¿Qué pasa si tu coche tiene un defecto de fabricación?

En agosto de 2018 Volkswagen llamaba a revisión a alrededor de 700.000 coches de los modelos Touran y Tiguan por un fallo en su iluminación interior que podría producir un cortocircuito con la humedad. Justo un mes después, la marca era Toyota, y esta vez se llamaba a revisión a 1 millón de los propietarios de sus vehículos híbridos (20.000 de ellos en España), por riesgo de incendio debido a un defecto de fábrica relacionado con el sistema de propulsión híbrido. Y el tema no acaba aquí: hace apenas unas semanas el fabricante de airbags Tataka volvía a avisar a las marcas para las que trabaja, entre ellas Audi, BMW o Mercedes-Benz, al haber detectado un nuevo fallo relacionado con la bolsa de retención de sus dispositivos, que afectaría a hasta 1,7 millones de coches, y esta cifra solo para EEUU.

En estos casos, los problemas suelen resolverse de manera relativamente rápida: el fabricante informa de un defecto que ha afectado a un grupo masivo de unidades, entonces se activa un protocolo para solucionar el defecto de fabricación de estas piezas, informando a todas las personas que adquirieron un coche de esa marca y modelo en un año determinado, para poder realizar una revisión al vehículo y solucionar el error.

Pero, ¿qué ocurre si detectas en tu coche un defecto de fábrica y la marca no te ha llamado a revisión? Si han pasado menos de seis meses desde que el coche salió del concesionario, la marca tendrá que hacerse cargo de un posible defecto de fábrica. Si intenta eludir responsabilidades, tendrá que demostrar que se trata de un fallo causado por el uso. En todo caso, debes ponerte en contacto con el vendedor de tu coche para que se encargue de realizar los trámites necesarios con la marca.

Si, caso contrario, hace más de seis meses que adquiriste tu vehículo, serás tú quien tendrá que demostrar que el error que has detectado es debido a un defecto de fabricación. Para ello es conveniente que recopiles toda la información necesaria para demostrar en el concesionario y al fabricante, que tu coche se ha estropeado por un fallo de fábrica. La fuente de esta información debe ser fiable: acude a un taller acreditado o consigue un informe pericial del daño, donde figure no solo el error detectado, sino también las posibles causas.

Revisa también las llamadas a revisión que tenga tu coche, no solo en Europa, sino también en EEUU u otros países. Puede ser que el fabricante europeo aún no haya llamado a revisión a sus modelos, pero que sí haya llamadas de revisión pendientes en Norteamérica, por ejemplo. Las delegaciones de las marcas suelen tener ritmos propios y funcionar de manera independiente en muchos casos, por lo que conviene revisar los posibles avisos.

Cuando te encuentres cargado de argumentos, informa a la persona delegada de atención al cliente del concesionario. Si el vendedor acepta hacerse cargo del fallo, tendrá que correr con las reparaciones y acatar las obligaciones señaladas por la Ley de Garantías. Sin embargo, puede ocurrir que en el concesionario decidan no hacerse cargo de la reparación. En este segundo caso, tendrás que ir por la vía civil y presentar la correspondiente denuncia. Si tienes un seguro de coche completo, este incluirá alguna prestación relacionada con la asesoría legal o la presentación de recursos que te ayude a seguir esta vía.

Entonces, el vendedor debe actuar de dos maneras: si consigue reparar la avería, la incidencia se cerraría. Si no consigue ofrecerte una solución técnica adecuada, puedes solicitar una rebaja en el precio pagado por el automóvil en garantía, o la resolución del contrato, con lo que el vendedor tendría que devolverte lo que has pagado por el coche. Conseguir un coche nuevo será más complicado y costoso, pero existen precedentes.