Pan Moreno, la artesanía que rescata el sabor de toda la vida

El pan es uno de los alimentos más nobles, saludables y económicos de la cesta de la compra. Su consumo es una costumbre muy arraigada en los hogares, sobre todo de la Región de Murcia, e incluso la alta cocina lo ha introducido como un producto estrella en sus platos de autor. Lo que demuestra que seguirá acompañando a la humanidad como ya lo viene haciendo desde el neolítico, siendo un imprescindible de las antiguas civilizaciones.

Los hay de muchos tipos. El popular obrador murciano Pan Moreno elabora siempre con ingredientes de calidad una veintena de variedades, que van desde los más tradicionales hasta los catalogados como especiales, para que los clientes encuentren la mayor variedad del mercado. Los divide en cinco categorías: barras, hogazas, panecillos, bloque y de molde. De ellas, destacan el colín, baguete, gallega, de hamburguesa, de hierbas provenzales y tomate, de maíz con pipas, de remolacha con semillas de amapola... A estos se suman los panes de temporada, que varían en función de la estación del año; en verano, por ejemplo, la focaccia es el más apetecible para acompañar cualquier plato fresquito. «Las preferencias de nuestro público son muy variadas», indica Antonio Moreno, socio fundador de la empresa junto a sus hermanos Blas y Javier.

El éxito de este obrador parte de conservar a rajatabla la receta original del pan: «Una buena masa madre, la mejor materia prima, fermentaciones largas y respetando cada proceso», desvela el propietario, quien arranca cada madrugada su jornada laboral para que los consumidores tengan cada mañana su pan recién hecho. «Nos gusta cuidar cada aspecto de nuestro trabajo, como la fidelidad que ponemos en nuestras recetas centenarias de pastelería típica murciana», subraya.

Aparte de pan, otras de sus especialidades son los bocados salados (empanadillas, regañás...) y dulces (croissant, morenitos bañados en chocolate, bizcocho de zanahoria...), así como los dulces típicos de Semana Santa y Navidad y las tartas, que llaman poderosamente la atención al primer golpe de vista, como la de queso con mermelada de frambuesas y la de tiramisú.

El sello Pan Moreno se ha convertido en todo un acierto a la hora de hincarle el diente a este producto básico de la dieta mediterránea. Por esta razón, la empresa también ofrece el servicio de catering para que cualquier evento deje buen sabor de boca a los invitados, proporcionando una gran selección de panes, empanadas, saladitos, pequeños pastelillos y tartas.

Gracias a su amplia variedad de referencias, todos los públicos encuentran sus bocados «favoritos» para acompañar cualquier momento del día, tanto en casa como en cualquiera de sus cafeterías distribuidas por el municipio de Murcia. Cuenta con cinco establecimientos (despacho de pan y café): en la pedanía de Torregüera, en los barrios de Santa Eulalia y San Pedro, en la calle Acisclo Díaz (edificio Nueve Pisos) y en la calle Lepanto, que une el paseo Alfonso X el Sabio con la Avenida de la Constitución. Este último local, que abrió el pasado junio, «llevábamos esperándolo con ilusión desde hace varios meses y nos está haciendo crecer y llegar a más gente», reconoce Antonio Moreno.

Con el objetivo de seguir en la primera línea del sector, la compañía apuesta fuerte por la formación continua del equipo humano, asistiendo a cursos especializados y rodeándose de compañeros de la profesión de toda España y Europa. «Tenemos el afán de continuar innovando en el mundo de la panadería y pastelería y de ofrecer a nuestros clientes el mejor producto posible», subraya.

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