El UCAM estira el sueño

El partido prometía espectáculo y, desde luego, no defraudó. Un partido de los que cierran la jornada con un pabellón lleno hasta lo permitido, un equipo humilde luchando por estirar su gran momento y un grande por ir cogiéndole el pulso a la temporada.

El UCAM tenía claro qué es lo que le había llevado a igualar su mejor inicio histórico y con esa receta pretendía salir al partido de esta noche. Después de unos primeros minutos de tanteo, su intensidad conseguiría imponerse en un parcial de 14-1 con canastas de las que demuestran el gran momento físico de los jugadores del UCAM (18-7, minuto 7), pero costaba dar continuidad a la ofensiva con las rotaciones, si bien dos triples seguidos de Czerapowicz y Bellas ponían la guinda a un primer cuarto de puro gozo para el aficionado (24-15).

Uno de los nombres propios de este gran momento es un jugador de los que Sito tiene para todo, Jordan Davis. El americano asumía las funciones de base para alternar con Bellas el descanso de Taylor, mucho tiempo en el banquillo por dos prematuras faltas en el primer cuarto, y lo hacía mientras se desfondaba también en defensa, anulando por momentos a los exteriores visitantes con acciones de las que se ganan a la grada (30-17, minuto 14).

La pizarra no le funcionaba a Ivanovic, y en esos momentos cuando los referentes asumen el protagonismo. No sería ese hombre Baldwin IV, a quien su entrenador en la previa le había pedido más puntos, pero pasa un momento de confianza diametralmente opuesto al de su compañero en la dirección, un Granger que le daba la entereza necesaria a su equipo en su peor momento en el encuentro. Con las acciones del uruguayo, ya fuesen individuales o implicando al resto, el Baskonia evitaba que el UCAM se siguiera marchando (32-23, minuto 16), y aprovechaba dos minutos finales de primera parte de dispersión para empezar a soplarle el cogote a los de Sito, que marchaba al descanso mosqueado con los árbitros… y con Cate, que se llevaba una bronca de las que ve todo el pabellón (35-31, descanso).

Un comienzo de ensueño nunca garantiza nada ante un rival de la entidad de los vitorianos, candidatos a, como mínimo, finalizar la temporada entre los ocho mejores de Europa. Su recta final de primera parte le había dado confianza, una que estiraban en la reanudación para seguir por donde lo dejaron y hacer que su parcial llegara hasta los doce puntos sin respuesta con las dos primeras canastas del tercer cuarto (35-35, minuto 22).

Como viene siendo habitual, Taylor tomaría las riendas del juego, pero se reservaría lo mejor para más adelante. La mejor noticia para Ivanovic, que cada vez más nombres aparecían para sumar. Ahora era Fontecchio, el alero italiano que está considerado uno de los fichajes más interesantes del mercado veraniego europeo, quien daba problemas en la posición del alero alto, y aunque el UCAM no daba su brazo a torcer, se mantenía siempre ahí por acciones más de corazón y de técnica individual que de pizarra, lo cual tampoco está nada mal cuando un mate como el de Webb III, en penetración tras reverso y a dos manos, volvía a conectar al Palacio (46-41, minuto 26).

Con el marcador ya más ajustado, las protestas se sucederían en uno y otro lado a casi cada acción, elevando la susceptibilidad de los árbitros, especialmente la del principal Óscar Perea, que sancionaba con técnica a Taylor por indicar, con quizás excesiva vehemencia, que un balón despedido fuera de banda había sido tocado por última vez por Granger. Técnica, poco más tarde, devuelta en interés murciano, con McFadden siendo en el tiro libre todo lo fiable que no había sido desde la larga distancia -0/8 en triples para él-, y hacer que los suyos volvieran a tomar al menos un par de posesiones de ventaja (53-46, minuto 28).

Con Taylor causando estragos en sus penetraciones de uno contra uno, especialmente cuando no tenía a Granger enfrente, y la aparición de un Costello que anotó 13 de sus 15 puntos en la segunda parte, los últimos diez minutos eran del todo prometedores (59-54, final del tercer cuarto).

No estaba siendo uno de los mejores partidos de Emi Cate hasta el momento. Sus acostumbrados despistes defensivos, incluido el cierre del rebote, le habían ganado una buena reprimenda de Sito, y, falto de confianza, el UCAM bajaba algunos enteros en los momentos de descanso de Lima. Todo llega, debió pensar el rumano, que cuando el Baskonia volvió a empatar (61-61, minuto 32) decidió retomar su faceta triplista, esa que sacó a relucir con cuenta cotas en la segunda mitad de la pasada temporada, para anotar su primer triple de la temporada. Y, oportunamente, anotó el segundo poco después (71-66, minuto 34).

Acciones que le mantenía en pista pese a que el partido pedía esa seguridad que sigue sin ser el mejor aval de Cate en juego, pero que estaba valiendo para mantener a raya a un Baskonia al que se le acababa el tiempo, y que se encontraba con que Cate no era el único interior que le salía a tirar, con Radovic anotando también su triple para redondear otro serio partido en su mejor momento de la temporada (76-72, minuto 36).

Al UCAM le estaban salvando acciones poco habituales para sobrevivir el mejor momento del Baskonia, que llegaba cuando más apretaba la necesidad, con Granger y Costello aliados -30 puntos entre los dos-. Mientras, el runrún del Palacio por devolver a Taylor, siempre crecido en el tiempo más caliente, era cada vez mayor después de haber sido sustituido -con malos gestos del americano- poco después de ser iniciado el último periodo.

Con el excelso manejador de balón y finalizador en pista el UCAM volvió a ponerse delante (78-77, 1:43) después de un triple de Fontecchio de los que sentaban como jarro de agua fría. La tensión estaba asegurada hasta el final, cuando un tapón de Lima sobre Costello era revisado y determinado como ilegal para volver a poner al cuadro vasco por delante a 1:25 del término del partido (78-79), pero era el brasileño quien encestaba en la siguiente acción (80-79, 1:13).

Sería la última canasta del partido, pero no la última acción a celebrar cuando una gran defensa impedía un buen tiro del Baskonia y dejaba 45 segundos en el reloj y el balón en manos de Taylor, que extrañamente fallaría su canasta después de hacer lo más difícil. De nuevo se forzaría a los hombres de Ivanovic a un tiro forzado al límite de la posesión, fallando Marinkovic el triple para ganar. Con rebote murciano y solo dos faltas en el casillero visitante, los del Baskonia harían faltas rápidas para detener el reloj, una de ellas susceptible de antideportiva -pero revisada y sentenciada como común-, pero sin éxito para forzar al UCAM al fallo y sin tiempo para una última oportunidad.

La victoria se quedaba en el Palacio de los Deportes en una noche histórica, la de una comunión perfecta entre público y equipo, sostenido por sus fieles en los momentos más delicados, para escribir una nueva página en los libros de historia del club: la del mejor arranque jamás visto en Murcia en la máxima categoría. La Copa del Rey, una ilusión de la que vivir y que intentar estirar la semana que viene visitando al combativo Breogán, de vuelta en la Liga Endesa.