José Antonio Serrano

Alcalde y candidato por el PSOE

«Un alcalde que ame su municipio no puede dejar de hacer algo por un puñado de votos»

Médico de profesión, a punto de cumplir 64 años y natural de la pedanía de Puente Tocinos, Serrano sigue defendiendo a capa y espada su plan de movilidad frente a las críticas. «Pondrá a Murcia a la altura de las grandes ciudades», insiste.

-Ha llegado la hora de la verdad, de enfrentarse de nuevo a las urnas con un proyecto para el municipio de Murcia para los próximos cuatro años. Después de una semana de campaña, ¿soplan vientos favorables a las propuestas socialistas?

-Mi sensación, subjetiva, es que estamos en mejor disposición que en 2019, y que estos dos últimos años de gestión la ciudadanía los va a premiar con el voto a un alcalde que se presenta a la reelección y a un equipo que ha trabajado para hacer lo que tenía pensado. Y si no se ha avanzado más ha sido porque teníamos unos socios con los que habíamos llegado a un acuerdo de gobierno. Así que estoy muy satisfecho de lo que hemos conseguido en estos dos años; mucho más que otros que han tenido más tiempo.

-¿Esa sensación se traduce, entonces, en una mayoría suficiente para llegar a la alcaldía?

-Nosotros aspiramos, por supuesto, a lograr la máxima confianza; a una mayoría absoluta con la que poder gobernar de otra forma este municipio, con una óptica más abierta y fresca, más de la época en la que vivimos.

-Sin embargo, llega a estos comicios con la ciudad levantada, muchas protestas por las obras del plan de movilidad e incluso atascos, sobre todo en horas punta. El calendario no ha jugado a su favor.

-Sabemos que las obras son incómodas, sabemos que los ruidos y los cortes temporales de tráfico generan molestias a los vecinos, y ya hemos pedido disculpas por ello. Pero hay que tener en cuenta que la resolución del proyecto, con el que conseguimos los fondos europeos, salió cuando salió, y con unos plazos que cumplir. Es un proyectazo que va a mejorar la movilidad en Murcia y la va a convertir en una ciudad más moderna, más 'verde', más respirable; el cambio será abismal. Claro que sabíamos en qué momento del calendario nos iba a pillar y que parte de la ciudad estaría en obras, aunque hay que decir que queda muy poco, tres o cuatro semanas, para que acaben. Pero un político, un alcalde, que ame su municipio no puede, por un puñado de votos, dejar de acometer algo que es bueno para este y para lo que se han recibido 60 millones de euros. ¿Qué clase de político sería? Insisto, decidimos ser valientes y seguir adelante.

-¿Confía en que así lo entenderán los ciudadanos?

-Seguro que sí. De hecho ya se están viendo los primeros resultados, y allí donde han acabado las obras tenemos un barrio, una calle, caminable, más amable y saludable, sin tanto humo. Un plan que cuando esté acabado tendrá otro efecto del que no se habla lo suficiente, ya que nos permitirá estar en mejor disposición para luchar contra el cambio climático, junto a otros proyectos que tenemos previsto ejecutar, como el eje de los parques metropolitanos, desde el de Barriomar al de Joven Futura y el de La Fica. Y eso se tiene que tener claro ideológicamente. Yo no me creería a ningún político de ningún partido que fuera cobarde en estos momentos.

-Su oponente del PP, el candidato y exalcalde José Ballesta, ha anunciado la paralización inmediata de las obras si llega a la alcaldía tras los comicios.

-No entiendo lo que se está diciendo desde otros partidos, que si las van a paralizar, que si van a revertir el plan... Saben que habría que devolver el dinero y con ello demuestran que no están apostando por una Murcia, insistiré todas las veces que haga falta, saludable y sostenible, que nos ponga a la altura de las grandes ciudades de España y de Europa. Las obras no se van a paralizar bajo ningún concepto, primero, porque voy a seguir siendo alcalde de Murcia; segundo, porque es algo que no nos podemos permitir. Y que quede claro que el 28 de mayo elegimos un modelo de ciudad. En cualquier caso, ellos sabrán, pero que conste que tras lo ocurrido con los convenios de la zona norte, que ya nos han costado al Ayuntamiento más de 30 millones en pagos, y lo que pueda venir, en el PP están desacreditados para hablar de gestión.

-Otra gran asignatura pendiente que no se ha terminado de materializar es la mejora del transporte público.

-Con el plan de movilidad hemos empezado a mallar la nueva movilidad en el municipio, la que queremos y hemos visto en otras ciudades, con nuevos carriles bici y bus segregados, con paradas de bus más inteligentes y adaptadas a personas con problemas de movilidad. El problema del transporte público lleva décadas enquistado, pero ya estamos planificando el del futuro, con más líneas (de 44 pasarán a 66), más expediciones, tanto diurnas como nocturnas y no solo para pedanías sino también para los barrios. Y eso debe estar en marcha este mes de diciembre. Por eso he comentado antes que, si hay un momento en el que hay que ser valientes, es ahora. Si no, mejor que te vayas a casa.

-Uno de los ejes de este plan es la ampliación del tranvía, primero a la estación del Carmen y luego hasta El Palmar. Ustedes crearon mucha expectación con el acuerdo con el Ministerio para su financiación, pero llegó un protocolo que lo desinfló.

-Ante todo tiene que quedar claro que nosotros hemos vuelto a poner la ampliación del tranvía en el centro del proyecto político para el municipio. Otros hablaban del tranvibús, pero de lo que luego nunca más se supo. Eso sí que es vender humo. Pero las casas se empiezan por los cimientos: primero se firma un protocolo, luego se hace el proyecto concreto y se termina con el convenio que plasma la financiación prometida, esos 32 millones de euros del Gobierno español, que supone un tercio de la inversión. El Ayuntamiento debe también asumir su parte, y lo hará. Pero sigue faltando la tercera pata, la de la Comunidad Autónoma, que no dice nada y se sigue olvidando de los murcianos. Aquí también se pone de perfil como lo hizo con la línea que tenemos ahora, que la financió al 100% el Ayuntamiento, lo que ha provocado que sigamos debiendo 170 millones de euros del coste total de 250 millones, y han pasado ya diez años. Es el único tranvía de España costeado así; en el resto o están cofinanciados o son de la Comunidad Autónoma.

-¿Por eso siguen sin querer sumarse al proyecto del área metropolitana del transporte que propone la Comunidad?

-La idea está superbien, está genial, pero ¿qué me puedo esperar de una Administración que lo único que quiere es echarse la foto, sin presentar ningún estudio serio? Lo único que quieren es que pongamos la pasta nosotros. Y no me puedo olvidar, como ya hemos denunciado en muchas ocasiones, del desprecio del Gobierno regional hacia los murcianos. Ese maltrato les lleva a infrafinanciar el municipio y designarnos 40 euros menos por habitante y año que a la media. O que nos deban 8 millones de euros por recibir el transporte a pedanías o 40 millones por asumir competencias que no nos corresponden. Con eso, podríamos tener el transporte totalmente gratuito y en mejores condiciones nuestros colegios públicos, por ejemplo.

-Cambiemos de tercio. Aparte de los fondos para movilidad, Murcia recibió 3 millones para la remodelación del mercado de Verónicas, pero al final se ha pedido una prórroga a Europa y en este mandato ya no se va a hacer nada más.

-El problema ha sido que se han querido conciliar los intereses de todas las partes implicadas y contentar a todo el mundo es difícil. Creo que deberíamos haber tomado una decisión al coste que fuese. Pero lo cierto es que el proyecto está muy avanzado y yo tengo una clara voluntad, y ese es mi compromiso, de que en los primeros meses del próximo mandato se complete y llegue a licitación. Y poner mientras los medios necesarios para que pueda seguir la actividad comercial. De hecho, ya se ha encargado a Urbamusa la redacción de la plaza provisional que se levantará al lado.

-Usted, su partido, ha tenido siempre una clara apuesta por las pedanías y por darles más autonomía. Pero no se ha visto plasmado así en estos dos años; al contrario, han visto más atadas sus manos con las obras menores. ¿Ha sido una concesión a sus socios de gobierno, en especial al responsable de Contratación, Mario Gómez?

-No es lo mismo gobernar con mayoría absoluta, que te permite desarrollar todos tus proyectos, que con otra formación política. En esos casos, hay puntos en los que surge el desacuerdo, y este ha sido uno de ellos. Pero esto no significa que nosotros no tengamos el modelo de descentralización claro y que no se haya hecho nada. No hay que olvidar ese contrato de mantenimiento de las vías públicas aprobado, por el que el pedáneo puede contactar con la empresa para solucionar el problema y poner en marcha obras que no le resten dinero a su dotación. Y nuestra apuesta sigue siendo que aquellas pedanías más pobladas tengan las infraestructuras y equipamientos que se merecen, como no paran de demandar, duplicando su gasto corriente. También designaremos personal del Consistorio a pedanías, para que los proyectos salgan más rápido; y crearemos el Estatuto del Pedáneo, con mejoras en las asignaciones económicas, dependiendo de la pedanía. Son personas a premiar porque están las 24 horas del día a disposición de sus vecinos.

-¿Ha sido un mal menor la coalición, frente a la posibilidad de que el PP siguiera 28 años en el gobierno municipal?

-En absoluto. Ha sido un gran acierto, que ha permitido que el Partido Popular saliera de La Glorieta y nos libráramos de una forma casposa de gobernar, de una Murcia sin perspectivas, sin avances y sin pensar en el futuro. Ahora, la gente ha visto que es posible una forma de gobernar progresista, con el foco en los ciudadanos y en la mejora de su vida. Hablo del proyecto para construir más de 400 viviendas de alquiler bajo para jóvenes; del incremento de la plantilla de la Policía Local en unas 200 plazas, y de los bomberos, y cámaras en los jardines públicos, con lo que se gana en seguridad; y me comprometo a que en los próximos cuatro años llegaremos a esos 900 agentes que le corresponden a una ciudad como Murcia. Y qué decir de la mejora de los campos de fútbol, que no se han tocado desde la época en la que se construyeron, cuando gobernaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero; de las sombras en los colegios, de la apertura de los centros los viernes por las tardes y sábados por la mañana para permitir actividades que alejen a nuestro jóvenes, por ejemplo, de las salas de juego... En definitiva, creo que ha quedado claro que a Murcia le conviene que gobierne el PSOE.

-¿Y si fuera necesario volver a la coalición, pero esta vez con partidos de izquierdas?

-Hablaremos en su momento si llega el caso. Yo soy una persona dialogante, siempre que sea para mejorar la vida de los vecinos. No me gustan las líneas rojas y está claro que para mantener a flote un gobierno de coalición hay que hacer equilibrios. Hemos conseguido llegar al final de este mandato sin estridencias, con lo que demostramos que somos capaces de gobernar con otras fuerzas políticas. Eso es un valor añadido y como tal debe verse.

-¿Seguirá en el Ayuntamiento, en la bancada de la oposición si así lo deciden las urnas, o volverá a ejercer su profesión?

-Tendría que verlo. Pero a mí la política me gusta mucho y solo la dejaría cuando viera que no puedo aportar nada. Antes de la moción de censura, compaginaba mi profesión, como jefe del servicio de Urgencias del hospital Morales Meseguer, con la portavocía de mi grupo. Lo que no haré es estar sentado sin decir esta boca es mía, como el candidato popular [José Ballesta] ha hecho estos dos años. Sería un desprecio y una falta de respeto a los murcianos.