El coste del gasoil agrava la crisis de los pescadores

Tres días de cierre total en la lonja de Lo Pagán. Ni los pescadores, ni el paisaje de la localidad costera encajan el silencio que ha dejado la huelga, desconvocada ya anoche por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, por el incremento del precio del combustible. «Ayer fui a correr y hoy estoy leyendo una novela negra», cuenta Antonio Jesús López, pescador veterano del Mar Menor, conocido como 'Antonio el del Estacio'.

La verdadera negrura la tiene, sin embargo, de puertas para fuera, en el sombrío futuro del Mar Menor con la entrada de más agua dulce por la tormenta, y en el turbio presente del encarecimiento del gasoil que tiene que mover su barco para ir a levar sus artes fijas frente a La Manga. Y eso que los pescadores de la laguna «aguantamos mejor», dice el pescador. «Nuestros barcos consumen menos porque tienen motores de menor potencia que los del Mediterráneo y, además, hacemos recorridos más cortos», explica. Aun así, calcula que el gasto en gasoil de cualquier embarcación de la laguna supone el 10% de los ingresos.

Con más nervios espera Rubén Albaladejo el momento de arrancar el motor de su barco 'Caricano'. «A los que vivimos al día, tres jornadas de paro nos hacen polvo», afirma. Sumando los días que amanecieron con tormenta, Rubén lleva ya diez días sin salir a la mar, que son muchos para quien tiene «una hipoteca, una niña pequeña y los plazos de pago del barco», hace su lista mental. Para colmo, las mañanas sin trabajo le han dado tiempo para escuchar a «los analistas que salen en la tele. Y no entiendo muchas cosas, como que el precio del gasoil industrial se ponga al mismo precio que el que usan los que se van de paseo a comerse un arroz». Rubén ya no confía en grandes soluciones.

Hace 20 días llenó los depósitos de gasoil a 70 céntimos, pero el pasado lunes se puso a 1,20 euros y le asusta que se mantengan estos precios cuando tenga que volver a la mar. Si necesita unos 500 litros de gasoil al mes, por los que antes pagaba 350 euros, ahora teme que se le ponga en 600 euros solo el coste de combustible. «Es lo que pago por uno de los seguros de autónomo», dice el pescador.

Todos reconocen que para hacer un paro no ha habido mejor momento que este. Por la tormenta, que les hubiera obligado igualmente a amarrar el barco, y porque las capturas están en su fase más baja durante el invierno.

«El pescado está aletargado con el agua fría», explica Antonio 'El del Estacio'. Teme «todo este agua dulce que están entrando, con toda esa agricultura intensiva que hay sobre todo por la zona sur, y esa turbidez que deja no es buena para el fondo marino, porque el barro se posa y acaba con la vida».

Antes de que termine esta larga borrasca, esperan la solución para volver a arrancar los barcos. «Salir a trabajar a pérdidas no puede ser», afirma José Blaya, el patrón mayor de la Cofradía de San Pedro del Pinatar, que agrupa a todos los pescadores del Mar Menor. «Cuando no tenemos la Covid-19, es la huelga de transporte o la subida del gasoil», se queja el patrón mayor. Calcula que un barco del Mediterráneo, como el suyo, necesita unos 90 litros a la hora. «Para un barco que gasta mil litros al día, pagarlos a 1,10 euros es insoportable», afirma Blaya. A pesar de que los barcos del Mar Menor son los menos perjudicados por el alza del precio del combustible, se han solidarizado en el paro con las cofradías nacionales.

«Las cofradías también tenemos perjuicios, como el aumento del 20% en la Seguridad Social y en el recibo de la luz», afirma sobre el mantenimiento de la lonja, donde funcionan las 24 horas las cámaras de frío y los mecanismos de las balsas.

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