Playa de Los Urrutias cerrada al baño, este martes. ANTONIO GIL

En Fase 0 ambiental

El estado del Mar Menor no engaña: es el reflejo de la gestión 'verde' del Gobierno de la Región de Murcia

Martes, 26 de mayo 2020, 20:15

«Si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato». Los periodistas recordamos esta máxima cuando intentan convencernos de algo difícilmente creíble. Así que, pese al mantra de nuestros políticos («el Mar Menor es nuestra máxima prioridad», «toda la acción del Gobierno regional está enfocada a recuperar la joya de nuestros espacios naturales», «el respeto al medio ambiente, siempre por encima de todo», etc), miro la foto del estado actual de la laguna y aplico el 'test del pato'. Y saco mis propias conclusiones.

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¿Qué se ha hecho, y sobre todo qué no se ha hecho para que la laguna esté peor que cuando estalló la sopa verde? Nadie se hubiera atrevido a profetizar en mayo de 2016, cuando se evidenció la eutrofización del Mar Menor, que al cabo de cuatro años (¡una legislatura!) el humedal iba a estar agonizando y con el peor de los diagnósticos científicos. Al borde de otro episodio de anoxia y con el Ayuntamiento de Cartagena cerrando playas en buena parte de la cubeta sur por un informe de Salud que desaconseja el baño ante la acumulación de algas putrefactas y espumas que desprenden un hedor insoportable.

Sí: se desmantelaron desalobradoras ilegales y se cortaron vertidos contaminantes, se aprobó un decreto de medidas urgentes, transformado después en una normativa más completa de protección integral, se ha comenzado a identificar los regadíos ilegales, se aprobó el Plan de Gestión Integral de Red Natura 2000, se nombraron comités consultivos y comisiones especiales, se redactaron estudios... pero el Mar Menor está casi muerto. El 'test del pato'.

Balones fuera

El Gobierno regional insiste en culpar a la Administración central (si siguiera Rajoy en La Moncloa, o con Casado, no se atrevería) de que el Mar Menor se haya convertido en una cloaca: el Ministerio no aplica el Plan de Vertido Cero, la Demarcación de Costas del Estado no retira los fangos, la Confederación Hidrográfica del Segura no vigila los regadíos ilegales o no autoriza la impulsión del bombeo de la rambla del Albujón...

Obviando que el pecado original del Mar Menor son las agresiones de actores locales mal medidas, no advertidas (por error u omisión) o directamente consentidas... por actores locales. Y evitando tomar medidas drásticas contra la agricultura intensiva, la actividad productiva que ha puesto a la laguna en 'shock' ecológico según todos los informes técnicos, los estudios de los investigadores y los datos que está recabando el juzgado número 2 de Murcia, que instruye una causa (el caso 'Topillo') por la contaminación del Mar Menor.

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La responsabilidad es tan abrumadoramente local que sonroja escuchar cómo desde el presidente regional hasta la directora general del Mar Menor, pasando por el consejero de Medio Ambiente (también de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca) echan balones fuera exigiendo una intervención externa que les solucione el marrón interno. Pero no hay cascos azules para esto.

El Antiguo Testamento

Y entre ocurrencias como pedir a los periodistas que suavicemos enfoques y titulares para no espantar al turismo, en lugar de reforzar la protección de la naturaleza (una de las lecciones que debemos sacar de la pandemia del coronavirus), la Comunidad Autónoma reduce por decreto las exigencias de la Ley de Protección Ambiental para «relajar» la normativa. La quinta modificación en seis años.

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Ese es el nivel: cuando más en 'verde' hay que pensar y actuar la reacción del Ejecutivo autónomo consiste en rebajar de nuevo el listón de las obligaciones legales con la excusa de que es necesario estimular la economía para superar el parón de la Covid-19. Y con una referencia al Antiguo Testamento en el 'decretazo'. Parece una broma pero no lo es. Si lo dice el Levítico...

Qué poco han cambiado las cosas desde los tiempos de Valcárcel, cuando desde el Palacio de San Esteban se señalaba al medio ambiente como un estorbo para el desarrollo económico. Seguimos en Fase 0 ambiental.

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