El 'Blue Monday' es otra farsa publicitaria
¿Por qué el tercer lunes del mes de enero es el «día más triste del año»? Para vender algo, claro
f. olmos
Lunes, 16 de enero 2017, 10:57
Recientemente, en los últimos años, se ha popularizado en España el 'Blue Monday', el conocido como día más triste del año. Las redes sociales y la inmediatez global que las mismas suponen nos hacen adoptar conceptos, sobre todo aquellos provenientes de Norteamérica, con una facilidad pasmosa, casi sin preguntar sobre su origen o dirigir una mirada crítica a los mismos. Sin embargo, el 'Blue Monday' en concreto siempre levanta miradas escépticas entre la inmensa mayoría de la población. Al fin y al cabo la tristeza en sí es un concepto bastante personal, y por tanto subjetivo, que no se presta a ser medido mediante fórmulas matemáticas.
¿Entonces? ¿De dónde viene todo esto? Según desveló el columnista de 'The Guardian', Ben Goldacre, descubrió la farsa a través de un comunicado de prensa que llegó a sus manos. El comunicado venía firmado por Sky Travel, una agencia de viajes que clamaba haber descubierto todo por error mientras analizaba el comportamiento de sus potenciales clientes para vender mejor. Al comunicado se suscribían los nombres de algunos científicos, uno de los más destacados fue Cliff Arnall, profesor adjunto en la Universidad de Cardiff. Sin embargo el periodista sospechó del supuesto descubrimiento bienintencionado de una agencia de viajes y de sus intenciones de hacerlo público. Le bastó echar un vistazo a la fórmula para darse cuenta de que todo tenía que ser, a la fuerza, una farsa. Esta es dicha fórmula:
([W+(D-d)]xTQ/MxNA)
Las diferentes variables son: 'W' el clima, 'D' es el nivel de deuda, 'd' el sueldo, 'T' es el tiempo que ha transcurrido desde las Navidades, 'Q' el tiempo que han tardado nuestros propósitos de año nuevo en fracasar, 'M' la motivación y 'NA' la necesidad de emprender nuevas tareas.
Por supuesto, la cosa no tenía ningún tipo de sentido. ¿Cómo iba cualquier matemático o psicólogo que se preciase a suscribir una fórmula en la que una de las variables era la motivación? ¿La motivación de quién, de la población global? ¿Y cómo iba nadie a saber el tiempo que tardan los propósitos de año nuevo en fracasar? Así que cogió el teléfono y no tardó demasiado en tirar del hilo...
La agencia publicitaria Porter Novelli había creado la campaña publicitaria (original, sin duda) para ayudar a vender a Sky Travel en la época del año en la que la gente menos viajaba: las dos últimas semanas de enero. Después sólo tuvieron que inventar una fórmula y conseguir que varios científicos aceptasen a suscribirla firmando el comunicado. ¿Cómo lo consiguieron? Obviamente, con dinero. Tal y como descubrió Ben Goldacre a través del testimonio de muchos científicos que habían rechazado apoyar el concepto del 'Blue Monday', les llegaba un sobre con el comunicado ya redactado y una cantidad de dinero que dependía de su renombre en el campo al que se dedicasen. Según afirmó en su artículo, los propios científicos no podían creer que ningún otro investigador hubiese cedido a la tentación.
Desde entonces los editoriales y las declaraciones de personas provenientes del mundo de la ciencia son contundentes para con el concepto. Nathalie P. Lizeretti, coordinadora del grupo de inteligencia emocional del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, define la fórmula como un «atentado contra el sentido común» y creada para «generar una expectativa de malestar en la sociedad que desencadene una necesidad, y de ello nadie tiene más conocimiento que la industria publicitaria».
Otros como Dean Burnett, redactor científico del 'The Guardian', no han dudado en ser aún más contundentes y acusar directamente a Cliff Arnall (el científico que aceptó el pago por firmar el comunicado) de «puta al servicio de las corporativas» y pedir públicamente su dimisión.