Los Caballos del Vino ganan su carrera más dura y ya son Patrimonio de la Humanidad

En vilo hasta el último momento. Los Caballos del Vino lograron ayer ser declarados Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad por la Unesco. Para quienes seguían la retransmisión en directo de la sesión de la Comisión Intergubernamental hubo varios sobresaltos. Uno de ellos fue en la lectura del primer dictamen del organismo evaluador, cuando este propuso dejar sobre la mesa la inclusión del festejo en la Lista de Patrimonio Inmaterial al entender que existían reparos en uno de sus apartados. El representante de Brasil, país que presentaba la candidatura española, intervino y tras él lo hizo el responsable de la Unesco en España para aclarar las dudas que se habían planteado sobre uno de los apartados. Ambos insistieron en que esos inconvenientes se podrían haber resuelto antes, pero la celebración telemática había entorpecido esa posibilidad.

La representante de Polonia también pidió intervenir y de nuevo se produjo la incertidumbre, aunque finalmente su decisión fue la de apoyar la candidatura, al igual que la mayoría de los países.

Poco después de que la presidenta de la Comisión diese a conocer la aprobación, miles de cohetes se estrellaban en un cielo azul que acogía el humo de los estallidos junto a los aplausos que, de forma espontánea, se escuchaban en las calles y plazas de la ciudad. Miles de caravaqueños se asomaron a sus ventanas y balcones para unir su alegría a la de sus vecinos caballistas y festeros, que ayer tuvieron que contener sus ganas de salir a la calle para celebrar el acontecimiento. «En un año como este, en el que hemos perdido a muchos seres queridos, es una alegría», comentaba un festero tomando un café en la terraza de un bar.

Cuando las luces del sol dieron paso a la noche, en las murallas del castillo se proyectó la leyenda 'Patrimonio de todos', junto a un pañuelo con el logotipo de la candidatura de los Caballos del Vino. De madrugada volvió a desaparecer, aunque son muchos los que ya guardan ese mensaje, junto a miles de imágenes de carreras y de piezas de enjaezamiento, en su memoria y en su corazón.

«¡Qué lástima que algunas de las personas que han luchado y han dado sus vidas por este festejo no hayan podido celebrarlo!», se lamentaba una mujer mientras escuchaba en su móvil el sonido de los cohetes junto a los de las campanas de las iglesias, que también repicaron para unirse a una celebración contenida. Pero algunos confían en poder festejar «a lo grande» este hecho histórico cuando pase la pandemia.

La decisión fue adoptada al filo de las 15.30 horas en el 15º Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, con sede en París. Por primera vez, los países miembros y las candidaturas participaron de forma telemática, lo que ocasionó más incertidumbre de lo normal.

En el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz se habilitó un espacio para seguir en directo las deliberaciones que, por cierto, se retrasaron sobre el horario previsto, ya que habían quedado temas pendientes del día anterior. La tensión iba en aumento y la tardanza parecía un mal presagio. Pero no fue así. El embajador de España en la Unesco, Andrés Perelló, que logró muchos más apoyos de los necesarios y que respondió a los reparos planteados, dio paso al alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, para que agradeciese a la Unesco la declaración. El regidor no pudo contener su alegría y levantó los brazos en señal de victoria. Junto a él estaba el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, quien se desplazó hasta la Ciudad de la Cruz para seguir en directo el desarrollo del veredicto.

También conocieron la noticia la hermana mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, María del Carmen López, y el presidente del Bando de los Caballos del Vino, Francisco Javier Gallego, así como las amazonas del Bando. Todo ello en una sala en la que no faltó la bandera de España ni una enigmática pintura de un caballo del vino realizada por el ceheginero Nicolás de Maya.

La comisión de la Unesco reconoce que los Caballos del Vino cumplen las características contenidas en el texto para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, puesto que este protege y vela por la continuidad de expresiones que se han transmitido de generación en generación, han evolucionado e infunden un sentimiento de identidad. El objetivo de la Unesco es preservarlas con la mayor integridad posible para las generaciones futuras.

En el expediente que ayer fue aprobado se ha venido trabajando desde que en 2011, siendo alcalde Domingo Aranda, el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico autorizó que los Caballos del Vino iniciaran los trabajos para la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En marzo de 2012, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte registró el documento para su evaluación en la Secretaría de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial.

Durante la anterior legislatura, con José Moreno como regidor, se revisó el expediente en su integridad para adaptarlo a los requisitos marcados por los técnicos de la Comunidad y del Ministerio de Cultura. En Madrid se celebraron reuniones para ir dando forma a la revisión de los distintos apartados.

Entre las acciones de impulso a la candidatura llevadas a cabo en los últimos años destaca la puesta en marcha en 2014 de la Casa Museo de los Caballos Vino, situada en pleno casco histórico de la ciudad, en un recuperado inmueble del siglo XVIII. Este espacio muestra la historia y desarrollo del singular festejo a través de una colección de piezas, complementada con imágenes y audiovisuales. El espacio está compuesto por ocho salas donde se refleja la implicación de la ciudad en una fiesta que ya es Patrimonio de la Humanidad.

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