realizada por el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor. Las obras tienen un presupuesto de 362.000 euros y una subvención de 144.969 euros a través del Programa de Desarrollo Rural. Están cofinanciadas en un 63% por fondos europeos Feader y en un 37% por la Comunidad Autónoma.

Además de los bellos paisajes del espacio protegido, el visitante podrá conocer la agricultura tradicional de la zona en pequeños huertos comunes. Enseñará los viejos oficios del Campo de Cartagena, mediante la organización de talleres. Las zonas ajardinadas tienen flora y fauna de la comarca.

Según Pérez-Guillermo, es el lugar perfecto para que los niños conozcan la sabina mora, el algarrobo, el garbancillo de Tallante, el fartet y los cultivos y animales tradicionales de los que vivían los antepasados de esas tierras. Esta apertura supondrá un revulsivo para un sector en alza, que pide a gritos un guiño de las administraciones, según la Asociación de Turismo Rural del Campo de Cartagena. Ahora, la oferta de la zona se circunscribe a una decena de casas que suman alrededor de 120 plazas.

Con internet pero sin tele

Habrá conexión a internet y televisión solo en las zona comunes, no en los alojamientos, porque «creemos que si es una zona rural sobra», avisó el promotor. Eso sí, las zonas de talleres y educativas tendrán proyectores para las clases. El alumbrado y los electrodomésticos serán de categoría energética A y obtendrán la energía de sistemas fotovoltaicos y eólicos. El agua será calentada con energía solar térmica.

Los accesos a la finca se realizan por dos caminos privados, uno que parte desde la carretera de las Baterías de Cabo Tiñoso y otro por la zona norte, desde un camino vecinal. Miguel Manuel Pérez-Guillermo lleva más de quince años con el proyecto, que ha sufrido diferentes parones para adaptarlo a una zona con una alta protección medioambiental. Está catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria).

Las instalaciones fueron construidas como barracones del Ejército en su gran mayoría después de la guerra civil. En los años 60, el Estado las regularizó catastralmente y las vendió. Hasta los años 90 fueron usadas temporalmente como granjas porcinas, clausuradas por las sucesivas denuncias de los vecinos por los malos olores y una cuestionada gestión ambiental. Hasta 2011 estuvieron abandonadas.

Apoyo empresarial

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Cartagena, David Martínez, se mostró convencido de que proyectos de este calado supondrán un gran revulsivo para la zona, «para llamar la atención de los visitantes». «Es importante que los empresarios apuesten por este tipo de turismo, que junto a las casas rurales comienza a tener ya una mucha importancia para el municipio».

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