Sara Llorca se dirige al jurado, observada por Natalia, su clienta.

Los acusados del 'crimen de La Puebla' rechazan su turno de última palabra

Los abogados defensores destacan en sus informes finales la duda razonable sobre el asesinato antes de que el jurado delibere

Martes, 21 de enero 2025, 21:11

En la última sesión del juicio por el 'crimen de La Puebla', los acusados, Agustín y Natalia, decidieron no hacer uso de su ... turno de última palabra. Antes de ese momento, sus abogados defensores presentaron sus informes finales al jurado, y coincidieron en señalar que no había existido alevosía ni premeditación, y que la muerte de Juan Manuel fue el resultado de «errores, miedo y malas decisiones».

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El abogado de Agustín destacó que su cliente presenta un grado de discapacidad del 54%, reconocido por informes médicos. Esta condición, según el defensor, afecta significativamente su capacidad de toma de decisiones y comprensión de las consecuencias de sus actos. «Estamos hablando de una persona cuya discapacidad limita su autonomía intelectual y sensorial, lo que debe ser considerado como una atenuante en este caso», afirmó.

El letrado también criticó las contradicciones en los testimonios de los médicos forenses, quienes admitieron no haber revisado ciertos informes antes de declarar. En relación con la muerte de Juan Manuel, el abogado admitió que fue un homicidio, y descartó el asesinato premeditado.

Para el letrado, los acusados actuaron de manera imprudente, pero sin la intención de cometer un crimen tan grave. «Mi cliente se equivocó al no comprobar correctamente si Juan Manuel seguía vivo. Pero no podemos ignorar que actuó pensando que estaba fallecido», señaló.

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Una vida difícil

Por su parte, Sara Llorca, del despacho del abogado Antonio Casado Mena, letrada defensora de Natalia, recordó la difícil vida de su cliente desde su infancia. Según detalló, Natalia creció en un entorno de negligencia parental, «lo que afectó a su desarrollo emocional y a la capacidad para enfrentarse a situaciones de alta presión». Llorca incidió en el hecho de que la relación de Natalia con Juan Manuel, quien era 17 años mayor que ella cuando salían, también debe entenderse como una situación de vulnerabilidad. «Estamos hablando de una joven que, con solo 18 años y un mes al momento de los hechos, no tenía ni los recursos ni la fortaleza emocional para tomar decisiones lógicas en una situación de crisis extrema», afirmó la abogada.

La defensora también destacó que Natalia se encontraba en estado de 'shock' aquella madrugada. «Sufrió una desconexión emocional que la llevó a comportarse de manera errática. Su voluntad nunca fue retener ni dañar a Juan Manuel», señaló

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Llorca insistió en que Natalia no estuvo presente cuando el coche fue quemado y que, en todo caso, pensaba que Juan Manuel ya estaba muerto. «Es ilógico que alguien con intención de asesinar recorra más de 20 kilómetros con el riesgo de ser interceptado, en lugar de actuar en el lugar más cercano», argumentó.

Finalmente, la abogada pidió al jurado que, ante la falta de pruebas concluyentes y la duda razonable, declararan a Natalia no culpable del incendio y solicitó una condena por lesiones con atenuantes debido a su estado emocional. El jurado recibirá hoy el objeto del veredicto y, posteriormente, se retirará a deliberar para alcanzar un veredicto.

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