La arquitectura de autor entra de lleno en el campo

«Algunas edificaciones ya han sido reconocidas por su innovadora arquitectura», recuerda la decana del Colegio, María José Peñalver. «Se trata de iniciativas que están en auge, ya que cada vez hay más peticiones para desarrollar este tipo de obras integradas en espacios rurales».

Este tipo de inmuebles suelen tener varios elementos en común. «Cuidan mucho su integración en la naturaleza. Es decir, en estos casos la arquitectura se amolda a la sostenibilidad y a los recursos naturales de cada zona», sostiene la decana. Por ello, «se utiliza mucho la madera. También son comunes grandes ventanales bien orientados para estar en contacto permanente con el espacio natural y, además, se intenta que las construcciones sean autosuficientes, por lo que se suelen instalar paneles solares, aljibes y sistemas de geotermia», explica Peñalver.

Es arquitectura de autor. «Hay una tendencia clara en los últimos años a crear este tipo de edificaciones», insiste la decana. En cuanto al precio, los costes no son mucho mayores que los de cualquier otro inmueble. «Yo lo considero como una inversión, sobre todo, por el aspecto de la autosuficiencia. Creo que estamos en un momento en el que tenemos que pensar a largo plazo cuando hablamos de una casa o unas oficinas», apunta Peñalver. Además, puntualiza que, «antes se estilaba la autoconstrucción, pero ahora la tendencia es dar importancia a lo que se coloca en el centro del medio natural».

La 'Mandarina Coleóptera' es un edificio de oficinas situado en el campo de Abanilla, propiedad de una cooperativa que cultiva naranjas ecológicas. El proyecto fue elaborado por Pencho Sánchez Morales, Joaquín García Vicente y Antonio Pérez Rabadán. Sánchez Morales señala que «la idea de la mandarina surgió porque la empresa se dedica al cultivo ecológico. Es una firma que quiso ubicar en medio de la naturaleza sus oficinas desde el primer momento».

El edificio destaca por su color naranja. «Tiene espacios de trabajo y el itinerario que conduce a un gran mirador que da a los cultivos», se enorgullece el autor del proyecto. Añade que «se hace un gran esfuerzo a la hora de desarrollar edificios innovadores de este tipo. Sin embargo, existe un cierto 'talibanismo' ecológico y una locura normativa que dificultan la realización de estas construcciones en los medios rurales».

La constructora Anovel Ingeniería SL ha creado para la empresa Tomás Guillén, en el paraje de Las Cumbres de Lorquí –junto al empalme de Archena–, una nave para la exposición de maquinaria conservera. Se trata del 'Proyecto Oasis', una edificación única en su estilo en la Región, con un gran aprovechamiento de la luz exterior a través de las dos paredes laterales semitransparentes.

La nave está preparada para producir energía eléctrica con paneles solares. Además, con un cerramiento perimetral con paneles 'sándwiches' consigue un aislamiento interior adecuado para la estabilidad ambiental. La estructura está basada en lo que en arquitectura se denomina 'pórticos de inercia variables', consiguiéndose de esta forma un gran espacio sin pilares intermedios.

En Archena se ubica otra construcción que no pasa desapercibida para nadie. Se trata del Vivero de Empresas, que obtuvo en 2019 el Premio Regional de Arquitectura por su atractivo diseño. Aunque la pandemia paralizó su principal función y tuvo que ser reutilizado como lugar de acopio de material sanitario y centro logístico de vacunación, el Ayuntamiento ya está elaborando un programa encaminado a formar a jóvenes para la creación de nuevo tejido empresarial.

Durante los años anteriores a la pandemia, este inmueble albergó numerosos cursos para fomentar la cultura emprendedora en la localidad. También se realizaron talleres y jornadas orientadas al mismo fin.

En Cieza, el Centro de Interpretación de Almadenes constituye el primer edificio totalmente autosuficiente creado en la Región a finales de 2014. Su construcción posibilita la recogida del agua de lluvia y el aprovechamiento de energías renovables como la solar o la eólica.

Aunque el edificio es de titularidad municipal, desde 2020 la concesionaria privada Buitreaventuras se encarga de su explotación. Entre las actividades que realiza en los alrededores, se encuentran las relacionadas con el deporte de aventura y el turismo activo, tales como barranquismo, escalada y 'rafting'. Una de las últimas ofertas que ha incorporado es el ecoturismo con rutas por las entrañas del Cañón de los Almadenes.

En Bullas se sitúa otra obra arquitectónica de gran calado, cuyo autor es Fernando de Retes, que fue distinguido por el diseño en esta construcción. Es el Centro de Agroecología y Medio Ambiente, ubicado en el paraje de La Rafa. Su autor explica que «la idea de esta construcción era crear un inmueble para investigar semillas y recuperar así algunos frutos que se estaban perdiendo. Los promotores me pidieron que hiciera habitaciones para los expertos que iban a trabajar allí, y así surgió todo», cuenta De Retes. El centro funcionó durante años, aunque su actividad se paralizó y ahora alberga alojamientos turísticos.

De Retes cuenta que «la obra se llevó a cabo con materiales humildes para demostrar que una arquitectura sensible con la naturaleza se puede realizar con elementos económicos». Añade que «ahora tenemos un proyecto muy bonito. Queremos que ese edificio albergue un centro de interpretación en el que los visitantes puedan conocer la evolución térmica de las viviendas y otros aspectos relacionados con el mundo de la arquitectura».

Y en 2013 se terminó el Edificio Polivalente Bioclimático, que forma parte de un proyecto global denominado 'Yecla Valora', financiado por la Unión Europea con más de tres millones de euros. El edificio se integra en el entorno natural del Cerro del Castillo, un lugar emblemático situado a las afueras del casco urbano. Estas instalaciones acogen el Espacio Joven municipal, distintas salas de estudio y otras destinadas a conferencias y charlas.