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El UCAM resiste al extraterrestre Angola para dar primero en el 'play-in'
Los de Sito entrarán en el 'top 16' si el miércoles de la semana que viene vencen en Esmirna, con una bala en la recámara
Miles de protestas, cientos de revisiones, casi seis decenas de faltas entre los dos equipos, varios jugadores eliminados, otros cuantos encontronazos, algún que otro golpe ... donde no debe ir y la tensión por las nubes. La segunda parte del partido de la noche del martes se pareció mucho más que la plácida primera a lo que uno se imagina en una eliminatoria europea contra un equipo de baloncesto turco. Más cuando es un sospechoso habitual con el que ya existe historia de desgaste. El UCAM sufrió de lo lindo, pero se llevó el primer tanto de la eliminatoria al mejor de tres con el Pinar Karsiyaka, que acogerá en Esmirna el siguiente duelo esta próxima semana.
UCAM Murcia
Bellas (6), McFadden (9), Anderson (13), Radovic (15) y Pustovyi (6) -quinteto titular- Trice (5), Davis (16), Sakho (4), Diop (4), Jelínek (8), Rojas (11) y Andronikashvili.
97
-
92
Pinar Karsiyaka
McCollum (7), Angola (41), Kuzminskas (10), Brown (6) y Delgado (5) -quinteto titular- Brown (12), Durmaz (2), Kilicli (4), Cantekin, Tirpanci (2), Celep y Sipahi (3).
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Parciales: 26-13, 25-31 (51-44), 27-25 (78-69) y 97-92 (19-23).
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Árbitros: Boris Krejic, Nicolás Maestre y Gatis Salins.
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Incidencias: Palacio de los Deportes de Murcia, 5.135 espectadores. Primer partido de la eliminatoria de 'play-in' de acceso al 'top 16' de la Champions League. Expulsado con descalificante el visitante Ergi Tirpanci en el minuto 28 de partido.
Lo hizo trabajándose buena parte del triunfo en una primera parte extraordinaria, contrapeso suficiente para la auténtica exhibición individual de Braian Angola. El UCAM frenó en seco al excelso anotador Errick McCollum, que tuvo en Murcia su primera anotación por debajo de los diez puntos esta temporada, pero se le escapó el versátil alero colombiano. 41 puntos que levantaron a un equipo moribundo cuando caía por 19 tantos de diferencia y que sumieron en el pánico a un Palacio de los Deportes que asistió a un auténtico partidazo de baloncesto. Casi 200 puntos entre los dos equipos en una noche europea con mucho público infantil y récord de asistencia en Champions League esta temporada, 'play-in' con sabor a 'playoff' y que contó con todos los alicientes: pique entre dos viejos conocidos, espectacularidad y final apretado. Todo, envuelto en un gran ambiente. De todos los niños que mañana no tienen colegio y empezaron el año con baloncesto, más de uno va a pedir a sus padres volver más pronto que tarde.
Porque, a diferencia de lo que algunos se empeñaron en hacer creer al Viejo Continente hace dos, o más bien tres, décadas, esto va de meter canastas. Y esta noche en Murcia se vieron muchas. El UCAM abrió el partido a todo ritmo con el quinteto que Sito está repitiendo desde hace unas semanas y que parece haber venido para quedarse (Bellas, McFadden, Anderson, Radovic y Pustovyi). Veteranía, pólvora y amor propio para corregir esa falta de intensidad en los comienzos de partido que tantas jornadas ha llevado de cabeza su entrenador. Un cóctel difícil de igualar, especialmente para equipos algo carentes de química colectiva, caso de este Pinar Karsiyaka que cuenta con algunos de los mejores artilleros de la competición.
Con Tomás Bellas comiéndole la moral al temido McCollum desde antes del salto inicial (literalmente), el partido empezó muy de cara para los murcianos. La dirección del base español, que volvería a ser protagonista con un triple providencial al final, fue imprescindible en un UCAM con las ideas muy claras. Balón a Anderson siempre que lo reclame, que para eso está aquí a estas alturas de la vida, y ataque del rebote ofensivo. Cinco de las seis segundas oportunidades que tuvo el UCAM en este primer cuarto (14-6 en rebotes) se tradujeron en puntos instantáneos, especialmente para Pustovyi, al que solo sus problemas de faltas (por penúltima vez) apartaron de lo que tenía pinta de ser una gran noche para el ucraniano, y para Radovic. 13-2 en cinco minutos hasta el primer tiempo muerto visitante y 22-7 cuando la entrada de Jaylon Brown dio a los turcos sus primeras canastas en juego. Con mucho permiso de Trice, todo hay que decirlo.
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El Pinar parecía aún enjugascado en su debacle de Atenas. A pesar de la que le estaba cayendo, no hizo su primera falta hasta pasados ocho minutos, cometía errores de bulto en ataque y se mostraba perezoso en defensa. Hasta Rojas en su primer triple pareció extrañarse de verse solo. Identidad de equipo proporcionalmente inversa a la carga de talento.
Que alguien detenga a ese hombre
En el segundo cuarto, tras dos acciones consecutivas en que el UCAM sacaba falta y aprovechaba su posesión extra por falta en otro lado, los de Sito Alonso llegaron a su máxima ventaja del partido (39-20, minuto 14). Aún no había aparecido el nombre propio de la noche. Como si estuviera esperando su momento para aparecer a lo grande, anotó su primera canasta a los quince minutos. Lo hizo para meter once puntos seguidos de una sentada y cerrar el segundo cuarto con 18 puntos. 18 puntos en un lapso de cinco minutos. Era él quien enviaba el mensaje al UCAM de que no tan rápido, pero dos triples de Jelínek apaciguaban su gran momento (51-44, descanso).
Podría parecerlo, porque jugadores que se encienden en unos minutos en que parecen capaces de meterlas desde el golfo de Esmirna, como esos, han pasado muchos. Pero ninguno era Braian Angola. No al menos el Angola que se vio en la noche del martes en Murcia, que con ese nombre de pila y el 24 a la espalda, más bien parecía un desaparecido escolta que se hizo famoso en el mundo entero jugando en Los Ángeles de púrpura y oro.
Los 41 puntos de Braian Angola, inédito hasta pasados quince minutos de partido, han sido una de las más grandes exhibiciones individuales a la que el Palacio ha asistido
La exhibición de Angola no había hecho más que empezar. Por suerte para Sito, siempre aparecía alguien en su equipo con ganas de responder igual. En esta ocasión era Radovic, el más consiste de la noche (15 puntos y 11 rebotes), autor de ocho de los primeros once puntos de su equipo (62-49, minuto 15). Parece entenderse a las mil maravillas con McFadden, pues también este tuvo sus mejores minutos del partido en este tramo, el previo a que el partido bajara al barro.
Para jugar con guantes
Viendo que el partido se le escapaba, el Pinar subió y mucho el contacto en su juego. Tanto, que alguno lo entendió mal, como el reserva de reservas Tipanci, expulsado con descalificante directa por agredir a Rojas en un rebote. Con Sarica incrementando el nivel de las protestas y Sito moviéndose también al borde de la técnica, una que cayó de su banquillo, el partido era definitivamente otro. Se había terminado eso de correr y anotar fácil para el UCAM. Y Angola, que cerraba el tercer cuarto ya con 30 puntos, ponía el partido en una diferencia de un solo dígito mucho tiempo después (78-69, final del tercer cuarto).
Los turcos apostarían entonces muy en serio por una zona presionante a toda pista después de canasta que se le atragantó a los de Sito, especialmente cuando coincidían Trice y Davis. Calamitoso el primero, imprevisible el segundo, el UCAM lo pagó. Eso y los problemas de faltas de sus hombres grandes, con Pustovyi relegado al banquillo, Radovic resistiendo con cuatro faltas y Sakho expulsado en solo cuatro minutos.
El rebote ofensivo fue una de las grandes claves del UCAM en la primera parte, en la que consolidó su triunfo en un excelso partido de baloncesto
Y el Pinar seguía recortando, poniéndose a tres en dos ocasiones, llamando al tiempo de Sito después del sexto triple de Angola (85-82, minuto 37). El UCAM sufría más que nunca por anotar, pero, en un gran día en el tiro libre (22/25), ir al contacto en un momento de partido en que se pitaba todo (dos horas y cuarto) era una decisión inteligente. Pero que los otomanos lo apretaran tanto como para dejarlo en una posesión era cuestión de tiempo si nada cambiaba. Y así fue con un robo de Angola en mal pase de Davis en la subida del balón, terminado con un furibundo mate a dos manos (89-88, 1:50).
Bellas salva la noche
El momento de más congojo llegó con una protestada falta de Jelínek a triple de McCollum después de dos puntos del checo. Con 91-88 en el marcador, el Pinar tenía el empate. Pero el astro americano erró uno (91-90, 40 segundos). En la siguiente posesión, una en que apenas el UCAM pudo mover el balón de lado a lado sin crear peligro, el balón llegó a Bellas, que clavó un triple a 20 segundos del final que valía el partido (94-90). Angola rebasó la barrera de los cuarenta en su cuenta particular anotando en siete segundos, pero al Pinar se le escapó Anderson, que con una canasta de palomero certificó el primer punto en la eliminatoria para los murcianos. El 'top 16' queda, así, a un partido de distancia.
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