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Vehículos militares rodearon la radio y la televisión oficiales. AFP
Gabón aborta un golpe militar

Gabón aborta un golpe militar

La intentona trató de aprovechar la ausencia del presidente, enfermo en Marruecos desde octubre, y en la represión murieron dos militares

gerardo elorriaga

Martes, 8 de enero 2019, 01:08

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El teniente Kelly Obiang Ondo protagonizó ayer un golpe de Estado frustrado contra el Gobierno de Gabón. El militar, al mando de media docena de soldados, asaltó a primera hora de la mañana la sede de la radio y televisión oficiales y difundió un comunicado en el que aseguraba que el Ejército se había hecho con el control del país africano. Poco después, las Fuerzas Armadas recuperaron el control de la emisora y de la principal arteria de la capital, Libreville, en manos de los rebeldes. Dos de los atacantes murieron en la operación y el cabecilla, que se había escondido debajo de una cama, resultó capturado, según varios portavoces oficiales.

La presunta enfermedad del presidente, Alí Bongo, fue la razón esgrimida por los golpistas para este intento de hacerse con el Ejecutivo. El mandatario ingresó en un hospital de la capital marroquí el 24 de octubre para tratarse de un episodio de «fatiga severa», aunque algunas fuentes aseguran que había sufrido una apoplejía.

El político permanece en Marruecos desde entonces y su alocución televisada con ocasión del Año Nuevo acreditó «la pérdida de facultades físicas y mentales» en opinión del derrotado teniente Obiang. Fuente de la Embajada en Marruecos confirmaron a Efe que Bongo siguió desde Rabat los sucesos de la jornada de ayer.

Los golpistas se dirigieron al país.
Los golpistas se dirigieron al país. AFP

La intentona pretendió, sin éxito, acabar con medio siglo de férreo poder de la familia Bongo. Omar, el padre del actual dirigente, accedió a la presidencia en 1967, tan sólo siete años después de la independencia de la nación, y permaneció al frente del Gobierno hasta su muerte en 2009, en la clínica Quirón de Barcelona. El país, rico en petróleo y otros recursos naturales, ha sido siempre un fiel aliado de París, que mantiene destacados a 350 soldados. «Todo gabonés tiene dos partes, una gabonesa y otra francesa», aducía el político fallecido, que cuidó sobremanera su segunda faceta.

Contingente español

El Elíseo se ha venido mostrando moderadamente crítico con los Bongo, acusados de acumular una vasta fortuna desde su posición de privilegio. Gabón ha mantenido elevados niveles de crecimiento económico, aunque la mayoría de sus dos millones de habitantes sobreviven en condiciones de miseria. La situación social se ha agravado en los últimos años con la reducción de ingresos públicos, muy dependientes del precio del crudo.

También las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegado en Gabón desde 2014 un contingente de 45 militares, el destacamento 'Mamba' del Ejército del Aire, dedicado a labores de apoyo a las misiones de Francia y la Unión Europea en República Centroafricana. Todos sus miembros se encuentran «bien y localizados en zonas seguras», según informó el Ministerio de Defensa.

El líder de la oposición gabonesa se apresuró a anunciar su total desconocimiento de las circunstancias de la asonada. En los días siguientes a la partida del presidente a Marruecos, los grupos opositores criticaron con dureza el «vacío de poder» y el Tribunal Constitucional enmendó la Carta Magna para que el vicepresidente, Pierre Claver Maganga Moussavau, pudiera presidir el Gabinete.

Alí Bongo, el objetivo del 'putsch', accedió a la jefatura del Estado en las elecciones de 2009, tras su designación por el Partido Democrático Gabonés, y revalidó el cargo en 2016 al vencer por la mínima en unos controvertidos comicios que le enfrentaron con Jean Ping, expresidente de la Comisión Africana. Las protestas poselectorales desembocaron en una ola de violencia y detenciones.

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