Abre el nuevo CATE de Cartagena tras siete meses de obras y deja vía libre a la remodelación del Espalmador

Después de más de tres años de enfrentamientos, de tiras y aflojas y de negociaciones entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria, por un lado, y la Delegación del Gobierno en Murcia, por otro, el nuevo centro de atención temporal de extranjeros de Cartagena (CATE) abrió hace unos días en La Algameca Chica, un emplazamiento más alejado del puerto, como querían los primeros, y donde la intimidad de los extranjeros está garantizada, como querían los segundos. Este conflicto, que comenzó en 2021 con el inicio de las obras en el anterior emplazamiento, en el Espalmador, y con las peticiones de traslado tanto por las administraciones local y regional como por colectivos sociales, acabó la semana pasada con la puesta en marcha de unas instalaciones que serán permanentes y no temporales como las anteriores.

Este momento llega siete meses después de que comenzaran unas obras que iban a durar menos de la mitad y abre la puerta a la remodelación íntegra de la zona del Espalmador, donde la Autoridad Portuaria de Cartagena tiene un plan para modernizar esa parte de la fachada marítima.

La idea del organismo portuario es realizar una mejora en los viales de acceso, de hacer una gran zona de aparcamiento de vehículos, un mirador panorámico, un canal de atraque de buques con eslora de hasta 80 metros, una nueva playa urbana, un centro de interpretación de la naturaleza, la puesta en valor de las instalaciones navales y un punto de partida senderista.

Por esas instalaciones ya han pasado los 81 inmigrantes que fueron rescatados el miércoles de la semana pasada a bordo de cinco pateras en aguas de la Región de Murcia y los 56 que lo hicieron el pasado lunes y que fueron localizados en aguas cercanas a la costa, concretamente frente al Monte de las Cenizas y en las inmediaciones de Calblanque. Ahora está vacío tras la salida de los últimos inmigrantes, una vez que permanecieron en él las primeras 72 horas después de llegar a España.

Los trabajos de preparación de los terrenos de la primera fase concluyeron a mediados del pasado mes de mayo y el Ministerio del Interior comenzó el traslado de los primeros módulos. Junto a estos trabajos, fue adecentada la entrada, previa instalación de las acometidas del agua y de la luz. Fue el Ministerio de Interior el encargado de trasladar los 38 módulos prefabricados y reutilizables para el alojamiento de inmigrantes, así como ocho para uso de la Policía y la ONG que se encarga de atenderlos, la Cruz Roja. Es un proceso que estaba previsto que concluyera en tres meses, pero no ha sido hasta ahora cuando ha sido posible su apertura.

El nuevo centro está conformada igualmente que el anterior, por casetas modulares para poder alojar hasta a 300 inmigrantes antes de su puesta disposición judicial. El del Espalmador costó 3,5 millones de euros. El gasto de este dinero supuso para el entonces delegado del Gobierno y ahora secretario general del PSOE en la Región de Murcia, José Vélez un buen número de críticas, ya que dijo que sería temporal.

La instalación, situada al pie del monte Galeras, está pensada para mejorar el proceso integral de atención a los inmigrantes llegados por mar y las condiciones de trabajo de la propia Policía Nacional, Frontex, letrados y organizaciones gubernamentales que normalmente hacen uso de las instalaciones, según informó la Delegación del Gobierno en un comunicado.

La nueva estancia está pensada exclusivamente para la recepción y primeras gestiones de identificación y aplicación de los trámites de extranjería con la idea de que los inmigrantes permanezcan en ella el mínimo tiempo posible. La mayoría de ellos quedan después a cargo de organizaciones no gubernamentales.

El Puerto tiene reservados 25,4 millones de euros para abrir nuevos espacios de la fachada marítima de la ciudad ocupados por los militares en el Espalmador. Además de la playa, tiene previsto mejorar los accesos al faro de Navidad desde el Barrio de la Concepción, así como la reposición de sistemas de suministros y servicios en toda la zona.

Las obras entre la puerta de Navantia, la de Santa Rosalía, y el Espalmador, están ahora paralizadas, porque el Puerto tiene que hacer una modificación del proyecto para adaptarlo a las nuevas exigencias del terreno encontradas tras los primeros trabajos. Como contraprestación para que la Armada desocupe el Muelle del Carbón, costea el traslado a La Curra de las infraestructuras que mantiene allí, como el laboratorio de combustible.

Para el gobierno local, presidido por Noelia Arroyo, con el traslado del centro de atención temporal de extranjeros (CATE) desde el Espalmador hasta un solar de la Algameca Chica se «ha corregido un error, aunque han tardado demasiado tiempo». Y se ha hecho, en opinión de la alcaldesa, solo «cuando la Armada, la Autoridad Portuaria y el propio Ayuntamiento le hemos buscado una solución».

La apertura de este centro de acogida al inmigrante recién llegado a España fue una buena noticia para el Ayuntamiento de Cartagena, ya que se trata de una petición que realizó el ejecutivo y el organismo portuario hace tres años. Antes de que existieran estas instalaciones, los argelinos que llegaban a las costas cartageneras eran atendidos, primero por la Cruz Roja y después por la Policía Nacional, en unas precarias instalaciones en el muelle de Escombreras.

«Ahora deben corregir el otro grave error que consiste en haber convertido a Cartagena, en el único lugar de España en el que los migrantes llegan en patera por la costa y en avión, traídos por el Gobierno central», explicó Arroyo a LA VERDAD. Se refirió al centro de atención, emergencia y derivación (CAED) levantado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones hace un año en el exterior del antiguo Hospital Naval de Cartagena.

Y añadió: «Deben corregir el error que supone mantener a más de 1.000 personas en carpas sin seguridad antiincendios y una zona inundable. Y deben hacerlo, cumpliendo por una vez su compromiso y levantando el campamento antes de junio». Desde que fue abierto ha recibido a más de 4.600 personas. Tras la última ampliación en 300 plazas realizada en octubre sin permiso municipal ni comunicación previa, la capacidad de las instalaciones es de 1.072 plazas.