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Fernando López Miras y Miguel Sánchez se estrechan la mano, ante las puertas de la Asamblea Regional, para escenificar, el pasado 21 de noviembre, el acuerdo que permitió aprobar el Presupuesto de la Comunidad de este año. Antonio Gil / AGM

La brega de todos los años

La negociación presupuestaria se presenta más enrevesada que nunca, con los hasta ahora socios, PP y Ciudadanos, enfrentados por el liderazgo regional. La formación naranja sospecha que la estrategia popular es que fracase el diálogo para luego culparles a ellos de que no hay rebaja de impuestos ni más inversiones

Domingo, 26 de agosto 2018, 12:26

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Se ha convertido en uno de los capítulos políticos principales de cada otoño durante esta legislatura, a causa de la pérdida de la mayoría absoluta popular. La negociación del proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma ha sentado cara a cara al PP y Ciudadanos en una mesa durante los últimos tres años, y hasta ahora siempre ha tenido un final feliz.

El pasado ejercicio se escenificó con un acto público ante la Asamblea Regional y con el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y el portavoz naranja, Miguel Sánchez, estrechándose la mano. Ciudadanos consiguió introducir en las cuentas regionales proyectos y partidas por importe de 175 millones de euros y el PP se garantizó la estabilidad política que proporciona un proyecto presupuestario aprobado por una mayoría suficiente, en el que una de las medidas estrellas era la bonificación del 99% en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para padres, hijos y cónyuges.

El PP ha hecho del acuerdo presupuestario con Cs uno de los pilares de su gestión en la Administración regional, pero para este último año de legislatura la situación se presenta mucho más enrevesada y se ha puesto más cuesta arriba que nunca.

El Ejecutivo señala que, si no hay Presupuestos, «deberán dar explicaciones de por qué no los apoyan»

El canto del cisne de la relación entre ambos pudo ser la ley de aceleración empresarial, en la que Croem jugó un papel fundamental

La desconfianza entre ambos partidos ha subido de grado. Si antes eran socios, la encuesta del Cemop publicada en junio pasado, a pesar de que la escena política es muy volátil, los ha convertido en rivales directos. El partido que preside Albert Rivera aparecía, por primera vez en la Región, a la cabeza en intención de voto, lo que les ha dado esperanzas de disputar al PP el centro político murciano y poder ganar las elecciones del próximo mes de mayo.

El éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy y la llegada a La Moncloa de Pedro Sánchez han dejado descolocado a Ciudadanos en la política nacional, pero la cúpula regional del partido mantiene altas expectativas en Murcia.

Las tensiones entre populares y naranjas, además, han comenzado antes de tiempo y no han querido esperar al inicio formal de las negociaciones en septiembre para arrojarse el guante. El presidente regional lanzó el 10 de agosto la que será la propuesta estelar de los nuevos Presupuestos: la rebaja del tramo autonómico del IRPF y las deducciones por el nacimiento o adopción de hijos y por los gastos de guardería -esta ya existente, pero que se aumenta-. La respuesta inmediata de Miguel Sánchez fue de rechazo, al calificar el anuncio de «electoralista y populista».

«Tienen 'ciudadanitis'»

El canto del cisne de la relación entre ambos partidos pudo ser el proyecto de ley de aceleración empresarial, presentado el pasado 3 de agosto gracias al empeño puesto por la patronal regional Croem.

El punto de partida de la negociación será la evaluación del grado de cumplimiento del acuerdo presupuestario de este año, con el que Ciudadanos no está nada satisfecho. «No encontramos ni lealtad ni colaboración en el Gobierno», comenta el líder naranja, Miguel Sánchez, quien se queja de que aún no se haya convocado la comisión bilateral para comprobar el porcentaje de ejecución de las propuestas de Ciudadanos incorporadas al Presupuesto de 2018, y que él ya adelanta que es «muy bajo».

«Nos tememos que ellos, en realidad, no están dispuestos a que haya Presupuestos para luego utilizar el argumento electoral de que no se rebajan los impuestos y no hay más inversiones por nuestra culpa», agrega Sánchez, quien acusa al PP de sufrir «'ciudadanitis'».

Desde la Consejería de Hacienda apuntan las bondades de que la Comunidad cuente con un Presupuesto «en tiempo y forma», y agregan que «el grupo político que no lo entienda así deberá dar explicaciones de por qué no lo apoya».

Más optimista se muestra el portavoz del PP en la Asamblea, Víctor Manuel Martínez, acostumbrado a la brega diaria con Ciudadanos. «Estoy seguro de que saldrán adelante, porque trabajamos en un escenario que les convence, con bajada de impuestos y beneficios para las clases media y baja», señala. «Lo que no pueden pretender es ejercer de gobierno, porque no es su papel. Pero creo que hay suficientes puntos de encuentro y que ellos tendrán margen para introducir sus propuestas. Llevamos tres años oyendo la misma cantinela, pero al final siempre se hacen la foto porque el PP siempre cumple», añade Martínez.

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