La Región de Murcia incrementa el uso del contenedor amarillo

El plástico tiene una fuerte presencia en la vida cotidiana de las familias, desde el brick de leche y zumo del desayuno hasta los bolígrafos, pasando por la ropa. Sí, las camisetas, por ejemplo, también pueden incluir plásticos en su fabricación. Para ello, se requieren hasta 22 botellas de plástico, de las que se extraen las fibras recicladas que posteriormente se mezclan con otros materiales para convertirlas en un hilo fino con el que se tejen las nuevas telas. El siguiente paso consiste en producir las camisetas, cuyo resultado es un producto de alta calidad.

Cada año se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico, de ahí la necesidad de redirigir la mirada para realizar un correcto tratamiento tras su consumo. El comportamiento de los hogares de la Región de Murcia hacia el reciclaje es plausible, tal y como se desprende del último estudio de Kantar para Ecoembes. En concreto, los murcianos cuentan, de media, con tres espacios en casa para separar los residuos, siendo uno de ellos destinado al contenedor amarillo.

Esta conducta proambiental de los habitantes de la Región de Murcia comulga con el 80,2% de las viviendas de España, que afirman reciclar de puertas para adentro. Los ciudadanos cada vez cumplen más y mejor su parte de separar y reciclar, aunque todavía sigue habiendo dudas acerca de en qué contenedor va cada envase. Para muestra, el 23,5% de los residuos que los murcianos depositaron en el contenedor amarillo a lo largo de 2023 no eran envases.

«Hay envases que sí tengo claro que van al contenedor amarillo, como las botellas de agua, las bolsas de plástico, las latas de conservas... pero cuando dudo de si va o no, lo consulto en internet, porque ya que reciclamos en casa, quiero hacerlo bien», asegura Maruja Espín, de Murcia. En su vivienda, donde vive con su marido y sus dos hijos, el reciclaje forma parte de su rutina diaria, dado que los cuatro miembros de la unidad familiar tienen el hábito de separar los residuos muy interiorizado. «No nos cuesta nada de trabajo echar cada residuo en su espacio correspondiente, es cuestión de educación», subraya esta madre.

En la Región de Murcia hay desplegados un total de 8.826 contenedores amarillos por las calles de sus 45 municipios, a los que se suman otros 7.050 contenedores azules. A esto se suma la red de papeleras situadas en puntos estratégicos como cerca de bibiotecas, hospitales, centros comerciales... que ayudan a mantener el hábito del reciclaje también fuera de casa.

Los envases, latas y briks que los camiones de los servicios municipales de recogida de residuos sólidos urbanos (RSU) recogen se trasladan a una planta de selección para ser clasificados correctamente, donde se agrupan en balas para su correspondiente traslado a unos de los 495 recicladores homologados por Ecoembes que se encargan de su procesado y transformación en materia prima reciclada con la que fabricar nuevos envases y productos. Por ejemplo, las camisetas.

El compromiso ambiental de los murcianos sigue una tendencia positiva; de hecho, se observa un repunte del reciclaje en el contenedor amarillo del 23% desde 2018, apunta Pablo Elzaurdía, especialista de gestión de Ecoembes en la Región de Murcia. Reconoce, con los datos sobre la mesa, que el reciclaje se hace bastante bien en esta comunidad, ya que el porcentaje de impropios es relativamente bajo.

Además, recuerda que el chatbot AIRE, disponible en la web de la organización (ecoembes.com) y a través de su propia 'app', los ciudadanos pueden formularle cualquier consulta ambiental, como a qué contenedor debe ir cada referencia, y recibir la respuesta en décimas de segundos. En este sentido, insiste en que los juguetes, aunque estén fabricados de plástico, no se tiran al contenedor amarillo, sino que es aconsejable darles una segunda vida o llevarlos a un punto limpio, donde también han de terminar los CD, DVD e incluso los cubos de la fregona. Los biberones y chupetes, por si suscitan dudas, deben depositarse en el contenedor de restos (de color verde muy oscuro).

Porque con los materiales reciclados se pueden hacer nuevos productos: una caja de zapatos a partir de seis briks, un forro polar con 40 botellas de plástico y hasta una llanta de bicicleta transformando 80 latas de bebidas. Es fascinante el poder de la economía circular, que empieza a funcionar con el sencillo gesto de depositar cada envase en su contenedor correspondiente.

Reciclar envases ligeros y papel es mucho más que una opción para los habitantes de la Región de Murcia. Así lo atestiguan las cifras de la Dirección General de Medio Ambiente, con casi 30 kilos anuales por habitante depositados en los más de 15.000 contenedores disponibles. «Todavía hay margen de mejora», apostilla el director general Juan Antonio Mata.

El Gobierno regional, junto con Ecoembes, invierte casi 300.000 euros en campañas de sensibilización y concienciación sobre reciclaje y economía circular, que incluyen más de medio centenar de charlas anuales.

Además, en los municipios se sigue ampliando el censo de contenedores amarillos y azules. El esfuerzo de la población se complementa con la recogida a demanda para comercios y hostelería, que permitió reciclar más de 5.700 toneladas en 2022.

Medio Ambiente ya ha diseñado el ambicioso Plan RECIRCULA para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, que cuenta con una inversión en desarrollo de 18 millones de euros para que los municipios sigan mejorando en recogida selectiva de biorresiduo, aceite y textiles, junto a nuevos ecoparques, y que prevé también la ampliación y mejora de las plantas ya existentes del Consorcio en Ulea y San Javier, así como la financiación de 55 millones de euros para la construcción de nuevas plantas para residuos orgánicos en Murcia, Cartagena y Lorca, incluyendo la nueva planta de envases para los cuarenta municipios del Consorcio.

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