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Un gobio intenta comerse un caballito de mar, el miércoles en el Mar Menor.

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Un gobio intenta comerse un caballito de mar, el miércoles en el Mar Menor. JAVIER MURCIA

Lucha a muerte en el Mar Menor

Miles de peces que han sobrevivido al episodio de anoxia se apiñan en arenales del norte de la laguna, donde compiten entre ellos sin apenas espacio ni alimento

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Sábado, 19 de octubre 2019, 02:42

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Solo sobreviven los más fuertes, lo que mejor se adaptan a las circunstancias adversas. Esta ley natural, tan antigua como la vida, comienza a regir en el Mar Menor, donde la falta de oxígeno provocó el fin de semana pasado la muerte de miles de peces, entre ellos especies tan valiosas y vulnerables como la anguila y el fartet, ambas en peligro de extinción. Después de esta mortandad masiva, documentada en fotos y vídeos que han indignado al mundo, los investigadores han comenzado a preguntarse qué está sucediendo ahora en el fondo de la laguna.

Y lo que está ocurriendo es «dantesco», según el naturalista y fotógrafo submarino Javier Murcia, que esta semana ha contemplado escenas que nunca había visto durante el largo tiempo que lleva sumergiéndose con sus cámaras en el Mar Menor: miles de peces apiñados en arenales del norte de la laguna -junto a La Manga, cerca de Veneciola-, estresados y compitiendo entre ellos sin alimento ni apenas espacio. Sobre todo gobios -conocidos popularmente como zorros y chaparrudos, según la especie-, atacándose entre ellos, devorando otros peces muertos o intentado apresar caballitos de mar y agujas de río. También grandes densidades de blenios -o gallerbos- y muchas anguilas sin vida en el fondo.

Para el biólogo David Verdiell, autor de una tesis sobre la fauna piscícola en las zonas someras del Mar Menor, este fenómeno tiene una explicación: «Muchos de los peces que sobrevivieron a la anoxia se han refugiado en la zona norte, donde aún se puede respirar, pero se están produciendo concentraciones nunca vistas; si hablamos de gobios de arena, de unos 50 ejemplares por metro cuadrado, cuando lo normal es mucho menos de diez», explica a 'La Verdad'.

Javier Murcia, autor de la 'Guía de la flora y fauna marinas del Mar Menor' -y también de una exposición de fotografías sobre los fondos de la laguna que puede visitarse en el Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia hasta el 27 de este mes-, captó el miércoles y ayer mismo imágenes inéditas de altas concentraciones de peces «que reflejan el desequilibrio actual del ecosistema», advierte Verdiell. «Estos peces son territoriales y habitualmente compiten entre ellos y otras especies», añade el biólogo, «pero jamás había visto un gobio tratando de comerse un caballito. Que finalmente no ha podido, por cierto, por la dureza de la piel del hipocampo. Esta situación tan grave no se había producido nunca», se lamenta. Y advierte: «Ver esa cantidad enorme de peces muertos fue muy impactante, pero no sabemos lo que va a venir después».

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