El pisotón de Kiko Olivas dilapida la ansiada victoria en el añadido
Los albinegros conceden el penalti del 1-1 en el minuto 93 tras un fallo de Verdú y la posterior entrada desmedida del central antequerano a Alemão
1. Calero sacrifica a los extremos y sale abrigado con una línea de cinco defensas y tres centrocampistas.
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El Cartagena salió anoche al Carlos Tartiere ... bien abrigado. El entrenador, Julián Calero, dio un giro de 180 grados a la alineación al introducir hasta cinco cambios y apostar por un sistema más conservador en Oviedo. Cinco defensas (Jairo, Fontán, Kiko Olivas, Alcalá y Calero) y tres centrocampistas poco creativos (Musto, Alarcón y Mikel Rico) formaron un sistema en 5-3-2 donde Juan Carlos Real y Ortuño fueron los jugadores más ofensivos, con la estirada de los laterales en fase de ataque.
Especialmente llamativo fue ver al equipo jugar sin extremos puros. Narváez, Ferreiro, Jony Rodríguez, Isak Jansson y Embaló se quedaron en el banquillo en un claro aviso a navegantes: ninguno logra dar ese paso al frente en cuanto a rendimiento y regularidad para ser importantes en los esquemas de Calero. Y empezaron de suplentes. También Lizoain, en el cuarto cambio en la portería albinegra en solo quince jornadas.
2. El equipo defiende con firmeza el tempranero 0-1 de Iván Calero al minuto y medio
La sorpresa saltó en Oviedo al minuto y medio. Y por partida doble. Primero, cuando el Cartagena se adelantó en el marcador y rompió la imbatibilidad asturiana, que llevaba seis jornadas seguidas sin encajar. Y también, porque Iván Calero golpeó el balón con su pierna izquierda y fue asistido por la irrupción de Tomás Alarcón en la banda. Rareza por todas partes.
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El Cartagena dedicó el resto de la primera parte a defenderse. Lo hizo con firmeza y solidez, sin pasar demasiados apuros y bien abrigado, sobre todo al principio. El Oviedo tocó y tocó a la puerta de Marc Martínez a base de posesión, saques de esquina y tres acercamientos claros de Sebas Moyano, Dani Calvo y Camarasa. Hizo lo que tenía que hacer el cuadro ovetense. Acoso y derribo.
El Oviedo aprieta y no hay ideas con el balón
No tanto el Efesé, que fue impreciso, nervioso y completamente carente de ideas con el balón. La pelota no le duró nada y apenas pudo estirarse tras el tempranero gol. Calero y Alarcón vieron la amarilla muy pronto y el entrenador, enfadado, pidió a los suyos que no se hundieran más en el área. Los albinegros rascaron segundos al marcador siempre que pudieron. El encuentro se hizo eterno así, con los locales remando y los visitantes atrincherados.
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3. El equipo sobrevive a base de esfuerzo y mucha intensidad.
El Cartagena jugó con fuego desde el minuto y medio de partido, cuando centró todos sus esfuerzos en defender el resultado. El equipo lo bordó y el Oviedo no concretó ningún remate entre los tres palos, pese a volcarse a la causa con uñas y dientes. Alcalá y Marc Martínez se hicieron enormes en el área, cerrando todas las rendijas.
Hasta al Efesé le sonrió la fortuna, cuando un centro envenenado de Bretones lo detuvo Marc Martínez, el testarazo de Alemão se marchó alto y la cabeza de Borja Bastón estaba lo justamente adelantada como para anularse el 1-1 en el minuto 58 a instancias del videoarbitraje. A base de esfuerzo e intensidad resistieron los albinegros, que vieron ocho tarjetas amarillas para desquiciar al Oviedo.
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4. Kiko Olivas comete penalti en el 93 por un claro pisotón a Alemão
El único error del encuentro penalizó a un Cartagena que remó y remó para ahogarse en la orilla. En el minuto 93, Alemão superó fácil en velocidad a Verdú para apurar hasta la línea de fondo. Al rescate acudió Kiko Olivas para taponar el centro, con una intensidad tan excesiva que pisó claramente al delantero brasileño del Oviedo. Ávalos Barrera indicó la pena máxima y condenó al equipo al empate (1-1).
La condena es otra pesada losa en la mochila del Efesé, al que cada partido le pasa algo. Realmente corrió ese riesgo desde el primer minuto del encuentro, cuando hipotecó todo su ataque a una buena defensa. De hecho ni siquiera las entradas de Isak Jansson, Narváez y Hevel le dieron al equipo el aire suficiente como para estirarse. Los albinegros recibieron 18 remates, solo 2 a puerta incluido el penalti, acumulando un escaso 27% de la posesión y con solo el gol de Calero como tiro entre los tres palos.
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5. El empate sirve de poco: la salvación pasa de 10 a 9 puntos de distancia.
El empate cosechado anoche en el Carlos Tartiere le sirve de poco al Cartagena. Los albinegros solo han ganado un partido en quince jornadas y necesitan sumar de tres en tres urgentemente para no verse tan pronto hundidos en la clasificación. La situación es crítica.
Antes de esta jornada los puestos de salvación estaban a 7 puntos y con la victoria del Villarreal B en Tenerife (0-1) pasó a 10. El objetivo era al menos mantener esos 7, pero tras el empate en Oviedo queda a 9; es decir, a tres partidos de distancia sabiendo que el Andorra marca la zona verde y ganó el choque de ida al Efesé (3-2).
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