Decenas de autocaravanas estacionan y acampan en un terreno junto a la playa de Percheles, en Mazarrón, el pasado jueves. andrés ribón / agm

Las autocaravanas toman la costa de la Región de Murcia

Centenares de extranjeros aprovechan el buen tiempo para acampar junto al mar en las playas de Mazarrón, Águilas y Cartagena

Domingo, 9 de enero 2022, 07:36

Huyendo de la nieve, el frío y la Covid. Y buscando el buen tiempo, los días soleados y la tranquilidad de la costa en los ... meses de invierno. El 'boom' de caravanas en el litoral murciano se ha acentuado este año debido a las buenas temperaturas registradas en las últimas semanas. Los caravanistas europeos llenan estos días los campings y áreas de estacionamiento de la costa.

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Entre un 90% y un 100% de ocupación se encuentran los recintos para campistas situados cerca de las playas, según informa la Asociación de Campings de la Región. «Estamos a tope de holandeses, alemanes y franceses, bastante mejor que el año pasado, cuando aún no había vacunas», explica su presidente, Alfonso Morenilla. «Con las altas temperaturas de este invierno, no es raro ver el trasiego de turistas europeos con chanclas y bermudas en dirección a las playas, o comiendo bajo el sol en sus mesas plegables junto a sus caravanas», añade. Pero estos espacios no son los únicos lugares frecuentados por los extranjeros que quieren sol y playa.

Los caravanistas abarrotan con sus vehículos otras zonas donde no está permitido acampar. Las ordenanzas municipales aprobadas por los ayuntamientos de Mazarrón y Águilas, por ejemplo, no permiten a los extranjeros sacar toldos ni mesas ni sillas, aunque lo cierto es que esta imagen es bastante habitual en estas fechas. El pasado viernes, en la playa de El Mojón, en El Alamillo, una decena de estos vehículos se encontraban a escasos 50 metros del camping Los Delfines, cuando la norma mazarronera prohíbe acampar a menos de cinco kilómetros de este tipo de establecimientos.

Decenas de estos vehículos no cumplen las ordenanzas municipales y acampan en zonas no habilitadas para ello

«Con la aprobación de la ordenanza se pretende regular el uso de las caravanas», explica la concejal Raquel Raja, quien no detalla cuántas sanciones se tramitaron el pasado año. Reconoce, sin embargo, que los lugares más «problemáticos» son El Alamillo y Percheles. «Ya tenemos dos proyectos encima de la mesa para poner en marcha áreas cámper (zonas de pernocta). Por el momento no hay ningún sitio público para pasar la noche en Mazarrón, a excepción de los campings privados».

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Lo mismo que en El Alamillo ocurre en La Azohía, donde los propietarios de decenas de caravanas disfrutan estos días del sol y la playa junto a la rambla. También ocupan dos solares, ubicados frente al mar, junto a los supermercados León y Spar. Según la concejal cartagenera Eva Cavas, «solo se puede acampar en el camping Los Madriles y en un terreno de 2.000 metros en el paraje de Las Cuevas, en Isla Plana. Son las únicas zonas». Añade que «se ha denegado la licencia a un proyecto porque la parcela está junto a la desembocadura de la rambla de La Azohía, y hay otra solicitud que se va a desestimar debido al desnivel del terreno, ya que no garantiza la seguridad y habría que adecuar el solar».

Los riesgos

Los riesgos de la acampada en espacios no permitidos para ello son varios. Primero porque muchos deciden pasar unos días en espacios protegidos, lo que no está permitido. Y segundo porque los vertidos pueden ocasionar grandes problemas. En Águilas, el concejal Ginés Desiderio Navarro explica que «cuando vemos que hay una caravana asentada en un mismo lugar durante varios días, les damos un toque de atención antes de poner una sanción. En cambio, si se acampa en zonas protegidas, intervienen los agentes ambientales». Hace unos días, el paraje Cuatro Calas seguía repleto de vehículos, que invadían este espacio protegido, aunque «dentro de la zona delimitada».

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Por Alexia Salas

«Me gasto una media de 70 euros diarios; generamos riqueza en los pueblos»

Francisco Javier de las Heras sube a su caravana, en La Azohía. pablo sánchez / agm

Dedicó su vida a la hostelería, hasta que un día se subió en una autocaravana y comprobó «lo cómodo que es viajar con una casa a cuestas», relata el alicantino Francisco Javier de las Heras, de 69 años, quien pasa unos días en la costa cartagenera junto a su mujer.

«Sé que no puedo estar junto a una rambla porque puede venir una riada si llueve, pero en los días de sol no supone peligro alguno», admite este alicantino. «Aquí no molestamos a nadie, y además intentamos no sacar el toldo ni sillas. Lo cierto es que hacen falta más áreas para autocaravanas en el sur», añade.

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Para este vecino, «la mayoría de campings son muy caros y no compensa gastarse 25 euros para permanecer en ellos solo un día, porque es mucho dinero». En cambio, añade, «en la zona del norte de España son más baratos; hay lugares en los que pago seis euros diarios. Pero con los precios que hay en Andalucía y Murcia, prefiero estacionar por mi cuenta donde lo vea oportuno, ya que no hago daño a nadie».

Este caravanista es de los que defienden que esta práctica genera riqueza en los pueblos. «Suelo gastarme una media de setenta euros al día, al igual que mi mujer. Y eso es algo bueno para los comercios y establecimientos de un pueblo. Lo que creo que tendrían que hacer los políticos es ser más permisivos con nosotros y crear más zonas para caravanas, ya que somos una parte importante dentro del turismo. De hecho, cada día hay más gente que prefiere viajar con una casa a cuestas antes que irse a un hotel, donde sabes que te van a clavar por pasar una noche».

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Y defiende que «la mayoría de los caravanistas somos respetuosos con el medio ambiente».

Por Juan Ruiz Palacios

«Venimos desde Suecia y vamos a estar dos meses en Murcia y Andalucía»

Ruth Colongo y Brigitte Bezzola, en la playa de Percheles. pablo sánchez / agm

Las suecas Ruth Colongo y Brigitte Bezzola, de 61 y 60 años, respectivamente, vieron hace unas semanas un reportaje sobre las playas de España en Discovery Channel. «Somos muy amigas y hemos viajado juntas en muchas ocasiones. Ruth tiene su propia autocaravana, y yo, la mía. Así que no nos lo pensamos dos veces y decidimos venirnos a España a pasar un par de meses. Estamos jubiladas y tenemos mucho tiempo libre», señala Brigitte.

«La primera playa que hemos visitado es Percheles, en Mazarrón, y estamos encantadas de estar aquí. El buen tiempo es increíble, y el paisaje es impresionante», señalan las suecas, que tienen pensado dentro de unos días mover sus vehículos en dirección a Andalucía. «Nos llama mucho la atención Málaga, así que seguramente iremos para aquella zona», cuentan, mientras atienden a sus cuatro perros a pocos metros de la orilla. «Aquí no molestamos a nadie, porque vamos a nuestro rollo».

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Junto a sus vehículos se encontraba acampado el alemán Werner Bohm, se 64 años, junto a su esposa, de 75. «Vamos por la vida con nuestra caravana, buscando siempre lugares donde haya mucho sol, playa y tranquilidad, ya que es algo que no tiene nuestro país», relatan a LA VERDAD los dos alemanes.

«Sentimos felicidad cuando vemos el mar y el buen tiempo que hace aquí en España, por lo que nos pasamos largas temporadas en el sur. Además, la comida está muy buena y el invierno es una época del año en la que hay muy poca gente en los lugares de costa, por lo que no encanta la tranquilidad que hay en el litoral murciano», añade.

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