La cabra montés prosigue su expansión por casi todas las sierras de la Región de Murcia
El censo de este herbívoro en 2020 arroja una abundancia de hasta 6.745 ejemplares, el máximo histórico de la especie desde 1992
Paso a paso, risco a risco, la cabra montés continúa con su expansión imparable por la Región de Murcia, donde ya ocupa prácticamente todas las ... sierras salvo las montañas litorales, según el censo de este herbívoro en el año 2020, que acaba de terminar la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente. El estudio refleja la mayor abundancia de la especie desde que comenzaron a hacerse estudios sobre su población, en 1992, y los técnicos de la Dirección General de Medio Natural estiman que la 'Capra pyrenaica' ha recolonizado ya «gran parte de los territorios que debió ocupar hasta el siglo XIX».
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El número de ejemplares avistados por el equipo censador, formado por más de cincuenta personas, asciende a 1.349, en 255 grupos diferentes de animales, con una media de 5,29 por rebaño. De acuerdo con las cabras monteses localizadas visualmente, la estimación de población estaría entre 3.372 y 6.745 ejemplares –se considera que los individuos avistados representan solo entre el 20% y el 40% del total–.
Estos resultados arrojan un aumento significativo con respecto a los últimos conteos, correspondientes a 2018 y 2016, y un salto muy importante si se compara con la situación de este ungulado en 1992: si hace casi treinta años se detectó una media de 0,5 cabras por cada itinerario de censo, en 2019 y 2020 la media es de 19,9, casi cuarenta veces más.
La cabra hispánica se ha desplazado desde el Noroeste a Jumilla, Lorca, Alhama, Totana, Ricote, Cieza, Abarán, Fortuna y Abanilla
La expansión de la cabra montés, presente ya en una quinta parte del territorio regional –sus dominios ocupan más de 200.000 hectáreas–, no ha sido frenada por la presencia del arruí, la expecie exótica de origen africano que durante décadas compitió con la autóctona por el hábitat y el alimento.
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Si en la década de los noventa la cabra montés se encontraba confinada en las montañas del Noroeste, con el arruí ganando terreno desde Sierra Espuña, la situación es muy diferente treinta años después: el herbívoro local se ha desplazado al Altiplano (Jumilla) y a las sierras de Lorca, Ricote, Totana y Alhama (Tercia-Chíchar y Espuña), Cieza, Abarán e incluso Fortuna y Abanilla, y convive con el muflón del Atlas en todos los territorios ocupados por la especie foránea.
El análisis comparativo de los datos del censo indica, puede leerse en el documento, que «la población murciana de cabra montés se encuentra aún en expansión» y que «el hábitat posee aún una mayor capacidad de carga de la alcanzada hasta la fecha, todo ello a pesar de los ciclos de sequía y la consiguiente disminución de los recursos alimenticios». Como frenos a un avance más rápido de la especie, los expertos citan la mortalidad por sarna, el programa de control –que implica cada año el sacrificio de varias decenas de individuos– y la concesión de permisos de caza por daños a la agricultura. Sin embargo, barreras artificiales como carreteras, zonas agrícolas y vallados no parecen haber supuesto una gran dificultad para el progreso de la cabra hispánica.
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Más numerosa en Moratalla
La mayor abundancia de la cabra montés se localiza en las sierras de Moratalla, especialmente en el conjunto de la Muela, el Cerezo y los Álamos, y también en el entorno del Cenajo y el Buitre. Las montañas caravaqueñas de Mojantes, el Gavilán y Pinar Negro son igualmente un buen refugio para este preciado trofeo de caza mayor, con núcleos muy considerables.
El estudio, que incluye 23 zonas, se realizó durante 23 jornadas a lo largo de 68 itinerarios diferentes que se recorrieron de ocho de la mañana a doce del mediodía a pie o en vehículo todoterreno, además de en puntos fijos de observación. El seguimiento de la especie se realizó durante la época de celo, cuando es más fácil detectar a un animal que se mimetiza mucho con el terreno y que además frecuenta los espacios más altos y apartados de las sierras. En 2019, del 14 de noviembre al 12 de diciembre; y en 2020, del 18 de noviembre hasta el 18 de diciembre.
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El informe de la Consejería advierte sobre un desequilibrio «no preocupante» en las poblaciones de cabra montés, ya que hay más hembras que machos, situación que se achaca a la actividad cinegética, que prima la obtención de trofeos, y al furtivismo.
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