25 años de periodismo 'verde'

Hace 25 años yo aún no estaba en la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), pero ya practicaba el periodismo 'verde'. Lo que podía, claro, entonces no era fácil hacer hueco a los temas de medio ambiente en el periódico. Ni en LA VERDAD, ni en 'El País' ni en otros medios generalistas, como ha quedado claro durante los dos últimos días (miércoles y jueves), cuando los miembros de APIA (me asocié hace diez años) hemos echado la vista atrás para recordar cómo ha evolucionado la presencia de estos contenidos durante este tiempo y 'adivinar' (complicado) cómo será nuestro trabajo en el futuro. Cero nostalgia y sí muchas ganas de seguir enchufados y aprendiendo, por cierto, aunque fue inevitable contar y escuchar algunas batallitas. El Círculo de Bellas Artes de Madrid acogió nuestro XIII Congreso y un emocionante 'bonus track': la celebración de los 25 primeros años de nuestra asociación, que reunió a decenas de profesionales de toda España con una pasión en común: comunicar biodiversidad (sí, este fue el lema del encuentro).

Comienzo haciendo 'spoiler' y os adelanto una de las principales conclusiones: estos 25 años han sido buenos para la información ambiental, aunque no tanto para las condiciones de trabajo de los periodistas, la fortaleza de los medios de comunicación en general y en particular de los especializados, como la mayoría de revistas históricas que tuvieron que cerrar (Natura, Biológica, La Tierra...). Por suerte, Quercus aún resiste en el quiosco y Ballena Blanca lleva cinco años demostrando que al periodismo impreso no se le puede dar por muerto todavía (¡larga vida al papel!).

Casi todos coincidimos en que la información ambiental se ha instalado en la agenda social, política y periodística y en que, por encima de sucesos excepcionales como las catástrofes de Doñana, el 'Prestige', la bahía de Portmán y el Mar Menor, las noticias 'verdes' se han consolidado en el menú informativo y los datos de audiencia y la interacción con los lectores nos han demostrado que el medio ambiente interesa. Tanto los contenidos 'duros' o técnicos (contaminación, gestión del agua y el territorio, energías renovables...) como los más 'amables' (biodiversidad, espacios naturales...).

Yo no me puedo quejar. Al contrario. Trabajo en un medio sólido que siempre ha apoyado mi trabajo y que ha demostrado una apuesta sin complejos por la información ambiental, que en la Región de Murcia (y en general en los medios regionales) siempre implica pisar algún callo e incomodar a sectores influyentes. El 'shock' ecológico del Mar Menor es una prueba de esto. Afortunadamente, en LA VERDAD siempre han sido lo primero la información, los datos y la valoración crítica.

En esta última década ha sido fundamental el respaldo del director, Alberto Aguirre de Cárcer, un periodista especializado en ciencia al que nunca he tenido que convencerle de nada. Ya venía convencido. Gracias a él he trabajado motivado, con seguridad y subido en una ola. Muchos de los temas que leéis aquí han sido propuestas suyas, y su conocimiento y nivel de exigencia han elevado el listón de todos los profesionales de LV. También fue decisivo en la puesta en marcha de este blog, que hace solo unos días batió su récord de audiencia: más de 119.000 páginas vistas y de 50.000 usuarios únicos en una semana. Una década después, aún no me lo creo. Esto os lo debo a vosotros: gracias por leerme, por comentar y por compartir. Mientras os interese mi trabajo, aquí seguiré.

Vuelvo al Congreso de APIA: la organización (¡bravo María García de la Fuente, Javier Valenzuela, Luis Guijarro, Félix Tena, Maribel Orgaz, Rosa Tristán, José Antonio Quirce...!) me invitó a participar en la mesa redonda de prensa escrita, que compartí con Rafael Ruiz (ex El País y fundador de El Asombrario), Miguel G. Corral (El Mundo), Ignacio Bayo (ex Diario 16), Eva Martínez (La Razón), Cristóbal Ramírez (La Voz de Galicia), Lluís Amengual (Diario de Mallorca, ahora en la TV autonómica balear) y Pepe Sierra (30 años en Levante), moderados por Isabel Rivadulla (comunicación en Signus). Finalmente no pudo venir Antonio Cerrillo (La Vanguardia).

Os resumo lo que dije: en los últimos 25 años la información medioambiental se ha asentado, las redes sociales nos han ayudado a los periodistas, sobre todo a los que trabajamos fuera del circuito de las televisiones y los medios nacionales, y los reporteros locales contamos al menos con la ventaja de una vinculación más estrecha con nuestros lectores y también de un mejor conocimiento de los asuntos que suceden en nuestro territorio. Podemos contextualizar y personalizar mejor las historias y conectar más profundamente con la audiencia. También hacemos un seguimiento permanente de las noticias importantes, lo que facilita que, en muchas ocasiones, los temas medioambientales sean nuestras apuestas informativas. De nuevo el Mar Menor como ejemplo.

Me preguntaron cómo sobrevivir como profesionales en un futuro extraño y cambiante y contesté que, independientemente del medio o tecnología empleada, haciendo lo que sabemos hacer: un trabajo riguroso y bien terminado (como si fuésemos artesanos del periodismo), que explique bien los hechos relevantes, que no banalice los contenidos y que soporte los mismos controles de calidad que los exigidos al periodismo político, económico, cultural o deportivo. Y si puede ser, que esté bien escrito, que cuando sea necesario aportemos emoción y contagiemos esa pasión a los lectores. No les aburramos, por favor. Y busquemos siempre un objetivo: ser útiles a la sociedad.

Terminé con esta clave: en nuestras manos está la gran responsabilidad de relatar el asunto más importante de nuestro tiempo, el cambio climático. No podemos decepcionar.

En lo personal, los congresos de APIA son una oportunidad única para ponerme al día con colegas y amigos a los que aprecio y admiro. Algunos quizá os suenen: Joaquín Araújo (gran y veterano divulgador, uno de los pioneros), Javier Rico (muchos años en El País, ahora en El Asombrario y otros medios), Álex Fernández Muerza, Arturo Larena (Efeverde), Pepa Mosquera (Energías Renovables), José Antonio Montero (Quercus), Clemente Álvarez (Ballena Blanca), Josefina Maestre (Radio 5 y Radio Exterior), Pedro Cáceres (El Ágora Diario), Javier Martínez (Radio Intereconomía), Eva González (Europa Press), Antonio Calvo Roy (presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica), Marta Montojo (eldiario.es y más medios), Clara Navío, Guillermo Prudencio, Luisa Pérez Martínez (RNE), Silvia García (Antena 3), Javier Martín, Luis López (Sigfito), Mónica Vicente, Águeda García de Durango (iAgua), Coral García (WW), Olimpia García (SEO/BirdLife)... Imposible nombrarlos a todos.

En este enlace podéis acceder al programa del XIII Congreso, que inauguró la ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y clausuró la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín. Y que contó con las intervenciones, emocionantes y motivadoras, del periodista y escritor Manuel Rivas ('El lápiz del carpintero', 'Los libros arden mal') y de la veterinaria rural María Sánchez, autora de un libro imprescindible: 'Tierra de mujeres'.

Antes de la entrega de nuestros premios Vía Apia (a Fridays for Future) y Vía Crucis (al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que no acudió a recogerlo), actuó la orquesta del reciclaje de Ecoembes, un proyecto modélico de educación e integración social. Chavales en riesgo de exclusión que tocan como los ángeles con instrumentos fabricados con material de desecho. Nieves Rey y Óscar Martín (directora de comunicación y consejero delegado de Ecoembes) me explicaron detalles de esta segunda oportunidad en clave artística que aún me pone los pelos de punta.

La noche del jueves de clausura (¡je!) no pudo terminar mejor: brindando en Malasaña con tres cómplices queridísimos: mi 'hermano' José Luis Gallego (Onda Cero, La Vanguardia), César Javier Palacios (La Crónica Verde en 20 Minutos, RNE) y José María Montero (Canal Sur Televisión), este último con el premio Ondas aún 'caliente' por su excelente trabajo dirigiendo 'Espacio Protegido' y 'Tierra y Mar' en la televisión pública andaluza. Había que celebrarlo. ¡Por otros 25 años!