El investigador Francisco Pedrero, de pie, debate con otros científicos y agricultores durante el primer grupo de trabajo del proyecto. Cebas

El Campo de Cartagena entra en un proyecto europeo de lucha contra la desertificación

El Cebas inicia una pionera investigación para probar sobre el terreno nuevas técnicas agrícolas a través de un proceso de participación pública

Lunes, 28 de octubre 2024, 01:04

La investigación científica trabaja desde hace algún tiempo con una metodología denominada 'multiactor'. Consiste en que distintos protagonistas de sectores económicos, sociedad civil, administraciones o ... centros de estudios participen activamente en la elección de un abanico de técnicas innovadoras para aplicarlas sobre un objeto de trabajo. Es un proceso de participación pública que busca tener un éxito asegurado al propiciar que las técnicas científicas probadas y que arrojen un resultado positivo puedan quedarse implantadas en el terreno.

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El Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas), con sede en Murcia, va a abanderar esta metodología en el Campo de Cartagena a través del proyecto Terrasafe, financiado por el programa Horizonte Europa, y que marcará un camino para hacer frente a la desertificación, el fin del estudio. Cinco países (Chipre, España, Italia, Rumanía y Túnez) han seleccionado una zona geográfica para estudiar el avance de este proceso, fruto del cambio climático.

La salinización de los suelos, la pérdida de materia orgánica, la despoblación y abandono de la tierra agrícola o la falta de agua son aspectos que se van a analizar en cada país seleccionado. En el Campo de Cartagena existe una combinación de estos factores, pero la investigación que va a liderar el científico del Cebas Francisco Pedrero se centrará en determinar qué prácticas agrícolas logran adaptarse mejor a un escenario que irremediablemente va a cambiar.

«Está claro que cada vez va a haber menos agua y el problema también pasa por hacer una reconversión a nivel agrícola, al menos, en algunas partes de la agricultura. ¿Por qué? Pues porque el cambio climático propicia que las temperaturas cada vez son más altas y que algunas especies ya no son viables. Los almendros, por ejemplo, se están secando, sobre todo los de secano, porque no hay horas de frío», detalla Pedrero. La idea es emplear especies resistentes a la sequía, como el algarrobo, que requieran de poca cantidad de agua y que tengan un valor comercial importante.

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Grupos de trabajo

El proyecto también se enfrenta a una cuestión importante. La crisis climática y la falta de agua empujan a una reconversión del modelo en el Campo de Cartagena, dominado por la agricultura intensiva, una idea que choca con querer mantener el apreciado calificativo de 'la huerta de Europa'. «Apostamos por reconvertir el modelo actual pero no abandonarlo al 100%. Hay que lograr que el Campo de Cartagena alcance un sistema agrícola y ambiental sostenible. Otros tipos de agricultura no tienen por qué ser menos rentables que la intensiva», reflexiona el investigador principal.

El proyecto Terrasafe se desplegará en cinco fincas de la comarca y su desarrollo se extenderá hasta 2029. La primera fase, que contempla todo este año, ya ha empezado con grupos de trabajo y seminarios donde participan la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, científicos del Cebas y del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), agricultores de Torre Pacheco y Fuente Álamo o empresas locales.

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A partir de 2025 será cuando se seleccionen las estrategias piloto y se prueben las innovaciones agrícolas. «Queremos contar con aquellas personas que conocen el problema. La segunda fase consistirá en mapear con imágenes satelitales la degradación del suelo, pero luego, sobre el terreno, validaremos esos mapas con los actores».

En las fincas se irán practicando varias técnicas con diferentes manejos agronómicos, siempre bajo la decisión de esos actores. «Como científicos, estamos acostumbrados a montar proyectos con una serie de metodologías o técnicas o herramientas que implementan en una zona, y esto es lo contrario», incide Pedrero.

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Una política mediterránea para abordar la falta de agua

En el primer taller organizado por el Cebas para explicar el proyecto Terrasafe se abordó, entre otras cosas, la falta de una política mediterránea unificada para abordar la escasez de agua y la amenaza que esto supone para entornos agrícolas con poblaciones asociadas. En el plano social, se destacó la necesidad de reconectar a la sociedad con los agricultores y crear conciencia sobre la crisis de la desertificación.

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