La columna gastronómica

Sal y sabores

La sal común, cloruro sódico, realza otros sabores mediante mecanismos químicos y biológicos. El ion sodio de la sal interactúa con los receptores gustativos de ... la lengua, específicamente los receptores de sabor salado que, al detectar la presencia de sodio, envían señales al cerebro que interpretamos como salado. Los iones sodio, también pueden inhibir la respuesta de los receptores amargos, permitiendo que otros sabores, como el dulce y el umami, destaquen más. La presencia de sodio puede alterar la forma en que las papilas gustativas perciben los azúcares, aumentando la sensibilidad a los sabores dulces. No es una reacción química, sino un efecto de modulación sensorial. La sal afecta la estructura celular de los vegetales y frutas, descomponiendo la celulosa y la pectina, facilitando la liberación de compuestos aromáticos volátiles, responsables de gran parte del sabor que percibimos.

Publicidad

La sal puede aumentar la solubilidad de ciertos compuestos volátiles de los alimentos en fase acuosa, facilitando su liberación al aire y aumentando su detección por el olfato. En disoluciones acuosas, los iones de sodio y cloruro pueden interactuar con otros iones presentes en los alimentos, como el ácido cítrico o ácido acético en frutas, afectando el pH y la percepción de acidez. Esto ayuda a equilibrar los sabores, haciendo que un alimento sea menos ácido o más suave al paladar. La sal puede desnaturalizar ciertas proteínas, alterando su estructura terciaria y cuaternaria.

Este proceso cambia la textura de los alimentos y libera sabores, que estarían atrapados en la estructura proteica. Un ejemplo clásico es la carne en salazón, donde la sal desnaturaliza las proteínas, mejorando textura y sabor.

Espolvoreada sobre una sandía intensifica su dulzor natural y resalta su frescor

Agregar sal a alimentos dulces es una técnica culinaria conocida para mejorar y equilibrar los sabores. La sal marina espolvoreada sobre chocolate negro intensifica los sabores complejos del cacao, equilibrando el dulzor y resaltando las notas amargas y terrosas. Las galletas con un toque de sal marina realzan el sabor del chocolate, haciendo cada bocado más sabroso. La combinación de caramelo dulce con una pizca de sal marina, resalta tanto el sabor dulce como el umami, creando un perfil de sabor más rico y profundo. Las salsas de caramelo salado utilizadas en helados o postres, equilibran dulce y salado. Espolvorear sal sobre una sandía intensifica su dulzor natural resaltando su sabor fresco. Sobre rodajas de manzana realza su dulzor.

Publicidad

Limón con sal es común en nuestras latitudes. Añadir sal marina en la parte superior de un brownie, crea un contraste delicioso entre dulzor y textura crujiente de la sal. Una pequeña cantidad de sal en la masa de los pasteles o en las coberturas equilibra los sabores dulces y mejora la percepción del postre. El helado de vainilla con sal y caramelo, combina dulzor de la vainilla y caramelo, creando un perfil de sabor más complejo y satisfactorio. Agregando sal marina al helado de chocolate profundiza los sabores del cacao.

Son ejemplos de cómo la sal puede transformar y elevar los sabores en una variedad de alimentos dulces, generando sabores más vibrantes y complejos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Oferta Cyber Week 6 meses por 2€ al mes

Publicidad