Seis meses de un milagro llamado Calero

El Cartagena atraviesa una temporada de estrecheces, con recortes, una sanción de LaLiga y un organigrama cada vez más delgado. La directiva nunca ha escondido la posibilidad de una venta y al menos hasta el pasado verano habían frentes abiertos. Es un año difícil. El club maneja el segundo límite salarial más bajo de la categoría (5,1, casi 1,3 menos que en 2023) y se tomaron decisiones que generaron debate en la confección de la plantilla: la salida de Carrión, la venta de Escandell y el cruce de acusaciones con el queridísimo Datkovic. No hubo manera de retener a De Blasis y el capitán Marc Martínez se marchó a cumplir un sueño en Granada.

El mes de Víctor Sánchez del Amo en el cargo tampoco ayudó a la tranquilidad general. Al contrario. Se desató el pánico tras seis derrotas en las siete primeras jornadas. En ese contexto aterrizó Calero. De inicio, el 27 de septiembre, sembró la semilla de lo que hoy en día son brotes verdes: un discurso directo, claro y contundente como carta de presentación, para levantar el ánimo de la afición. Del «que busquen a otro, que este equipo no va a ser [el que descienda]» al «no estéis perezosos, me concentro ya» que gritó ayer a los jugadores, en el primer entrenamiento previo al Cartagena-Valladolid de este domingo (Cartagonova, 21.00 horas), el Efesé es otro.

Principalmente Calero ha hecho del Cartagena una roca en estos seis meses. Primero con dureza, al incrementar el nivel de ritmo en los entrenamientos; y a la misma vez con fortaleza mental para levantar un vestuario que se llevó demasiados golpes: victorias que se escaparon en Oviedo, Ferrol y Tenerife en los minutos finales fueron una pesadilla. La primera victoria no llegó hasta diciembre. Y luego, tocó resetear cuando el Efesé perpetró la peor primer vuelta de un equipo en décadas, con solo 15 puntos en 21 jornadas.

Hoy en día Calero es mucho más que el entrenador del Cartagena. También es el estímulo de todo el cartagenerismo, el único portavoz del club y hasta fue partícipe de la Semana Santa como portapasos de la Virgen de la Piedad. La resurrección de su equipo en esta segunda parte de la temporada solo podía ser posible firmando números de 'playoff', pero el de Parla ha conseguido el más difícil todavía: las cifras del Efesé son propias de un equipo en puestos de ascenso directo a Primera.

Esta semana Calero cumplió seis meses en el cargo. Sus cifras hablan por sí solas: 9 victorias, 9 empates y 8 derrotas en 26 jornadas con 8 porterías a cero, 6 de ellas en un 2024 que ha confirmado la escalada y el estilo rocoso de un equipo difícil de batir. Ahora queda lo más complejo: poner la guinda con la salvación.