Los atropellos de fauna en Calblanque se disparan por la afluencia de público
Los vecinos registran un 168% más de casos que el pasado año, que afectan principalmente a reptiles, camaleones y culebras
De mayo de 2021 a octubre de este año, los voluntarios de la Asociación de Vecinos Cobaticas-Las Jordanas han registrado 42 atropellos de fauna, un 168% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando documentaron la muerte de 25 ejemplares de fauna silvestre en el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila. Los datos forman parte de un seguimiento metodológico que los habitantes de los núcleos rurales del espacio natural protegido llevan a cabo desde 2016, de lo que realizan un informe, y que comunican puntualmente a los gestores del Parque Regional. Un estudio que ahora han ampliado al Proyecto Safe (Stop atropellos de fauna en España), que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha promovido entre 2021 y 2022 para evaluar la mortalidad de fauna en carreteras por medio de la ciencia ciudadana. No en vano esta es la primera causa de muerte no natural de la fauna silvestre.
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Según los datos recabados por los vecinos, que documentan gráficamente los atropellos y los localizan geográficamente, los reptiles son el grupo de animales más perjudicado por el aumento de afluencia de público que se ha registrado en los últimos tiempos en el espacio natural protegido de Calblanque, con el camaleón como especie más afectada. Así, mientras que el año pasado se registraron 10 de ellos aplastados en vías de tierra u hormigonadas del parque, este ejercicio la cifra se ha duplicado (20). Entre los animales víctimas más comunes del arrollamiento por vehículos también se encuentran distintas especies de culebras como la de cogulla ('Macroprotodon brevis'; 3 en 2021 y 2 este año); la de herradura ('Hemorrhois hippocrepis'; 2 en cada ejercicio); la lisa meridional ('Coronella girondica'; 2 el año pasado y 4 este) o la bastarda ('Malpolon monspessulanus'; 3 en 2021 y 1 este año); a los que habría que sumar lagartos ocelados (1 y 2), lagartijas colirrojas (4), culebras sin identificar (3), musarañas (2), ratones de campo (1), conejos (2), liebres (1) y un sapo corredor.
Desde la asociación de vecinos reconocen que desde la dirección del parque regional se están tomando medidas adicionales a la restricción del tráfico de vehículos. «Este año están reparando algunos de los reductores de velocidad de los caminos, que estaban deteriorados y nos han asegurado que cuentan con presupuesto para instalar nuevos», explica José Benedicto, participante en el seguimiento.
Circular a 20km/h los evita
Sin embargo, insisten en la necesidad de que la Administración regional lleve a cabo campañas de concienciación de la ciudadanía. «Tras la pandemia y con la promoción del parque a nivel institucional entre el público, se ha incrementado mucho la afluencia de personas a Calblanque. Es necesario que la gente tome conciencia de que es un espacio protegido con mucha biodiversidad, que no es una playa más», insiste. Y explica que «si se respetan las indicaciones de circular a 20 km/h es posible evitar el atropello».
Como posible solución, sugiere que el acceso al parque por la carretera de Los Belones, que, según el Trabajo Fin de Máster 'Impactos del uso público en el Parque Regional de Calblanque: Atropellos de fauna', realizado por Carlota Mª Lario Ruiz, concentra buena parte de las muertes de animales por aplastamiento de vehículos en el parque –como demuestra el mapa de calor elaborado por ella misma– se restrinja a vecinos de los núcleos rurales y trabajadores del parque. El trayecto del centro de visitantes a la playa es otro de los más conflictivos, junto a los alrededores del centro de visitantes, punto negro del espacio protegido, según el estudio de Lario Ruiz.
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Los vecinos autores del informe recuerdan que todos los atropellos se producen de mayo a octubre, cuando mayor afluencia de público se produce, «no solo coches, sino también las cada vez más numerosas bicicletas», puntualizan sobre la proliferación de la modalidad de descenso en el parque. Y Lario Ruiz, en su investigación, cita como causas probables, por un lado, la época de reproducción y mayor actividad de los reptiles –primavera y verano– y los caminos hormigonados, ya que los reptiles, de sangre fría, aprovechan estas superficies que acumulan calor para solearse.
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