Arroyo promete calificar como no edificables grandes desarrollos urbanísticos del Mar Menor
La candidata del PP de Cartagena incluirá en su programa un blindaje de la laguna en el nuevo plan general que enterrará Novo Carthago y otros dos residenciales
La situación urbanística en el entorno del Mar Menor, siempre polémica y con una moratoria que está próxima a caducar, entra de lleno en la ... precampaña electoral con el primer anuncio de una candidata que afecta a las grandes y controvertidas urbanizaciones proyectadas en ese espacio de gran valor natural, patrimonial y sentimental. La alcaldesa de Cartagena y aspirante del PP a repetir en el cargo, Noelia Arroyo, introducirá en su programa electoral el compromiso de convertir en no urbanizables los grandes desarrollos urbanísticos de la ribera sur de la laguna salada para impedir la construcción de cerca de 14.000 viviendas y evitar el aumento de la presión sobre el ecosistema. Lo hará recogiendo dicha calificación en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Cartagena, cuya fase de estudio está próxima a concluir para que su aprobación inicial tenga lugar a principios de la próxima legislatura por la Corporación que salga de las urnas el próximo 28 de mayo.
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Según reconocieron a LA VERDAD fuentes del PP que trabajan en la elaboración de dicho programa, la propuesta de Arroyo es convertir en no urbanizables la finca Lo Poyo, donde está prevista la construcción de hasta 12.000 viviendas en la urbanización Novo Carthago. Igualmente, desclasificará los terrenos de El Vivero de La Manga, donde se podrían levantar cerca de mil casas y alojamientos turísticos. Además, dejará sin efecto el plan parcial de La Loma de Mar de Cristal, que aspira a albergar otras mil viviendas al norte de Los Belones.
EN EL PUNTO DE MIRA
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Novo Carthago Urbanización con más de doce mil viviendas y alojamientos en hoteles. Dos campos de golf de 18 hoyos en el entorno del humedal de Lo Poyo.
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El Vivero Construcción de 635 viviendas y unos trescientos alojamientos turísticos en terrenos ganados al Mar Menor con rellenos hace 60 años. En La Manga.
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La Loma del Mar de Cristal Proyectadas mil viviendas y alojamientos turísticos en casas y edificios de distinta tipología. Hay, además, complicaciones legales entre propietarios.
Sin proyectos de obra
Ninguno de esos tres grandes desarrollos tiene aprobado sus proyectos de obra de urbanización, por lo que están afectados por la moratoria del Mar Menor. Esta exclusión temporal, adoptada hasta la aprobación definitiva del Plan de Ordenación Territorial de la Cuenca Vertiente del Mar Menor, expira el próximo 2 de agosto, coincidiendo con los tres años de la entrada en vigor de la ley del Mar Menor. Pero ni está aprobado el plan de cuenca y la prórroga de la moratoria aprobada en la Asamblea el pasado 8 de marzo sigue en el aire, pendiente de la decisión que tome la nueva Cámara que salga de las elecciones del mes que viene.
Las mismas fuentes indicaron que la previsión es que dichos cambios impliquen el pago de indemnizaciones a los promotores de esas urbanizaciones por los costes de los trámites realizados hasta el momento. En principio, serían cantidades asumibles por el Ayuntamiento de Cartagena y que compensan el beneficio medioambiental que generaría la medida. Precisamente, como ninguno de esos proyectos tiene aprobado el proyecto de urbanización descartan tener que pagar indemnizaciones millonarias si demandan el lucro cesante.
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Edificaciones y un humedal
El caso más destacado es el de la finca Lo Poyo, entre El Algar y el monasterio de San Ginés de la Jara, al pie de la vía rápida que llega a La Manga. La modificación en marzo de 2005 del Plan General de Ordenación Urbana de Cartagena autorizaba el proyecto urbanístico Novo Carthago, de la inmobiliaria Hansa Urbana, en terrenos que rodean un humedal de alto valor ambiental. El Ayuntamiento paralizó el avance en su desarrollo a la espera de la decisión judicial sobre la legalidad del procedimiento y, en cualquier caso, está frenado por la moratoria del Mar Menor.
Otro proyecto en el punto de mira es el de El Vivero, en La Manga. Son terrenos urbanizables, según el Plan General de 1987, vigente actualmente en Cartagena. Tiene aprobado un plan parcial por la Comunidad Autónoma, pero el proyecto de urbanización no salió adelante porque es incompatible con las normas ambientales. En 2019 fue aprobado el programa de actuación y los estatutos de la junta de compensación del plan parcial.
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Su desarrollo supondría la construcción de 635 viviendas y unos trescientos alojamientos turísticos en parte de los terrenos ganados al Mar Menor en 1969 mediante una obra de desecación y relleno de unos 300.000 metros cuadrados. Noelia Arroyo ha pedido reiteradamente al Ministerio de Transición Ecológica que adquiriese El Vivero con los fondos comprometidos para la compra de suelo en el entorno del Mar Menor.
En cuanto a la urbanización La Loma de Mar de Cristal, su desclasificación afectaría a la zona del sector que todavía no ha sido transformada urbanísticamente. La propiedad pretende levantar allí unas mil viviendas.
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Sea cual sea el futuro de Arroyo el 28 de mayo, su anuncio puede tener un efecto contagio en el resto de candidatos y de partidos de cara a la elaboración de sus programas y compromisos públicos. También en el del resto de municipios ribereños donde hay desarrollos en el aire.
Más plazas hoteleras y turísticas, pero fuera de zonas sensibles
En el equipo que prepara el programa electoral del PP de Cartagena justifican que los grandes desarrollos urbanísticos aceptados durante el mandato de otra alcaldesa popular, Pilar Barreiro, que estuvo en el cargo entre 1995 y 2015, respondían a la necesidad de más plazas hoteleras y turísticas en el municipio en aquella época. Por entonces, la sensibilización social y el problema medioambiental eran menores, aunque la situación de la finca Lo Poyo lleva de actualidad cuatro décadas y sus distintos planes urbanísticos siempre han sido cuestionados. El municipio cartagenero sigue teniendo esas mismas necesidades de alojamientos para su crecimiento turístico y empresarial, pero deben cambiar de ubicación y de filosofía, aseguraron a LA VERDAD las mismas fuentes. Debe apostarse por la calidad en los desarrollos y evitar mayores presiones al Mar Menor. Paralizado el ladrillo, gran parte de los terrenos de la ribera sur de la laguna están dedicados a la agricultura.
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