Los hoteles de la Región de Murcia congelan los precios y cargan con la subida de la inflación

«Estamos conteniendo los precios a costa de perder rentabilidad, ya que todo se ha encarecido», asegura Díaz. Con una inflación acumulada este año en la Región del 4,9%, ocho décimas por encima de la registrada a nivel nacional, los gerentes prefieren reducir sus beneficios todo lo posible para atraer un verano más a los clientes. El sector hotelero prefiere sin embargo no generalizar ya que, por un lado, cada establecimiento ha seguido su propia estrategia de precios y descuentos, en función de las fechas y del ritmo de reservas -el baile de la oferta y la demanda-. Por otra parte, Díaz asegura que «el 'booking' de reservas varía de la noche al día. Es más fácil dar con una 'ocasión' si reservas con tiempo y para más noches». Los planes precipitados, sobre todo de fin de semana, salen más caros.

«Es la filosofía de las compañías aéreas», sostiene Luis Cabello, director del hotel Costa Narejos, en Los Alcázares. Sus huéspedes han encontrado esta temporada los mismos precios que en 2021 si han reservado antes del 31 de mayo. «Ahora comenzamos a retirar las ofertas y fijamos los precios en función de la ocupación», indica. Consciente de que el marchamo del Mar Menor no goza actualmente de las mejores referencias, asegura que «no podemos subir los precios, así que asumimos el alza y nos costará perder aproximadamente un 10% de rentabilidad, mientras en otros sitios como la Costa del Sol están subiendo los precios».

En el hotel Neptuno, en primera línea de la playa pinatarense de La Puntica, dormir viendo la luna reflejada sobre el Mar Menor una noche de sábado puede oscilar entre los 80 y los 120 euros para dos personas. «La inflación nos ha hecho subir los precios; sale más rentable elevar la calidad del turista», explica el gerente, Enrique López.

Euros arriba o abajo, Hostetur confirma que «se notan de nuevo las ganas de salir del ciudadano», lo que ha subido la ocupación en junio hasta cerca del 70% de media en la costa murciana, sin contar el Mar Menor, donde cae a excepción de La Manga, debido al acceso a los dos mares.

Díaz confirma que «está siendo el mejor junio de los últimos años». La ola de calor ha convertido las playas murcianas durante este mes en un imán para los turistas, sofocados también por la caldera de noticias adversas. El temprano éxodo estival a la costa ha tenido sin embargo un reparto desigual a lo largo del litoral de la Región. El impacto turístico de la crisis ambiental del Mar Menor aleja a una parte de los visitantes, incluso a algunos habituales, que buscan alternativas en el Mediterráneo, sobre todo en La Manga, Mazarrón y Águilas.

Los hoteleros creen además que este año «los españoles volverán a quedarse en las playas nacionales» debido al encarecimiento de los precios, sobre todo del transporte, que registra una subida acumulada del 11% de enero a mayo y una variación interanual del 17,1% en la Región.

Las cifras de ocupación para el verano mejoran en los municipios de Mazarrón y Águilas. Fernando Caride, del hotel Atrium de Bolnuevo, sostiene que ya cuentan con reservas de casi el 50% para julio y agosto, y esperan lograr el 95% en julio y el 100% en agosto, «al igual que ocurrió el año pasado». El precio medio de una noche de hotel en este complejo se sitúa en los 102 euros para julio, solo ocho euros por encima de lo que costaba en 2021. Una noche en agosto sube hasta los 125, cuando el año pasado costaba 112 euros.

En Águilas, desde el Hotel Puerto Juan Montiel señalan que «este verano esperamos superar la ocupación del año pasado, que estuvo en un 80%, y acercarnos así a los niveles registrados antes de que llegara la pandemia». Añaden que «el precio de las habitaciones va cambiando dependiendo de cuándo el cliente lleve a cabo la reserva».