Ariel Montalbán, la creadora trans y con autismo que convirtió su dolor en cómic
Ganadora de varios reconocimientos por un fanzine sobre la transición de género, llegó a querer quitarse la vida tras sufrir acoso; por eso, reclama «más empatía» hacia el colectivo: «Estoy preocupada por el avance del odio»
Ariel Montalbán (Águilas, 1992) presume de haber logrado hacer del dolor ante el rechazo «algo bueno». Su doble condición de persona con trastorno del espectro ... autista (TEA) y mujer transgénero ha marcado su vida y la ha obligado, desde muy joven, a bregar con la incomprensión y la discriminación a la que ya se enfrentan ambos colectivos por separado.
Publicidad
Hace unos años, fruto del acoso que sufría cuando realizaba sus estudios universitarios en Bellas Artes, Ariel estuvo al borde de quitarse la vida. Lo cuenta en voz baja, con el mismo tono pausado con que celebra haber logrado salir adelante, antes de recordar que otros en su situación no corrieron la misma suerte. «Tenía un amigo, un chico trans, que también era TEA, y acabó suicidándose. Lo hizo porque no le daban el diagnóstico por tener, precisamente, trastorno del espectro autista. Creo que si se lo hubieran dado, le habrían salvado la vida», asegura. «Yo lo conseguí», remarca con una sonrisa amarga, «pero es difícil hablar de esto».
Por eso, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se conmemora hoy, reclama «más empatía» y reconoce sentirse especialmente «preocupada» ante el avance de la intolerancia. «Ahora hay un odio enorme, mucho desprecio y, contra eso, ahora mismo lo que tenemos que pedir a la sociedad es que acepte lo diferente, que acepte lo que queremos ser. Nosotros solamente queremos vivir nuestra vida, pero si cada dos por tres recibimos insultos y vejaciones, no podemos seguir», lamenta.
Según el informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más 'Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025', el 20,3% de las personas del colectivo han sufrido acoso en el último año.
Publicidad
El mismo estudio alerta, además, de que las agresiones físicas y verbales se han doblado respecto al año anterior, pasando de afectar al 6,8% de las personas entrevistadas –800 en esta edición, una encuesta elaborada por 40dB– al 16,2%, un incremento de casi diez puntos que se traduce en 812.000 personas agredidas en el último año en el país por su condición u orientación sexual.
Una obra colectiva
En 2016, cuando Ariel inició su transición de género, comenzó a dar forma a 'Trasition', un cómic que creó bajo el pseudónimo de 'Ariko' y que lanzó como fanzine en 2019 con la intención de abordar el proceso. «Lo vendía en un mercadillo y empezó a gustar. Yo iba haciendo más copias, hasta que, en la pandemia, explotó. Fue nominado a premios nacionales y empezó a llamar la atención de otra gente del colectivo». Así, «poco a poco, fue convirtiéndose en una obra coral», señala.
Publicidad
«Fue maravilloso, porque todo el dolor que pasé se convirtió de pronto en algo muy positivo». Desde entonces, 'Transition' ha dado cabida a historias de otros artistas trans y no binarios que han compartido sus experiencias a través de un 'collage' que no ha dejado de cosechar halagos. La tercera entrega, con diez firmas invitadas, se llevó el premio a Mejor Fanzine en el 27 Salón del Manga de Barcelona, y el resto de entregas han ido acumulando otras nominaciones y reconocimientos.
Ahora, acaba de cerrar la campaña de micromecenazgo que le ha permitido editar el sexto y último número de la saga, tras la que ya planea hacer un cómic, junto a otra autora, centrado en el autismo. «La ficción es importante, porque puede ayudar a las personas que pasan por algo así», señala.
Publicidad
Ariel reconoce que la transición que emprendió, además de los episodios de acoso, ha tenido otros costes personales: «Perdí amistades, pero tengo a mi familia, que ha sido un gran apoyo, y tengo a la asociación Astrade», gracias a la que consiguió un empleo en digitalización en el centro especial de empleo de Feycsa, donde sigue soñando con editoriales y con lograr algún día mantenerse como creadora.
Mientras tanto, ve con tristeza y frustración el avance de políticas «que buscan dar marcha atrás a los logros del colectivo». «Siento mucha rabia y mucha decepción cuando veo a ciertos partidos de la derecha defender que no merecemos los derechos que hemos conseguido. Quieren borrar toda nuestra lucha para normalizar una cosa tan sencilla como el derecho a existir», afirma. «Algunos piensan que deberíamos estar encerrados en casa. Pero tenemos que seguir, es lo único que podemos hacer para que nuestra existencia no sea borrada».
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión